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La frontera seca y la dicotomía entre acatar la cuarentena o escuchar a Bolsonaro

lunes 20 de abril de 2020 | 17:55hs.
De este lado, la ciudad misionera de Bernardo de Irigoyen; cruzando la calle, Dionisio Cerqueira, Brasil.
De este lado, la ciudad misionera de Bernardo de Irigoyen; cruzando la calle, Dionisio Cerqueira, Brasil.
Carlos Cardozo

Por Carlos Cardozofojacero@elterritorio.com.ar

La información del cuarto y quinto positivo por Covid - 19 en Misiones, luego de un mes de cuarentena y 17 días sin variaciones tuvo inmediatas repercusiones en San Vicente, de donde son oriundos los enfermos, pero también los pasos fronterizos de toda la provincia, donde se ajustaron aún más los controles.

En este sentido, en Bernardo de Irigoyen -por donde ingresó el trabajador de 61 años hoy en grave estado- el Comité de Crisis encabezado por el intendente Guillermo Fernández evaluó la posibilidad de cerrar la Aduana Integrada de Cargas, uno de los pasos con más movimientos del país que sigue funcionando por ser considerado una actividad esencial.

Los nuevos alcanzados por la pandemia activaron alarmas y eso no dejó de repercutir también en Brasil. En la triple frontera seca no hay enfermos ni circulación viral, pero las medidas gubernamentales, movimiento y  acatamiento es bastante dispar a los lados de la línea imaginaria.

El estado de Santa Catalina -al que pertenece Dionísio Cerqueira-, por ejemplo, decretó cuarentena con excepciones de varias actividades, pero los intendentes de las localidades pueden, mediante ordenanzas, autorizar a comercios y otros establecimientos a abrir con las restricciones obvias. Situación similar es la de Barracao, que pertenece a Paraná.

En tanto, ciudadanos y medios locales consignan que no el acatamiento del lado brasileño es muy bajo. Hay mucha circulación, aglomeración y no se respeta el distanciamiento social o el uso de barbijos. También fue criticado el poco control en la Aduana Integrada de Cargas y despachantes del vecino país expresaron que los conductores que llegan desde distintos puntos de Brasil no respetan las limitaciones de contacto e interacción.

En este contexto, en la mañana de hoy hubo reuniones de Fernández con los intendentes brasileños, entre otras autoridades de ambos países. Se pidió que  para garantizar el funcionamiento del comercio se deben ajustar las medidas de prevención. Insistieron en el uso de alcohol en gel y barbijos, además de evitar aglomeraciones entre otros protocolos a definir pronto. Quieren que cualquier persona que presente un síntoma de aviso inmediato a las autoridades sanitarias del lugar. 

Como aquí, los señalamientos al camionero misionero no se hicieron esperar y voces directas de sus colegas en el vecino país expresaron que ninguna de las personas que tuvieron contacto él presenta síntomas, buscando minimizar el tema e incluso forzar la idea de que se pudo haber contagiado en Misiones, donde no hay circulación viral - pese a que el hombre llegó de San Pablo, uno de los lugares con más contagios del país-.

Expresan que solo deben parar los niños de riesgo y los niños. En contrapunto, claro, también hay personas que alientan el aislamiento y señalan que “hay que cuidarse entre todos”. La tensión quienes toman conciencia de la situación y aquellos que se encolumnan detrás de los dichos del presidente Jair Bolsonaro es evidente.

Brasil registró hoy su récord de fallecidos con 113 nuevos caso, llegando ya a 2575 víctimas de la pandemia. Además, hay más 40.000 contagiados, según el Ministerio de Salud. Pero más allá de eso, hay quienes se preguntan si Bernardo de Irigoyen no puede convertirse en una víctima secundaria del avance de la enfermedad.


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