Desbarataron banda de robacoches: 3 detenidos y 5 vehículos incautados

Una presunta banda de reducidores de automóviles robados en la provincia de Buenos Aires fue desarticulada en la localidad de Los Helechos.

Fue mediante el allanamiento realizado en un galpón ubicado al costado de la ruta provincial 5 (zona conocida como Cruce Parodi, camino a Panambí), donde detuvieron a tres hombres: Carlos Y. (25), Matías J. (25) y Ángel K. (33), oriundos de Oberá e incautaron cinco vehículos, tres de ellos con pedido de secuestro por robo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y dos con signos de adulteración en chasis y motores.

El despliegue policial comenzó a media mañana y terminó en horas de la tarde en razón que más allá de los autos, los uniformados detectaron en el local -presuntamente alquilado- autopartes, chapas patentes, documentaciones de varios autos, además de herramientas específicas para modificar los grabados y estampados numéricos originales.

Los detenidos son oriundos de Oberá y para los investigadores, tenían roles bien definidos en la maniobra. Foto: URII.

En paralelo decomisaron gran cantidad de mercadería procedente de Brasil, principalmente juguetes y productos plásticos, lo que supone que los sospechosos se dedicaban también al contrabando y ante eso la fuerza provincial debió dar intervención a la Justicia Federal.

Más allá de eso, fuentes investigativas confirmaron que los autos robados, luego de ser ‘enfriados’ en el galpón y provistos de la documentación apócrifa como también de nuevos dominios, eran ofrecidos a través de las redes sociales y comercializados por fuera del circuito legal no sólo en la zona Centro, sino también en otras localidades de Misiones. Se estima que la organización recibía y adulteraba una decena de vehículos por semana. El traslado se hacía en camiones.

Denuncias como disparador

En medio del allanamiento ordenado por el titular del Juzgado de Instrucción Dos de Oberá, Horacio Alarcón, el jefe de la Unidad Regional II de Policía, comisario inspector Rubén Darío Duarte, resaltó que varias denuncias por estafas relacionadas con la compra/venta de vehículos durante los últimos meses -en su jurisdicción- dispararon la investigación “que demandó un tiempo de seguimiento y vigilancia encubierta”. El miércoles se concretó un primer operativo pero el más relevante fue en la víspera “con resultados más que positivos”.

Duarte explicó que el seguimiento de un automóvil con chapa patente apócrifa que terminó su recorrido en el galpón allanado permitió poner al descubierto las maniobras ilícitas que suponen involucra a más personas y eso, justamente, se va a saber a instancias de la información obtenida a través del peritaje de los teléfonos celulares de los detenidos y documentos incautados en el lugar.

En relación a los vehículos, fueron secuestrados y pasaron a resguardo judicial una camioneta Volkswagen Amarok, un Volkswagen Suran Highline, un Renault Sandero, un Peugeot 307 y un Ford Fiesta Kinetic. Los tres primeros fueron robados hace pocos meses.

En el galpón también había mercadería, presuntamente de contrabando.

“No cuentan con las documentaciones de procedencia y tres de ellos poseen pedido de secuestro por robo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”, confirmó Duarte.

Si bien la investigación continúa en la zona Centro, se cree en base a la evidencia colectada hasta el momento que la denominada pata local se ocupaba de transportar y acopiar los vehículos robados en el galpón de Los Helechos hasta tanto les fuera suministrada la documentación apócrifa con la que convencían a los potenciales clientes mediante ofertas tentadoras.

“Los ponían en condiciones, para decirlo de alguna manera, es decir que modificaban la placa, adulteraban los números de chasis, de motor y luego los ofrecían a través de las redes sociales llegando a personas que de buena fe compraban a menor valor que en concesionarias, pero cuando acudían a las plantas de verificación vehicular se enteraban que los papeles eran truchos y el auto robado”, reseñó.

Tentadoras ofertas en las redes sociales

Los datos suministrados por los damnificados permitieron a los investigadores determinar que las transacciones nunca se hacían en una escribanía o bajo normativa legal, sino más bien en la vía pública, en alguna plazoleta, estaciones de servicios o sitio pautado previamente en horarios poco habituales para ese tipo de negocios.

Esas eran las condiciones que ponían los estafadores y que los denunciantes terminaban aceptando para no perder la posibilidad de obtener un vehículo a precio más bajo.

En ese contexto se supo que el trío detenido tendría vinculación directa con todo el circuito a partir de roles bien definidos, desde el transporte hacia esta provincia, las adulteraciones y posterior venta.