“Las personas se aferran a la fe”

Los católicos celebran la festividad de Nuestra Señora de Fátima, una advocación mariana muy querida en la provincia y que cada año en la fecha convoca a miles de creyentes hasta el centro de espiritualidad que lleva su nombre, donde también se encuentra la parroquia consagrada en su honor, en el acceso a Garupá.

Ayer al cumplirse el santoral de Fátima, día en que la Iglesia recuerda la primera aparición de la Virgen María a los tres niños pastores de Portugal, en el centro de fe hubo misas y vigilia con música en vivo.   

En tanto, esta madrugada los promeseros se concentrarán en la plaza 9 de Julio frente a la Catedral para salir en procesión puntualmente a las 6 y unir a pie, encabezados por la imagen de la virgen peregrina, los poco más de ocho kilómetros que se cuentan desde el centro capitalino hasta Fátima.

A las 9.30 será la misa central con bienvenida a los caminantes y presidida por el obispo Juan Rubén Martínez. A su término habrá festival chamamecero y venta de platos para poder compartir el almuerzo en el amplio predio.

Luego, se sucederán las misas dominicales a las 11 por los enfermos, a las 15 por la vida consagrada, a las 17 por los niños y a las 19 por la comunidad.

Histórica y vigente

La peregrinación a Fátima cumple 61 años y su convocatoria es siempre multitudinaria, por ello para la organización de la fiesta patronal muchas personas trabajaron solidariamente en el acondicionamiento de los espacios y jardines y en el montaje de los distintos stands para la feria de platos y de emprendedores, cuyas ventas ayudarán a solventar gastos de las iglesias y comedores.             

El sacerdote Mario Selván, párroco de Fátima, en entrevista con El Territorio se mostró con mucha expectativa, ya que se volverá a vivir la festividad a pleno, luego de las restricciones por la pandemia.

Colaboradores limpiaron y acondicionaron el predio para recibir a los fieles.

“Yo soy párroco de Fátima desde hace cuatro años, yo soy de la India y desde que llegué a Argentina hace ya un tiempo y después a Misiones, vi el hermoso amor y la gran devoción que hay por la Madre, por María”.

Así, destacó que este año “esperamos que mucha gente camine junto a María, como pasaba antes de la pandemia, la gente quiere mucho a la Virgen de Fátima, es una comunidad de mucha fe y cada persona que peregrina lo hace con sus intenciones y sus esperanzas y María nos escucha a todos sus hijos”.           

Incluso recordó que en los días de la cuarentena, la celebración -aunque acotada- se mantuvo con caravanas en auto o con una recorrida de la imagen de Fátima por los barrios.

“Nuestra ciudad, como toda la Argentina y América Latina es una tierra de Madre, la devoción es muy fuerte y nosotros queremos acompañar esa fe, sostener esa fe y estar cerca de las familias. Estuvimos recorriendo las casas, la imagen de la virgen peregrina visitó muchos lugares y hay también en la comunidad personas con mucha necesidad de esta contención, personas solas, enfermas, con carencias”.

El sacerdote reflexionó que en este momento del país con la crisis económica, “las personas se aferran a la fe” y remarcó que más allá de todo lo que tiene que ver con un contexto social o económico particular, “cuando aparece la desesperanza, angustia, el miedo, tanta violencia en las sociedades, la Madre nos invita a volver a retomar el camino de Dios, a vivir los valores cristianos... y estas fiestas son una oportunidad de caminar juntos, de hallar la fe en nuestros corazones, de ayudar al que se siente solo o desamparado. La pertenencia a la comunidad es importante y el amor de María nos une” concluyó.

El Centro Espiritual de Fátima también festeja los 125 años de la llegada de la congregación del Verbo Divino (SVD) a Misiones, primero a Azara y alrededores y luego a distintas localidades; desarrollando una obra misional pionera de más de un siglo en los ámbitos de la religiosidad, educación y promoción humana, entre otros.