La necesidad de repensar los modos
Llegaron solas, se fueron solas. El caso más reciente es el de la Chacra 32-33 en Posadas, pero la comparación resulta inevitable con lo sucedido nueve meses atrás en Villa Cabello. Mujeres que tuvieron que parir en soledad y luego, la tragedia... o bien, el milagro.
El dedo acusador es el denominador común en una sociedad que debería interperlarse. Y hacerse otro tipo de preguntas; preguntas que se transformen en ideas con empatía. Más allá de juzgar desde el desconocimiento, quizás sea el momento de pensar otros modos, quizás hasta se pudieran actualizar los protocolos para advertir que una paciente grita en silencio, desde lo más profundo de su ser, que necesita ayuda.
Teniendo en cuenta que el puerperio supone un período de cambios en el que se pueden desatar crisis emocionales, según se plantea desde el propio Servicio de Salud Mental del Hospital Materno Neonatal, tal vez sea necesario activar algún tipo de alerta con puérperas que están solas, dado que no es común.
Del misma manera en que hay un grupo que sí o sí pasa por el Servicio de Salud Mental, como las que tuvieron un embarazo de riesgo, adolescentes que se convierten en madres y aquellas que ingresan por la Unidad de Medicina Fetal, es posible sumar otro indicador, otro concepto, otra mirada: adultas puérperas solas. El solo hecho de permitirnos repensar modos sería un paso gigantesco.
