“Él era mi vida y va seguir siendo mi vida hasta que Dios me apague la luz”

martes 14 de abril de 2020 | 4:00hs.
“Él era mi vida y va seguir siendo mi vida hasta que Dios me apague la luz”
“Él era mi vida y va seguir siendo mi vida hasta que Dios me apague la luz”
Durante tres meses Gloria García (48) buscó incansablemente junto a su esposo y a su hijo Damián Figueredo volver a reencontrarse con su pequeño nieto Martín Alexander (3), quien a principios de enero se fue de la vivienda que tenía en Eldorado junto a su madre Fernanda V. (18) con rumbo desconocido. 
En ese tiempo, y a pesar de las promesas de su nuera, Gloria nunca pudo abrazarse nuevamente con su amado Martín, más allá de buscarlo por distintas localidades del Norte misionero.
Es por eso que la tarde del pasado domingo 5 de abril no será una más en la vida de esta abuela eldoradense. Un mensaje de WhatsApp que recibió de parte de Fernanda le daba la inesperada y dolorosa noticia de la muerte de su nieto, que según la joven madre, se había producido por un accidente doméstico. 
El dolor que ya tenía  la mujer por la partida del chico aumentó mucho más aún cuando supo que mediante una investigación iniciada por los médicos que atendieron al pequeño se estableció que la muerte del pequeño se produjo a causa de una grave hemorragia interna ocasionada por severos golpes que Martín sufrió con anterioridad. 
A partir de los contundentes informes forenses de la autopsia, y ante la insistencia de los investigadores policiales, tanto la madre como su actual pareja: Pablo P., terminaron detenidos al confesar que desde hacía semanas venían golpeando al chico en la humilde vivienda que compartían en un paraje rural de la localidad brasileña de Bom Jesús do Sul. Este lugar se ubica a unos 20 kilómetros aproximadamente de la frontera con Bernardo de Irigoyen. 
Si bien ahora tanto Gloria como toda su familia aguardan que se avance en la investigación que se lleva adelante en Brasil por las brutales golpizas, también esperan lograr obtener lo más pronto posible la repatriación de los restos de Martín.  
Aunque desde dicho entorno admitieron además que el trámite no será para nada sencillo debido a la dificultad que representa en este momento el cierre de la frontera por la emergencia sanitaria, en el marco de la pandemia por el coronavirus. 

Dolor de abuela
Durante una charla que Gloria mantuvo con El Territorio en su vivienda del kilómetro 10 de Eldorado, la mujer no ocultó el inmenso dolor que tiene por la perdida de su nieto. Y recordó que el nene y su madre vivieron un tiempo en su casa, hasta que el año pasado la joven optó por mudarse a la casa de la abuela materna. 
Contó que tras un breve período, Fernanda regresó a su vivienda con el niño el pasado 3 de enero, aunque dos días más tarde ambos volvieron a marcharse con rumbo desconocido. 
“En ese momento hablé con Fernanda y le pregunté dónde estaban viviendo. Me dijo que en Pozo Azul y quedamos que me tenía que traer a mi nieto cada 15 días, pero jamás lo hizo. Estaba muy preocupada, quería ver a mi nieto y como no tenemos vehículo con mi marido fuimos en colectivo hasta Pozo Azul, pero no encontramos a nadie en el lugar que ella nos dijo”, aseguró la abuela. 
“Le decía a mi marido que aunque sea una ropita colgada de Martín en un tendal quería ver, pero no. Como no lo encontré,  hice una exposición en la Policía de que estábamos buscando a mi nieto”, agregó la entrevistada. 
La presentación policial dio sus frutos, ya que a los pocos días Fernanda se comunicó con la abuela y dijo que tanto ella como Martín estaban asentados en el paraje Dos Hermanas. Aunque, según la abuela, en este lugar tampoco pudieron localizar al pequeño, lo que derivó en una segunda denuncia policial. 

Falsas esperanzas
Ya a principios de marzo, Fernanda volvió a contactarse con su suegra y en esta oportunidad para comentarle un supuesto accidente doméstico que la criatura había tenido en su casa. 
“Me manda un mensaje de WhatsApp diciendo que Martín se había caído en la bañera y que se había lastimado la cabeza. Ella me pidió si podía sacar un turno en el hospital. Fui y saqué el turno para el 5 de marzo, pero ella nunca apareció. Le pregunté qué pasó y me contestó que perdió el colectivo”. 
Luego recordó que por una foto que la joven le envió notó que su nieto estaba muy flaco y descuidado. Aunque reconoció que en ese momento se tranquilizó un poco cuando Fernanda le prometió que el viernes 6 de marzo, día del cumpleaños de Martín, el pequeño volvería a Eldorado para celebrar junto a sus abuelos y a su papá. “Preparé todo para ese día y tampoco llegó”, insistió la entrevistada. 
“No entiendo por qué no me escribió que estaba mal o para que lo busque a Martín. Siempre le hice saber que podía contar conmigo. Yo sólo quería que Martín esté bien, nunca se le negó nada, siempre lo ayudamos, no entiendo por qué hizo eso”, reparo la entrevistada.
“Él era mi vida y va a seguir siendo mi vida hasta que Dios me apague la luz. Ahora sólo pensamos en repatriar su cuerpo y darle santa sepultura. Le quiero pedir perdón a mi nieto porque no vi lo que le podía suceder, le quiero pedir  perdón por no llegar a tiempo”, se lamentó entre lágrimas la abuela.
Por el momento, la abuela y el padre de la criatura están siendo representados por la abogada Blanca Núñez, quién desinteresadamente inició la semana pasada los trámites para gestionar el traslado del cuerpo a Misiones. 
Por otra parte, Gloria comentó que más allá del asesoramiento de Núñez, deberán contactarse con un letrado del vecino país para que pueda hacer las gestiones en Brasil. Y que entre los honorarios del profesional y el costo del traslado del cuerpo hasta la capital del trabajo deben juntar más de 50.000 pesos. 
Hasta el momento, tanto la madre de la criatura como su pareja, Pablo P., permanecen alojados en una dependencia policial de Santo Antonio y se espera que en las próximas semanas se defina la prisión preventiva de ambos. Todo esto según los elementos de prueba que recolecte el Juzgado Penal de Barracao. 
Según pudo reconstruir este medio, Martín fue trasladado de urgencia por su madre y su padrastro el domingo 5 de abril hasta el hospital de Dionisio Cerqueira, al donde ingresó sin vida. 
Los estudios realizados en ese centro asistencial pudieron constatar que la criatura tenía el hígado y un riñón severamente afectado por lesiones internas, además de múltiples golpes en otras partes del cuerpo que serían de vieja data y que de inmediato colocaron a los tutores en el ojo de la tormenta.