Los Cabos: misterios y maravillas del "gran acuario del mundo"

lunes 20 de noviembre de 2017 | 2:00hs.
Los Cabos: misterios y maravillas del "gran acuario del mundo"
Los Cabos: misterios y maravillas del "gran acuario del mundo"

Si en tierra, las celebridades de Hollywood que visitan Los Cabos son las grandes estrellas, en el Mar de Cortés todos los flashes están dirigidos hacia el marlín o el pez vela. La pesca de este icónico ejemplar fue la actividad que comenzó a atraer los ojos de los famosos a la punta más austral de la península de Baja California, a partir de la década de los 50.

 

Hoy no es diferente. Los turistas del mundo entero se dirigen a Los Cabos para jugar sus anzuelos en renombrados torneos internacionales de pesca deportiva o simplemente probar la suerte de principiante en esas aguas. Dos factores contribuyen tanto a los novatos como a los veteranos que tienen éxito en la empresa: a diferencia de otros destinos de pesca, el marlín se encuentra en la región con facilidad y durante todo el año, especialmente en mayo, junio, diciembre y enero.

 

 

 

Uno de los destinos preferidos para la práctica del buceo es el Parque Marino Nacional Cabo Pulmo. Este santuario es el hogar de 300 especies de peces tropicales, más de 2.000 tipos de invertebrados y alberga el único sistema de corales rígidos de América del Norte. En la Bahía de La Paz, la atracción es nadar con los tiburones ballena, que llegan por esas aguas de enero a junio.

 

Para los que no quieren sumergirse -literalmente- de cabeza en la aventura subacuática, hay opciones igualmente inolvidables. De diciembre a marzo, la península de Baja California entra en la ruta de migración de ocho especies de ballena, como la minke, la jubarte, la ceniza y la azul.

 

Pueden ser observadas de cerca en las excursiones en botes o incluso desde la playa, por lo que se recomienda llegar con binoculares. También en la arena, los visitantes pueden acompañar otro espectáculo de la naturaleza en Los Cabos. Entre junio y septiembre, la actividad más recomendada es ver el nacimiento de las tortugas marinas, que salen de sus huevos y se dirigen por la playa para su buceo de estrado en el océano.

 

 

Los amantes del trekking pueden dominar las sendas del Cañon de la Zorra y sus imponentes acantilados durante una caminata. Pero si la intención es entrar en el clima del desierto al estilo Lawrence de las Arabia, ¿que tal recorrer las veredas del oasis El Tule sobre un camello? Sí, la exótica opción es uno de los paseos más famosos de Los Cabos, y hasta los niños pueden participar, con animales entrenados especialmente para llevar a los pequeños. También está la opción de las cabalgatas que pasan por caminos repletos de cactus de 300 años de edad y llevan hasta el Pacífico para un galopar al atardecer en playas desiertas.

 

Quien busca más adrenalina puede hacer una travesía de mountain bike hasta Punta Gorda o recorrer las pistas que llevan a la Reserva Natural de Cabo Real. A bordo de una potente 4×4, la emoción llega a niveles máximos en los tours de alta velocidad sobre las dunas. Como si fuera poco, también se puede garantizar una dosis extra de aventura "volando" hasta 100 kilómetros por hora en la tirolesa más rápida y larga de México, con 1.200 metros de largo. Allí de lo alto, la vista panorámica de un oasis en el desierto hace olvidar cualquier escalofrío en la espalda.

 

 

Continuando en San José, vale circular en las calles estrechas alrededor de la plaza principal y descubrir las galerías locales. De noviembre a junio, la tarea se vuelve aún más fácil. En ese período, todos los jueves, los artistas mantienen las puertas de sus talleres abiertas hasta las 9 de la noche y las callejuelas se toman por un clima festivo, con música en vivo, mesitas al aire libre y un agradable bullicio. Es el momento ideal para conocer la artesanía producida en la región, como las piezas de ámbar y los trabajos en chaquira (pequeñas cuentas de colores vibrantes) realizados por la comunidad indígena huichol.