La sociedad y cultura en la que vivimos les ha impuesto a los hombres el rol de poderosos, fuertes e invencibles. El acervo cultural es tan fuerte que cualquier signo de debilidad los inquieta, y muchas veces ni siquiera logran darse cuenta del porqué de su reacción. Es así como hasta la enfermedad está prohibida, ante un dolor lo ignoran y siguen adelante, ya que no tienen “permitido” ser frágiles o peor aún, débiles.

El problema surge cuando la enfermedad no se muestra, pero sigue avanzando sin que el cuerpo lo note, hasta llegar a lo inevitable: un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular. Es por eso que desde Gema insisten en la importancia de una consulta de rutina, donde con estudios simples se puede realizar un diagnóstico temprano y, si hay alguna enfermedad, evitar su avance.

“En la evaluación clínica el médico recauda todos los antecedentes del paciente, ya sean factores de riesgo como obesidad, sedentarismo, tabaquismo que son corregibles o genéticos o hereditarios. En base a eso se solicita una serie
de estudios básicos y después se van sugiriendo más estudios si fuera necesario, como por ejemplo la consulta al cardiólogo”, explicó la médica cardióloga Mariel Audisio, que explicó además que la importancia de la finalidad de la consulta es la prevención.

“Lo importante del chequeo cardiovascular es el diagnóstico temprano, es decir la prevención cardiovascular. Todos los estudios que se puedan hacer en el chequeo son importantes para llegar al diagnóstico temprano y poder actuar en consecuencia, en base a lo que se diagnostique en esos momentos. En la mayoría de los pacientes las enfermedades son asintomáticas, como la hipertensión arterial o la arteriosclerosis, que producen síntomas cuando ya hay un ataque o un evento agudo, como un ACV, un infarto, insuficiencia cardíaca. En ese momento ya la patología es grave y no se puede volver atrás. Por eso es importante prevención, y que ese sea el motivo de la consulta”.

Los chequeos anuales son recomendables para todos los grupos etarios ya que según la edad existen diversas patologías en el hombre, “y no exclusivamente masculinas como las testiculares o de la próstata, sino también algunas
hepáticas, renales y demás. Con un diagnóstico precoz no solamente se previenen enfermedades oncológicas, también se puede evitar que el hígado graso evolucione hacia una cirrosis, entre otras enfermedades”, explicó Diego Kallsten, especialista en Diagnóstico por Imágenes del Instituto Gema.

El profesional reconoció que los hombres, a diferencia de las mujeres, no tienen el hábito de consultar al médico y que se ocupan solamente cuando ya tienen una enfermedad a veces irreversible.

“Todos estamos expuestos a diferentes patologías y la única manera de prevenir es con un control pero el hombre consulta recién cuando aparece la enfermedad, lo importante siempre es la detección a tiempo , por ejemplo, en el caso de los tumores renales en su mayoría son hallazgos incidentales. El cáncer de testículos suele afectar al adulto joven y en esos casos no hay que esperar a sentir un bulto en el testículo para ir a la consulta, y más adelante, a partir de los 40 años
pueden aparecer patologías en la próstata. Se desestima la importancia de los controles rutinarios, cuando eso no es lo correcto”, indicó Kallsten.