Entrevista a Liliana Arce, infectológa del Hospital de Pediatría Fernando Barreyro

Legionella y gastroenteritis se instalan en la agenda y despiertan preocupación

Con respecto al brote en Tucumán, señaló la necesidad de mantenimiento en edificios con sistemas de refrigeración central. Por otro lado, en Posadas hay casos aislados de diarrea y vómitos
jueves 08 de septiembre de 2022 | 6:05hs.

El brote de legionella en Tucumán que afectó a 22 personas de las cuales seis murieron, por un lado, y la seguidilla de casos de gastroenteritis en una escuela de Buenos Aires, por otro, terminan por instalar preocupación en la comunidad y trascienden los límites interjurisdiccionales.

Para echar luz sobre las características de cada patología, sus síntomas y tratamientos, haciendo hincapié en las recomendaciones sanitarias, Liliana Arce, jefa de Infectología del Hospital de Pediatría Fernando Barreyro se refirió a ambas enfermedades.

Si bien en Misiones no se registraron enfermos de legionella en los últimos años, la especialista no minimiza lo ocurrido en el sanatorio tucumano e insiste en la necesidad de que hospitales, clínicas, hoteles, e incluso cruceros e instalaciones que prestan servicio de hidromasaje realicen adecuadamente los trabajos de mantenimiento en sus sistemas de refrigeración.

“De la legionella tenemos que saber que es una bacteria que normalmente está en las aguas. Ríos, arroyos y lagos son su hábitat natural. Pero cuando ocurre por la falta de mantenimiento de los sistemas hídricos van a producir enfermedades”, señaló Arce en diálogo con El Territorio.

“Dentro de las enfermedades que produce están las neumonías. Cuando la neumonía no mejora y hace que los pulmones se compliquen y estén con gran inflamación podemos pensar que el paciente tuvo contacto con la legionella. El problema es que la mayoría de las veces cuando hay un caso de neumonía ponemos antibióticos habituales y esta legionella necesita antibióticos especiales. Entonces sin esta medicación especial, van pasando los días y la lesión es grave, irreversible con gran posibilidad de mortalidad”, agregó.

“Es una enfermedad que generalmente produce daño si el paciente tiene factores de riesgo, mayor de 50 años, con antecedentes de tabaquismo, consumo de alcohol, diabetes, enfermedades respiratorias o renales crónicas un paciente oncológico”, subrayó.

Arce fue reiterativa en exigir  controles de calidad del agua. Los edificios con sistema de refrigeración central “deben estar constantemente tomando muestras para ver si las condiciones del agua son óptimas; las temperaturas deben ser por encima de 50 grados o por debajo de 20 grados, porque entre 20 y 50 grados esta bacteria se reproduce. También sabemos que la lavandina es el mejor tratamiento al agua”.

“Está relacionada a brotes por los sistemas hídricos artificiales tanto en la conducción como almacenamiento de agua que son deficientemente mantenidos y sobre todo los que tienen torres de refrigeración, condensador para aire acondicionado; sistema de agua fría y caliente en los edificios”, apuntó.

Y en esa línea contó el origen de la patología: “La legionelosis es una enfermedad bacteriana producida en la mayoría de los casos, por la legionella pneumophila que se descubrió por primera vez en 1977 porque hubo brote en Estado Unidos, cuando hubo una conferencia de legionarios y de ahí lleva su nombre”.

Gastroenteritis

“Un brote es lo que sucede en una escuela de Buenos Aires. Se habla de brote cuando hay un aumento significativo en el número de casos y en un nivel cerrado. Acá, en Posadas, hay casos aislados de gastroenteritis que es un cuadro de vómito y diarrea”, determinó Arce en una entrevista con Acá te lo contamos, en Radioactiva 100.7.

“Lo que llama la atención es que muchos casos tienen que ver con cuadros asociados a resfriados, es decir, que el paciente está con resfrío, con moco, con tos, y a su vez tiene diarrea”, señaló en referencia al ámbito local y añadió que “sabemos que depende   de la época del año hay virus y bacterias que pueden provocar estos casos de gastroenteritis”, sostuvo.

La infectóloga indicó que se debe prestar especial atención en niños pequeños para evitar la deshidratación. “En niños de dos o tres años, la diarrea hace que se deshidraten mucho más rápido y el cuadro impacta con más profundidad. Es por ello que cuando lleva varios días así deben consultar con los médicos. Los vómitos por su parte, es preocupante cuando no ceden con nada, por ejemplo cuando el chico vomita totalmente todo lo que trata de incorporar, entonces ahí también está el peligro de la deshidratación. En la mayoría de los casos no necesitan antibióticos, sino solamente algunas medidas de prevención”, detalló.

Y puntualizó que si un nene tiene diarrea mejor no “llevarlo al jardín o escuela, porque probablemente puede transmitir esa enfermedad a otros chicos. Y obviamente acudir al médico y cuando el médico le dé el alta recién regresar a la escuela. Recordemos que acudir al médico despeja un montón de dudas, primero saber si esa gastroenteritis está comprometiendo al chico como para internarlo o si solamente amerita algún antibiótico”.

Norovirus

La médica detalló que existe un virus llamado “norovirus”, que suele estar en los jardines maternales y provoca brotes en las zonas que se utiliza para cambiar pañales. “Luego de cambiar no nos lavamos las manos y con esa mano después le damos la leche, galletitas o jugos a los chicos y allí comienza una cadena de contagios”, dijo. Y aclaro que es una enfermedad como “rotavirus”, la cual se previene con vacunas y sobre todo y no menos importante “medidas higiénicas”.

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