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Ñande Reko Rapyta (Nuestras raíces)

Antonio Gallino y Posadas

viernes 12 de febrero de 2021 | 6:00hs.

A finales del año 1862, por Ley N° 28, se declararon “nacionales” la totalidad de las tierras fuera de los límites o posesiones de las provincias de entonces, a partir del 1° de marzo de 1853, a grandes rasgos este instrumento se aplicó sobre “tierras indias”; el primer Territorio Nacional conformado fue el del “Gran Chaco” - diez años más tarde -, con capital en la Villa Occidental, abarcó lo que actualmente conocemos como las provincias de Chaco y Formosa, aproximadamente.

Desde ese momento la “Cuestión Misiones” tomó cuerpo y fuerza en la realidad política y territorial correntina, a mediados de 1881 el establecimiento de otro similar en el área misionera se tornó inminente e impulsó - de alguna manera - la “venta apresurada” de lotes en los Departamentos de Candelaria y San Javier, de hasta 67.000 hectáreas, lo que significó la enajenación de 2.058.309 hectáreas, especialmente al norte de los arroyos Pindapoy y Chimiray, adquiridas por funcionarios correntinos, jefes y oficiales del Regimiento 3 de Línea - acantonado en la ciudad de Corrientes - para garantizar la paz de la intervención federal que se le había impuesto a esa provincia unos meses antes.

En esos días la provincia era un “festival de bonos”, según Eduardo Rial Seijoó, circulaban bonos nacionales por compensación de pérdidas sufridas durante la invasión paraguaya de 1865, bonos de la anterior gestión provincial de Cabral por las pérdidas causadas con la revolución de 1878, más los bonos emitidos por el gobierno de Gallino por los destrozos ocasionados con la movilización y desmovilización del año 1880; muchos de ellos fueron destinados al “pago” de las tierras vendidas a las apuradas.

El Ejecutivo Nacional instauró, por Decreto, el Territorio Nacional de Misiones, en el mes de diciembre de 1881; en el primer artículo del instrumento legal se estableció:

“(…) Quedan fijados los límites de la Provincia de Corrientes: al Norte, por el Alto Paraná; al Este, por los arroyos Pindapó y el Chimiray; por los brazos y la línea que más directamente los une, y el río Uruguay al Sud, por el río Mocoretá hasta el arroyo las Tunas; por éste hasta sus nacientes, y una línea que corte la cuchilla de Basualdo hasta las nacientes del arroyo del mismo nombre: y por esta corriente, hasta su confluencia con el río Guayquiraró, y por el Guayquiraró hasta su desagüe en el Paraná.(…)”

También se determinó que la capital sería el pueblo de Corpus, rebautizado “ciudad de San Martín”; el Gobernador designado llegó a Misiones los primeros días de enero del año siguiente para tomar posesión del cargo… y se encontró con una aldea; ante esa realidad escribió una conceptuosa carta al Ministro del Interior de la república, ensalzando la belleza natural de la zona, pero solicitando se reviera la designación de la capital del Territorio y se nombrara a Posadas en esa  condición; sin embargo la ciudad propuesta estaba en territorio correntino, fuera de los límites del área nacional.

En la provincia vecina era gobernador Antonio B. Gallino, fiel servidor del Presidente Julio A. Roca y por ende miembro del Partido Autonomista, fracturado en dos líneas internas: una, con este joven aristocrático - y codiciado partido - a la cabeza y la otra facción representada por Manuel Derqui. No fue un secreto la designación casi “a dedo” de Gallino, por parte de Roca, como primer mandatario…eran otros tiempos.

Parece ser que Gallino, por entonces cursando el segundo año de mandato, vio afectado su prestigio y aceptación popular, atacado mediáticamente por algunos periódicos y pequeñas publicaciones, se decía que había dilapidado la fortuna familiar en apuestas y “vida disipada”, que solo le quedaba una pequeña renta, que sus malversaciones eran del dominio público… se decían y escribían muchas cosas.

La disputa por Posadas no le fue afín tampoco y su “cesión” era una brasa ardiente, Gallino se negó sistemáticamente a entregar el área al gobierno nacional pese a la orden recibida de su “jefe” político Julio A. Roca; ante la remota posibilidad de expropiación de la zona por parte del gobierno nacional, los políticos opositores y oficiales del 3 de Línea pergeñaron un plan para “convencer a Antonio” de ceder el pueblo o renunciar al cargo.

Así, la noche del 1° de abril de 1882 Gallino asistió al Club Social, se encontró con algunos amigos – todos miembros de la más alta sociedad provincial – y los invitó a “bajar” a uno de los barrios populares – tal vez el Camba Cuá – donde tenía muchas “amigas”, hizo traer su vehículo y marcharon en grupo.

Estaban de “tertulia” en una de las modestas casas cuando un griterío importante los alertó, una caterva de oficiales vestidos de civil, encabezados por el Dr. Eugenio F. Ramírez – un médico joven de “buena familia” – quien a cara descubierta intimó a Gallino a entregarse, forcejeo mediante fue tomado prisionero en tanto se despojó a los presentes de sus artículos de valor.

Raudamente llegaron a la orilla del río Paraná, se embarcaron en una canoa y se dirigieron a una isla frente a la ciudad, al otro día lo regresaron a una quinta donde firmó de “motus propio” la renuncia…ésta es la versión oficial, existe otra en la tradición oral que relata cómo Gallino fue enterrado en la arena de la isla hasta el cuello, como los soldados practicaron tiro al blanco con su cabeza hasta que “se convenció” de lo requerido.

Lo concreto fue la renuncia del gobernador, la posterior cesión del área posadeña al gobierno nacional por parte de la legislatura correntina y la discusión durante dos largos años en el Congreso Nacional si se debía aceptar o no la “donación”, finalmente en julio de 1884 se federalizó la “villa de Posadas” y las tierras al Este del arroyo Itaembé. El límite sur de Misiones quedó definitivamente establecido y Posadas desde entonces es la ciudad capital.

¡Hasta el próximo viernes!

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