Máximo sigue esperando ser atendido en Buenos Aires

jueves 05 de marzo de 2020 | 1:00hs.
Máximo sigue esperando ser atendido en Buenos Aires
Máximo sigue esperando ser atendido en Buenos Aires
El 10 de marzo se cumplirán 6 meses del nacimiento de Máximo Salvador Krieger, el primogénito de Belén Cáceres y Leandro Krieger de la localidad de Santa Ana. Desde ese día (10 de septiembre de 2019) una sala del Hospital Materno Neonatal de la ciudad de Posadas se convirtió en el hogar del pequeño que nació con Prune Belly, un síndrome poco frecuente que afecta los órganos digestivos e intestino; a su vez carece de pared abdominal (sólo posee la piel). Es por ello que tiene una alta probabilidad de tener también el síndrome de Berdon, afección que padecen unas 230 personas en el mundo.

Desde que nació, Máximo no pudo alimentarse con leche materna ni otros alimentos sustitutos porque su aparato digestivo no tiene movimientos, no digiere lo que consume; por lo tanto es compensado con proteínas intravenosas las que, de acuerdo a los dichos de su madre Belén, con el tiempo pueden afectarle el hígado.
Pero la lucha sigue. Las esperanzas flaquean en ciertos momentos, confesó Belén, porque desde que dio a luz no existen días en que la familia no deja de insistir por un lugar en un centro de mayor complejidad en Buenos Aires.

La probabilidad de que lo acepten en el Garrahan ya se diluyó totalmente, dijo la madre, y agregó: “Hace dos semanas los médicos de Posadas hicieron una videoconferencia con el Garrahan y ellos les dijo que allá no lo pueden atender, que tienen que buscar en tres hospitales privados: el Italiano, el Favaloro o el Sor María Ludovica de La Plata”.

Y siguió con su relato: “El miércoles pasado se hizo una audiencia con el juez que lleva la causa y los médicos le explicaron el motivo por el que no se lo puede tener acá y el juez les había dado un plazo de 48 para que busquen el lugar en esos tres sitios. Estamos a la espera de respuestas, el plazo venció el viernes y hasta ahora no hay ninguna”.

Según contó la madre de Máximo, el motivo que dieron los médicos del Garrahan es que él necesitaría en un futuro un trasplante intestinal y ellos no cuentan con ese servicio.

“Recomendaron internación domiciliaria pero nosotros no le queremos llevar a nuestra casa así, queremos estar seguros de que se lo va a trasladar a una atención más compleja. El equipo médico, de enfermería y todos en pediatría son más que excelentes, sin ellos no sé que haríamos nosotros pero necesitamos que a nuestro hijo se le conceda el derecho a más posibilidades de soluciones a su problema, él no conoce el sabor de la leche, o las papilla que ya debería comenzar a probarlas”, contó.

La tristeza de la madre y su esposo no tiene consuelo pero se aferra a la esperanza y a la fe en Dios. “Es triste no poder ir con él a casa a disfrutar de su crecimiento, del cada día con él. De igual manera quiero contarles que él es un bebé muy entusiasmado y lleno de fuerzas. Nuestra familia se reúne aquí con él a jugar y verlo crecer”, confió la mujer.

Y para finalizar, pidió: “Lo que más queremos es que la Justicia actúe rápido y por favor que nos deriven a algún centro especializado. Máximo merece tener una vida mejor, una vida normal dentro de sus limitaciones, va a cumplir seis meses y todavía ninguna respuesta y eso duele, no se entiende tanta burocracia”.