Evitar ambientes húmedos y sucios, la prioridad

miércoles 23 de enero de 2019 | 6:00hs.
Esteban Bueseck

Por Esteban Bueseck interior@elterritorio.com.ar

En base a datos del Boletín Epidemiológico Nacional, hasta la semana epidemiológica 48 del 2018, de las 52 que tiene el año, Misiones notificó 28 casos sospechosos de leptospirosis, de los cuales solamente uno se confirmó como positivo a través de los estudios que realiza el Instituto Malbrán en Buenos Aires.
En tanto, este 2019 comenzó con la sospecha de dos casos en la zona Centro. El primero tuvo un desenlace fatal en un hombre de 40 años que residía en Villa Gunther de Oberá y se esperan los estudios que confirmarían o no la enfermedad. A su vez, existe un segundo caso sospechoso, no fatal. Se trata de un menor de Colonia Aurora que está evolucionando favorablemente al tratamiento. Las pruebas del instituto de referencia en el país pueden tardar unos 20 días, explicaron las autoridades.

Silvestre o citadino
Consultada en Radioactiva 100.7, la doctora en Ciencias Biológicas e investigadora del Laboratorio de Ecología de Poblaciones de la UBA-Conicet, Isabel Gómez Villafañe, explicó que “leptospirosis y hantavirus son dos enfermedades distintas que las transmiten los roedores. Pero la diferencia es que el hanta es un virus específico del roedor, de unas pocas especies de roedor, unas seis. En cambio la leptospirosis es una enfermedad que se conoce hace mucho más tiempo y en general todos los roedores pueden transmitirla, pero la principal diferencia es que a la leptospirosis la produce una bacteria, a diferencia del hanta que es un virus. Entonces, en la leptospirosis, el reservorio son las ratas de ciudad, esas ratas grandes que se encuentran en los basurales en los fondos de las casas, que conviven mucho con el hombre. No como las del hanta que son más silvestres. La rata de ciudad es el principal reservorio de la leptospirosis y lo que tiene mucho en común, que por eso a veces se habla en conjunto, es porque los síntomas que uno tiene cuando adquiere la enfermedad, son exactamente iguales. Entonces se los puede confundir”.
La investigadora que estudia pequeños mamíferos detalló que “la leptospirosis se adquiere en lugares húmedos, en lugares donde los animales hacen pis y la bacteria se libera en la orina. Si hay charcos o lugares con inundaciones, la bacteria logra sobrevivir. O si uno camina descalzo, también por la piel de los pies puede entrar la bacteria, esa es otra diferencia con el hanta”.
Por otra parte, consultada sobre si hay más población de roedores, Gómez Villafañe aclaró: “Las poblaciones de roedores tienen ciclos que no son siempre iguales, hay años donde hay más roedores, hay años donde hay menos y este año quizás hay un poco más que el año anterior, pero no significa que viene con un crecimiento desmesurado. Siempre depende de cómo fue el invierno anterior, cómo estuvieron las lluvias, si hay más vegetación, más recursos y alimentos. Lo que sí es seguro es que hay que cuidar a los predadores. Que no se cacen a predadores como la lechuza, el zorro, las víboras, porque es todo un ciclo que hay que mantener. Al estar los predadores se regulan solas las poblaciones de roedores”.