Juicio por el asesinato de Irma Ferreyra Da Rocha (47) en Garupá

Se terminaron las testimoniales y el juicio por Irma entra en etapa decisiva

Luego siete audiencias, el Tribunal Penal Uno de Posadas dio por finalizada la recepción de testigos. El lunes será jornada de alegatos y se dictará sentencia
jueves 25 de agosto de 2022 | 2:00hs.
Por Cecilia Fleita
Se terminaron las testimoniales y el juicio por Irma entra en etapa decisiva
Se terminaron las testimoniales y el juicio por Irma entra en etapa decisiva

Las declaraciones testimoniales por el juicio contra Alejandro Guillermo “El Porteño” Esteche (34), imputado por el crimen de Irma Ferreyra Da Rocha (47), ocurrido el 17 de diciembre de 2016, culminaron ayer con tres últimos relatos.

Entre los citados a declarar ante el Tribunal Penal Uno de Posadas, se encontró Hugo Martínez, el hombre que fue aprehendido como sospechoso horas después del hallazgo de la víctima pero liberado el día después por la falta de elementos que lo vinculen al ataque.

Las otras dos personas que comparecieron fueron Alberto Aníbal Morel y Yesica Araceli Melgarejo, ambos propietarios de kioscos en Garupá, quienes testificaron haber visto a Martínez la medianoche del viernes 16, momento que se estima que la víctima sufrió el empalamiento y abandono en un descampado.

El lunes, finalmente, se llevará a cabo la jornada de alegatos por parte del representante del Ministerio Público Fiscal, Martín Rau, y el abogado defensor Edgardo Cabrera Germain. La sentencia, luego de las alocuciones, será dictada por la jueza Viviana Cukla y sus pares Ángel Dejesús Cardozo y César Antonio Yaya.

El primer testimonio de la jornada de ayer fue el de Alberto Aníbal Morel. El hombre relató que el día anterior a la fiesta de La Saladita de Garupá, llevada a cabo el 16 de diciembre de 2016, Irma había ido a su local comercial, ubicado sobre la avenida Las Américas de esa localidad.

“Había comprado un chip en mi negocio. Dijo que iba a cambiar el número porque tenía un novio que le molestaba mucho”, declaró sin poder brindar más detalles sobre el comentario de la mujer a quien conocía porque era vecina del barrio, según su testimonio. 

“Me senté afuera a la tardecita porque hacía calor”, expresó y refirió que abrió el negocio temprano en la mañana. “Atiendo el negocio desde las ocho hasta las tres o cuatro de la mañana”, puntualizó ante la consulta del fiscal Rau.

En ese contexto, Rau preguntó sobre la presencia de Hugo Martínez en su comercio, relacionado a su declaración en la etapa de instrucción, y fue allí que Morel aseguró que Martínez volvió de Corpus esa tarde, compró cigarrillos y cerca de las diez de la noche empezó a beber cervezas frente a su local quedándose en el lugar hasta las tres de la madrugada.

El abogado defensor, Edgardo Cabrera Germain, por su parte, inquirió sobre la posibilidad de “aguantar tantas horas de corrido” atendiendo el comercio. En esa línea, el hombre reconoció haberse retirado al baño pero en lapsos cortos de tiempo y que durante esas horas, del día 16 de diciembre, mantuvo siempre a la vista a Martínez. Asimismo, negó algún tipo de vínculo de la víctima con este último.

Seguidamente de Morel, se presentó ante el tribunal Yesica Araceli Melgarejo. La mujer comentó que ese día estuvo en su casa en Garupá y al atardecer “le veo a Esteche que se va con mi marido a la fiesta. Yo me quedé porque tengo un kiosquito que atender”.

Explicó que estuvo a cargo del el comercio de su marido Gustavo Otazú “hasta las cuatro de la mañana’’. Aseguró que durante ese período de tiempo Hugo Martínez estuvo allí “tomando cerveza en todo momento”.

La mujer aclaró que su local se encuentra a unos metros de otro almacén, sobre la avenida las Américas, y que su horario habitual de apertura es desde las nueve de la noche hasta la hora de la madrugada mencionada.

Finalmente, acotó que conocía solamente de vista a la señora Irma Ferreyra Da Rocha.

“Me pegaron por todos lados”

Por último, llegó el turno de Hugo Martínez quien dio inicio a su testimonio relatando que “el viernes 16 fui a la casa de mi padre en Corpus. Tipo ocho de la noche llego a Garupá y a lado de mi casa hay un kiosco de una tal Yesica. Nos quedamos ahí y tomamos un par de cervezas. La chica cerró el negocio a las tres o tres y media de la mañana y yo me voy a dormir”.

Siguió y comentó: “el sábado me fueron a buscar los de la Brigada, tipo once, y me dijeron si podía ir a colaborar con ellos. Me llevaron, no me dijeron nada y me trajeron de vuelta a casa. A la noche me llevaron y me preguntaron si podía colaborar otra vez con ellos”.

En esa instancia del debate, el fiscal tomó la palabra y le consultó sobre el contexto de su llegada al barrio. El hombre comentó: “El kiosco está pegado a mi casa, estaban todos ahí afuera, saludé y me quedé con ellos hasta las tres de la mañana. Estuve todo el tiempo ahí”.

Alejandro Guillermo “El Porteño” Esteche (34) recibirá sentencia el lunes.

El defensor, a su turno, preguntó sobre lo ocurrido con las fuerzas de seguridad que acudieron a su domicilio. “Me buscaron y me llevaron, no recuerdo a dónde pero les dije que yo iba a colaborar con ellos en todo lo que sea necesario”.

Afirmó que no lo buscaron en un patrullero sino en un auto particular y que tampoco lo llevaron a una seccional policial, rememoró que, en ese momento, había estado en una vivienda. “Eran de la Brigada si no recuerdo mal”, reiteró.

“Me tuvieron ahí sentado, empezaron a hacer llamadas y nada, me devolvieron de vuelta a mi casa. Después, a la tarde del mismo día, volvieron y me preguntaron si les podía acompañar y me ofrecí amablemente. Yo ya había juntado mis cosas para volver a Corpus otra vez porque están mis hijos allá, había comprado una tele para ellos”.

Relató que esa noche lo llevaron a la Comisaría Quinta. “Ahí me enteré lo que pasó. No me acuerdo todo porque estaba en una situación muy nerviosa, por la situación misma”.

La defensa indagó sobre los posibles apremios policiales que otros testigos mencionaron en el tribunal durante jornadas previas. También consultó si recordaba las presuntas conversaciones en la comisaría con los familiares de Esteche.

A ésto último el hombre refirió no recordar pero sí afirmó que los golpes recibidos fueron por parte de otros detenidos.

“Qué le hicieron”, preguntó el profesional. “Y lo que hacen adentro, te pegan”, aseveró el hombre. “Me pegaron por todos lados”, apuntó luego de mencionar que durante el cambio de guardia policial fue llevado al hospital para que lo asistan por los golpes. 

“El juez Giménez ordenó mi inmediata salida el domingo”, expresó y comentó que se enteró de lo sucedido “por los comentarios de los policías y por el movimiento que hubo. Escuché que la señora estaba internada, estaba mal”.

Finalmente, al ser consultado, manifestó que cree que lo vincularon al hecho “porque era de Garupá, coincidía la descripción y porque ella vivía cerca de mi casa”.


Punto final casi seis años después

Desde el Tribunal Penal Uno de Posadas dieron por finalizada la recepción de testigos y consignaron que los testimonios de Susana Ayala y Facundo Benítez serán incorporados por lectura. El lunes darán el punto final al proceso judicial que inició aquella madrugada del 17 de diciembre de 2016 cuando la mujer fue hallada agonizando en un terreno baldío sobre la calle 246 en Garupá.

El domingo 18 de diciembre Irma Ferreyra Da Rocha (47) falleció en el Hospital de Agudos Ramón de Madariaga luego de sufrir por más de 30 horas a causa del desgarro de sus órganos internos.

La mujer había sido brutalmente atacada; según la instrucción, la golpearon y dejarron inscosciente luego de introducirle una rama de 58 centímetros en su cabidad anal, dejándola casi sin signos vitales en el pastizal.

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