Quién fue Alcira Argumedo

Hace muy pocos días falleció una de las más destacadas investigadoras del Conicet, del Instituto Latinoamericano de Estudios Trasnacionales (Ilet), del Instituto de Investigaciones Gino Germani, y una destacada figura de las Ciencias Sociales en el país y América Latina.

Alcira Argumedo, apenas cumplidos los 80 años, deja tras de sí una brillante carrera de estudio e investigación social, compromiso académico con las instituciones en las que actuó, docencia a pleno y militancia política. Una mujer intelectual e ideológicamente integral, a mi parecer digna de homenajearla y admirarla.

Comenzó a estudia (casualmente como yo) en 1959, en la flamante Carrera de Sociología de la Universidad de Buenos Aires –pese a ser rosarina– participando desde muy temprano de los movimientos de estudiantes que luchaban por sociologías críticas. El Plan de lucha de la CGT del 64, con José Alonso de Secretario General, sería un punto de inflexión en su vida; comenzó a participar de movilizaciones en la calle y se acercó cada vez más al peronismo. A partir de entonces, el compromiso político de Alcira Argumedo se irá convirtiendo en eje fundamental de su carrera profesional, de su orientación intelectual y crítica, y de su vida personal y afectiva.

Ya graduada, se inició con José Luis Romero y Gregorio Selser por un recorrido del pensamiento latinoamericano –que al igual que la reflexión sociológica– encontrará sentido en la experiencia de los movimientos populares de América Latina. Dada la insuficiencia de los estudios sociológicos y filosóficos provenientes de Europa y Estados Unidos, y la necesidad de recuperar tradiciones y corrientes de pensamiento latinoamericanas. Argumedo, junto con Jorge Carpio, Susana Checa, Gunnar Olsson, Gonzalo Cárdenas, Roberto Carri y el recientemente infortunado Horacio González, crearon cátedras y equipos de investigación que articularon reflexión y práctica política como eje fundamental del proyecto académico de ciencias sociales.

Hizo experiencia como Secretaria de Cultura de la Provincia de Buenos Aires en la gestión del Gobernador Oscar Bidegain. En la convulsionada segunda mitad de la década del 70, sin abandonar la docencia, Alcira trabajó en el INDEC. Como la mayoría de sus colegas, debió exilarse durante la dictadura cívico militar y lo hizo en México, donde continuó su actividad sobre la comunicación y la información como derecho en el mundo, y participó de importantes proyectos académicos internacionales.

Ya en los años 80 se incorporó como Investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), En 1989 obtuvo el Doctorado en Ciencias Sociales y en 2006 fue designada Profesora Consulta Titular de la Cátedra Teoría Social Latinoamericana. Más tarde seguiría sus prácticas docentes en el Doctorado de la Facultad.

Desde fines de la década del 90 se desempeñó también en otras unidades académicas como la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata, en la Maestría en Estudios Latinoamericanos en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional de Cuyo, en el Doctorado en Ciencias Políticas de la Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Rosario, el Doctorado de la Universidad de la Ciudad de México, y en la Escuela de Planificación del Ministerio de Planificación de la República Bolivariana de Venezuela.

Como la Dra. Carolina Mera relata, la experiencia académica e intelectual de Alcira, desde la vuelta del exilio, la llevó a recuperar más activamente su vínculo con Pino Solanas. Trabajó en los proyectos fílmicos Sur, en “El exilio de Gardel” y más tarde en “Memorias del saqueo”. Esta relación fortaleció su participación política y partidaria. Fundó con él el Frente Grande en 1993 y Proyecto Sur en 2007. Fue electa diputada nacional en 2009 y nuevamente en 2013 por el Frente UNEN, donde centró su labor parlamentaria en temas de derechos sociales, la tendencia al Calentamiento global, la profunda crisis social y civilizatoria reflejada en el crecimiento exponencial de la pobreza, el desempleo, la polarización y concentración de la riqueza y la depredación de la naturaleza.

Llegó a publicar más de treinta trabajos académicos y libros sobre una gran variedad de problemáticas sociales, económicas, sociopolíticas, de editoriales CLACSO, Desco, Colihue, CEAL y Folios/ILET.

Es realmente admirable la vastedad de temáticas abordadas por la Dra. Argumedo, los enfoques ideológicos sustentados, así como su visión empírica e intelectual. Carolina Mera termina el relato de la vida de Argumedo, vida dedicada a la reflexión y a la construcción de una narrativa del pensamiento social y político de América Latina y el Caribe para abonar a una “matriz autónoma de pensamiento” latinoamericano, donde nombres como Tupac Amarú, Bolívar, Martí, Hernández Arregui, Mariátegui, entre tantos otros, seguirán trayéndonos sus ideas, su tono amable, su diálogo ameno, su habla clara y sobre todo esas sonrisas que irrumpían luego de cada chispa de humor que dejaba filtrar entre grandes conceptos teóricos y debates políticos.

Otra heroína argentina –quizás poco conocida– por lo que siento un deber de difundir sus pensamientos, estudios y orientaciones políticas.