Se registraron 40.000 denuncias por violencia de género en los últimos seis años
Las situaciones de violencia, de género o doméstica, son multicausales y su abordaje debe ser interdisciplinario para poder ayudar a la víctima. Este es un desafío que implica capacitación constante y trabajo en conjunto con distintos sectores de la sociedad, como las fuerzas de seguridad, las autoridades de salud, los establecimientos educativos y los foros barriales, sobre todo cuando el número de denuncias va en aumento.
“Desde junio de 2017 a la fecha hay aproximadamente 40.000 causas que se fueron sumando, muchas de las cuales siguen activas”, expuso el juez de primera instancia en Violencia Familiar, Alfredo Olmo Herrera, en diálogo con Acá te lo Contamos por Radioactiva. A su vez, señaló que durante la pandemia hubo un aumento en las denuncias, registrando cerca de 10.000 casos entre marzo del 2020 y junio del 2021. “Muchos estaban vinculados a que el grupo familiar tenía que estar conviviendo justamente”, dijo.
A partir de la apertura de las restricciones sanitarias por el coronavirus, señaló que comenzaron a incorporarse otros tipos de violencia. “Durante la pandemia se mantenía un nivel muy alto de denuncias por violencia de género, pero en la post pandemia vemos que las causas están vinculadas a la salud mental, al consumo problemático de drogas y tasas preocupantes de abandono de adultos mayores y de maltrato infantil”, puntualizó. En este marco, advirtió que “hay un claro aumento en los casos de abuso, particularmente de abuso sexual intrafamiliar”.
“El contenido de las denuncias nos lleva a trabajar en conjunto con el fuero de familia, o con las autoridades de salud pública. Trabajamos con una realidad muy compleja porque la violencia es multicausal, por lo tanto, la intervención debe ser necesariamente interdisciplinaria”, explicó el funcionario. Sobre este punto, destacó que “en estos seis años tenemos buena experiencia en lo que hace al crecimiento institucional; hay una comprensión del rol a cumplir”. Además, consideró que “la capacitación es el camino indicado para fortalecernos como equipo y brindar una tarea cada vez más sólida”.
Asimismo, analizó que más allá del fortalecimiento de las relaciones interinstitucionales y el trabajo codo a codo con las fuerzas de seguridad, las autoridades de salud, las escuelas y los foros de seguridad de los barrios, siempre se puede seguir mejorando dado que siempre habrá necesidades institucionales o legislativas. “Nuestra misión es brindar al ciudadano el mejor servicio que podamos”, manifestó.
El foco en la salud mental
Por otra parte, el encargado en primera instancia de Violencia Familiar, hizo referencia a la cuestión de salud mental, objeto de debate en todo el país. “Son realidades muy duras. El foco de la violencia que sufren otros miembros de la familia por una persona que padece un diagnóstico de salud mental recrudece. Eso nos trae a otro escenario muy delicado porque no es sencillo adoptar medidas cuando se trata de una persona vulnerable”, indicó el juez Alfredo Olmo Herrera.
Por consiguiente, detalló que “la ley de salud mental prevé la internación involuntaria pero establece una serie de requisitos que se deben cumplimentar ante el órgano judicial, que es el fuero de familia. Requiere la intervención de equipos médicos y de profesionales interdisciplinarios porque la salud mental es un concepto integral de todas las esferas del ser humano y, muchas veces, la desesperación del grupo familiar va en contramano a los tiempos que se prevén en la norma, que es de carácter cautelar”.
