Tres hombres son juzgados por violento hecho contra anciana de Oberá

Pedidos de recusación y de nuevas pruebas dilatan juicio por robo y abuso

El letrado Roberto Bondar acusó al Tribunal de “falta de imparcialidad y desconocimiento de la ley”. Luego pidió una prueba de ADN a la que adhirieron los demás defensores
viernes 22 de octubre de 2021 | 6:03hs.
Pedidos de recusación y de nuevas pruebas dilatan juicio por robo y abuso
Pedidos de recusación y de nuevas pruebas dilatan juicio por robo y abuso

Tras un frustrado intento de apartar a todos los integrantes del Tribunal Penal y al secretario del cuerpo, ayer el abogado Roberto Bondar solicitó someter a su cliente a una prueba de ADN -a lo cual adhirieron los defensores de los demás imputados-, recurso con el que logró interrumpir la segunda audiencia del debate oral por robo y abuso sexual en perjuicio de una anciana.

En consecuencia, el Tribunal Penal Uno de Oberá pasó a un cuarto intermedio hasta hoy a las 8.30, instancia en la que resolverá la solicitud de la víspera y, en caso de la negativa, se dará lugar a los alegatos y posterior sentencia.

En tanto, si se hace lugar a los pedidos de ADN, el juicio será suspendido hasta disponer de los resultados de dichas pericias.

Yonathan Ezequiel Taborda (30), Rosalino De Melo (54) y Jacobo Saúl Bareiro (36) están siendo juzgados como coautores de los delitos de abuso sexual con acceso carnal gravemente ultrajante, doblemente agravado por la participación de más de dos personas y con arma, y robo calificado en concurso real.

El hecho se registró el 6 de octubre de 2016 y los tres imputados fueron detenidos a lo largo del mismo mes, es decir que ya llevan cinco años tras las rejas.

El 30 de agosto del 2018, por el mismo expediente, Taborda fue condenado a 18 años de cárcel, mientras que De Melo y Bareiro recibieron la pena de 22 años cada uno, aunque el año pasado el Superior Tribunal de Justicia (STJ) anuló la sentencia por una falla en el acta de debate relacionada a la incorporación por lectura del testimonio de la víctima.

Ahora, tres años más tarde, el segundo juicio también corre riesgo de interrumpirse.

Defensas unidas

Fiel a su estilo y verborragia, desde el inicio del debate Bondar interpuso una serie de planteos que fueron evaluados por el Tribunal Penal subrogante, integrado por Miguel Orlando Moreira, Graciela Heppner y Jorge Villalba.

Si bien en varias ocasiones sus recursos retomaron cuestiones ya resultas o improcedentes, en la víspera el defensor de Bareiro avanzó en el pedido de ADN “para no dejar dudas sobre la autoría del hecho”, según argumentó. También solicitó llamar a un nuevo testigo.

Como contrapartida, la fiscal Estela Salguero indicó que la ley considera nuevas pruebas a aquellas que surgen del debate, lo que a su criterio no ocurrió en este caso. 

Además, mencionó que Bondar es el defensor de Bareiro desde la instrucción, por lo que consideró extemporáneo el pedido de ayer.

A su turno, Matías Olivera -defensor oficial de De Melo- acompañó el pedido de ADN.

“Podemos o no estar de acuerdo con las formas de Bondar, pero en este caso adhiero (…) Más habiendo receptado las muestras, aunque nunca se produjo una prueba fundamental”, señaló Olivera.

Precisamente, en sus respectivas declaraciones, los tres acusados aseguraron que la Policía les tomó muestras de ADN. De todas formas, en el auto de elevación a juicio no se citó la existencia de pruebas genéticas que comprometan a los imputados con el abuso denunciado, una cuestionó a la que ahora se aferran las defensas.

“El ADN es una medida para solucionar parte del problema”, remarcó Olivera.

En el mismo sentido opinó Gabriela Carvallo, defensora oficial de Taborda.

“Ya tuvimos un juicio nulo por fallas en las pruebas, y le voy a pedir a la fiscal que acompañe el pedido. El Estado busca la verdad real, no las pruebas en contra o a favor de tal. Por eso no entiendo por qué la fiscal se niega a contar con muestras que nos darían un 99 por ciento de certeza”, remarcó.

Ataque al Tribunal

La segunda audiencia del debate inició con el pedido de Bondar de recusación con causa a la totalidad del Tribunal y al secretario por “falta imparcialidad y desconocimiento de la ley”.

El reclamo se basó en el certificado emitido por el médico Carlos Luis Flamig, quien en la previa del juicio evaluó a la víctima (hoy de 72 años) y dictaminó que padece artritis y alzheimer y por ello no se hallaba apta para declarar.

Esto dio lugar a un planteo de las defensas solicitando una junta médica del cuerpo médico forense, lo que fue aceptado por el Tribunal y determinó que la anciana se hallaba lúcida para declarar, aunque dejaron sentado que la angustia revivir el tema.

Por ello, el miércoles la víctima se presentó con una traductora, declaró y ratificó la acusación sobre los tres implicados.

De todas formas, para Bondar “el Tribunal no es imparcial porque pretende beneficiar sólo a una parte”, al tiempo que los acusó de “indiferencia para descubrir la verdad”.

También consideró que el certificado de Flamig fue presentando de “de manera ilegal y sin que las partes tuvieran conocimiento”.

Según el letrado, el obrar del Tribunal fue “notoriamente antijurídico”, ya que “cuando se podía saber la verdad real nos quisieron obstaculizar y entorpecer no citando al doctor Flamig”.

Tras un primer cuarto intermedio, el Tribunal rechazó los fundamentos de la recusación.

“Rechazar por ser manifiestamente incierto, hechos que se alegan en forma de hipótesis y contrarios a lo ocurrido. Para este Tribunal no existe ninguna decisión o manifestación que pueda deducir presunción de parcialidad”, citó el dictamen.

Declaró Bareiro

También en la víspera declaró Jacobo Saúl Bareiro, el único de los tres imputados que se mantenía en silencio en el presente juicio. Previamente, Yonathan Ezequiel Taborda reconoció su participación en el hecho, pero negó el cargo de abuso, de lo cual acusó a Rosalino De Melo, quien también declaró y se despegó totalmente del robo y violación.

Ante el Tribunal, Bareiro reclamó que nunca les dieron lugar a sus testigos y aseguró que le tomaron muestras de ADN, pero no supo el resultado.

Dijo no conocer a Taborda, ni siquiera de vista. En cambio, con De Melo se conocen “desde que yo tenía 10 o 11 años”, precisó.

El imputado negó su responsabilidad en el hecho e hizo hincapié en que no es un violador, acusación que le trajo muchos problemas durante los cinco años que lleva privado de su libertad.

“Nunca hicieron lugar a un testigo clave que pedí, un vecino con el cual estuve esa noche tomando mate en su casa hasta que volví a la mía con mi señora y ahí estuve hasta el día siguiente, que me fui a trabajar. Tampoco aparecieron las muestras de ADN que me tomaron en la comisaria”, subrayó.

Y agregó: “No soy un violador, no robé, no violé y me tiraron 22 años por la cabeza en el juicio anterior. Hace cinco años estoy esperando esta oportunidad, pasando mil traumas, teniendo que ver desde atrás de las rejas a mi familia; ver que se humillan desnudándose en cada visita a la cárcel, por eso quiero que se haga justicia y termine esta pesadilla. Sufro discriminación, me apuñalaron porque dicen que soy violador y ustedes saben que es imposible la vida en la cárcel para condenados por abuso, pero yo no soy eso. Me condenaron por un delito que no cometí”.

Envalentonado, Bondar le preguntó si aceptaba que le tomen una muestra de sangre en ese mismo lugar, a lo que su cliente dijo que sí.

La ronda de testigos se completó con Catalina Pais, ex pareja de De Melo, quien no aportó nada respecto a la causa. 

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