Quién es Antonio Battro

jueves 08 de abril de 2021 | 6:00hs.

En estas notas ya he señalado a ilustres argentinos que se han destacado por sus logros, publicaciones, resonancia, premios académicos, etc., logrados a través de sus trayectorias profesionales, y que –radicados en el exterior– no tienen la esperable relevancia en los medios de comunicación nacionales.

Creo que falta otro de estos científicos, el doctor Antonio Battro, de 84 años de edad, graduado de médico en la Universidad de Buenos (UBA) y cuatro años después doctorado en psicología en la Universidad de París y posteriormente en la UBA. En su carrera profesional se orientó hacia la educación y la Epistemología Genética, llegando a integrar la  Academia Nacional de Educación Argentina y la Pontificia Academia de Ciencias. ​

Señalo que esta última es la única academia de ciencias con carácter internacional en el mundo. La sede principal se encuentra en la Casina de Pio IV, dentro de los Jardines Vaticanos. Está integrada por muchos de los principales científicos del mundo (incluyendo premios Nobel), para actuar como asesores del Papa. La Academia tiene una membresía internacional que incluye a científicos como Martin Rees, Antonio Battro y Charles Hard Townes (o el recordado Stephen Hawking).

El doctor A. Battro ha escrito diez libros y más de sesenta artículos. Con Percival J. Denham ha publicado ‘Discomunicaciones: computadoras para niños sordos’ (1989) y ‘La educación digital’ (1998). Es autor de ‘Half a brain is enough’ (Medio cerebro es suficiente; 2000).

Ha sido uno de los primeros en introducir las herramientas de la computación en la enseñanza de personas discapacitadas en la Argentina y Brasil y se dedica a la aplicación de las nuevas tecnologías informáticas en el desarrollo de las capacidades neurocognitivas.

Actualmente es consultor de la fundación uruguaya Ceibal, que ha implementado el modelo «uno a uno» del programa OLPC en Uruguay (www.ceibal.edu.uy) y del programa Global Learning XPrize. Este programa es una computadora subpor-tátil prevista para su distribución alrededor del mundo, para facilitar el acceso al conocimiento y oportunidades de «explorar, experimentar y expresarse» (según el espíritu del construccionismo) a niños y jóvenes estudiantes.

Este ordenador portátil ha sido desarrollado por el proyecto ‘Una computadora por niño’ o OLPC (del inglés One Laptop PerChild) y fabricado porQuanta Computer. El objetivo es análogo a nuestro programa nacional ‘Conectar igualdad’, en la Argentina” (2010-2015), diseñado por el especialista chileno Damien Larrouqué y discontinuado por el gobierno macrista posterior.

En una reciente conferencia, A. Battro afirmaba que “sin duda el acceso a las nuevas tecnologías digitales tiene un efecto significativo en el desarrollo cognitivo, social y afectivo. Hay cambios observables en las conductas de niños y adolescentes en todas las comunidades donde se ha implementado la informática y las comunicaciones. Son millones los alumnos que cuentan ya con estas tecnologías en el aula y en el hogar, y la brecha digital entre los diferentes niveles socioeconómicos se está reduciendo aceleradamente en varias regiones de la Tierra. Este cambio cultural es inmenso y ya tiene consecuencias positivas.

Con Percival J. Denham, han propuesto incorporar una nueva categoría –a la que llamarían “inteligencia digital”– al famoso sistema de inteligencias múltiples propuesto por Howard Gardner en 1983. Para H. Gardner, la inteligencia es una expresión plural; de ahí el nombre de su propuesta: las inteligencias múltiples. Es decir, que los seres humanos poseemos una diversidad de capacidades intelectuales.

Gardner también señaló que “algunos niños son muy buenos para aprender idiomas, pero no son muy buenos en matemáticas. Otros son geniales en ciencia, pero no pueden analizar poesía”. Para H. Gardner, la clave fue darse cuenta de que se puede contar con algunas habilidades para hacer ciertas actividades y, al mismo tiempo, carecer de las necesarias para hacer otras distintas. Este descubrimiento lo llevó a concluir que el término inteligencia estaba equivocado, pues no existe una sola manera de ser inteligente ni es aceptable la difundida intención de medir “la única” inteligencia.

Finalmente, y por su parte, el Dr. A. Battro comparte descubrimientos de científicos afines, los integra a sus propias teorías, haciendo avanzar la ciencia de la educación, la informática y el tratamiento de la enseñanza a niños con dificultades intelectuales y cognitivas.

Creo que junto a científicos de la talla de Bernardo Kliksberg, René Favarolo, Atilio Borón, Mario Bunge, Jorge Sábato o Ernesto Laclau; Antonio Battro debería integrar la larga lista de 52 especialistas argentinos de prestigio mundial que publica Google.

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