Un año atrás un familiar también fue víctima de inseguridad

Se hicieron pasar por policías para asaltar a una anciana

Ernestina (78) fue atacada cuando se hallaba sola en su chacra en Campo Ramón. Los ladrones escaparon con $15 mil y 5 celulares
sábado 14 de noviembre de 2020 | 5:00hs.
Se hicieron pasar por policías para asaltar a una anciana
Se hicieron pasar por policías para asaltar a una anciana

Dos delincuentes con barbijos, ropa oscura y armas de fuego se hicieron pasar por policías y asaltaron a una mujer de 78 años en su chacra situada en el Lote 66 de Sección Segunda, zona rural de Campo Ramón.

Se llama Ernestina. Fue abordada minutos antes de las 8 de la mañana de ayer, cuando pretendía barrer el patio mientras en la cocina levaba la masa para el pan casero.

Los desconocidos -que llegaron intempestivamente- le dijeron que debían hacer una requisa en la casa y sin darle tiempo a reaccionar la metieron adentro apuntándole directamente en la cabeza.

Tenían acento lugareño, siendo uno alto y delgado y el otro más petiso y robusto. La víctima dijo que no la golpearon y en todo momento la trataron de “abuela” o “abuelita” mientras pedían elementos de valor e incluso, si bien sus recuerdos son difusos, está segura que utilizaban borcegos para dar la apariencia de uniformados.  

Después de tenerla bajo amenaza durante alrededor de media hora y revisar cada metro del inmueble, la encerraron bajo llave en una de las habitaciones y se dieron a la fuga con 15 mil pesos en efectivo y cinco teléfonos celulares, además de las llaves de la propiedad.

Sola en la chacra

Cuando fue atacada Ernestina estaba sola porque 20 minutos antes, su esposo y el hijo que vive con ellos, viajaron hacia Oberá y regresaron cerca de las 11, horario en que fue liberada y dieron aviso a la Policía.

Luis Federico Gsell -hijo de la víctima- dijo sentir miedo puesto que no es la primera vez que su familia sufre un atraco parecido en la misma localidad, aunque en este caso “afortunadamente a mi mamá no la lastimaron, pero queda la sensación de que no estamos seguros en ningún lado”.

Sobre la secuencia de hechos, contó que “ella había despedido a papá y a mi hermano que se fueron a Oberá con la camioneta, hizo la masa para el pan y salió a barrer aprovechando que el sol no está fuerte. En ese momento fue abordada por los asaltantes que con las armas en mano le dijeron que eran policías, que iban a hacer una requisa y la llevaron adentro”.

De acuerdo a lo que recordó la víctima, Gsell añadió que “fueron directo a la habitación principal, comenzaron a pedir plata, como que sabían que en ese sitio había algo de valor. Mamá no se resistió, estaba confundida porque le habían dicho que eran policías, no entendía por qué le apuntaban, pero les dio lo que tenía. El calvario duró entre 20 y 30 minutos”.

“Sobre el final la dejaron encerrada en la pieza, sin agua, sin comida, ella asustada, y se escaparon al parecer en un auto o en una moto, de eso los investigadores buscaban indicios. Papá regresó antes del mediodía con mi hermano y recién pudieron liberarla”, contó y agregó en ese contexto que Ernestina “está bien, aunque bastante shockeada y con el correr de las horas se va acordando de cosas que vamos aportando a las autoridades”. 

“Es como que sabían datos”

La investigación por este hecho de inseguridad está a cargo de la Comisaría de Campo Ramón, dependiente de la Unidad Regional II de Oberá.

Después de radicada la denuncia los peritos estuvieron en la escena buscando elementos que conduzcan a los asaltantes, aunque al cierre de esta edición no había resultados concluyentes ni siquiera en cuanto a la identidad. Los vecinos de la zona, que no son muchos y están bastante separados, no escucharon ni vieron nada.

Las líneas investigativas no descartan que hayan contado con información sensible de la familia e incluso se cree que hicieron vigilancia en las inmediaciones antes de atacar a la mujer, puesto que esperaron a que los hombres salgan para abordar a la víctima y fueron directo a la habitación del matrimonio exigiendo la entrega de dinero.

“Llama la atención la forma en que llegaron, la forma en que se movieron dentro de la casa. Es como que sabían datos internos de la familia”, especuló Gsell sin dejar de lado la hipótesis de un supuesto informante.


Dos asaltos, misma familia

En septiembre del año pasado un delincuente sorprendió y noqueó a la propietaria de un Pago Fácil ubicado en el centro de la localidad de Campo Ramón, tras lo cual escapó con una suma cercana a los 7000 pesos en efectivo.

La víctima fue Cecilia Sosa, pareja de Luis Federico Gsell y nuera de Ernestina, la reciente víctima.

La mujer relató que al momento del atraco se encontraba sola en el local, una circunstancia que no es habitual, ya que generalmente la acompañan su esposo o su hijo.

En consecuencia, estimó que el ladrón planificó el asalto y esperó que no haya nadie más con ella. Además del Pago Fácil, en el mismo local funciona la FM Rural, propiedad de la familia.

En diálogo con El Territorio, Sosa había explicado que el negocio está a una cuadra y media de la Municipalidad y a dos de la Comisaría, aunque eso no intimidó al malviviente.

La mujer fue asistida por su propio marido, quien la encontró inconsciente en el piso, junto a billetes de baja denominación y facturas.

Según la médica policial que la examinó, Sosa padeció un fuerte golpe en la nuca, posiblemente efectuado con el puño o el codo del delincuente.

Tras la denuncia, diferentes dependencias de la Unidad Regional II tendieron un operativo en la zona para dar con el autor del hecho, aunque nunca se informó si lo detuvieron.

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