De trabajo corredoras, las mujeres que recolectan los residuos de Posadas

lunes 03 de diciembre de 2018 | 20:30hs.
Sociedad
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La disposición final de los residuos sólidos urbanos empieza con la recolección de las bolsas domiciliarias en cada uno de los barrios de la ciudad de Posadas. El relleno sanitario de Fachinal, finalmente, será el punto en donde el tratamiento pondrá bajo tierra todo lo que los posadeños descartan a diario, o mejor, cada hora o cada minuto, para tirarlos en sus cestos y bolsas que luego van a los canastos de las veredas.

Y allí, el turno es de las recolectoras, un trabajo que históricamente lo hicieron los varones, bajo la lluvia, con 40 grados y a la madrugada y siempre corriendo detrás de los camiones recolectores.

En Posadas la idea de contar con mujeres en los equipos de recolección de los residuos se fue gestando desde el sindicato que agrupa a los municipales, a los encargados del área de servicios públicos, hasta el visto bueno del propio intendente.

Así, en poco tiempo, fueron conformándose los grupos de mujeres que, hasta entonces, hacían algo similar: la de barrer las calles y veredas de los espacios públicos de la capital misionera.

A comienzo de diciembre de este 2018, son 10 las mujeres que forman el grupo de recolección. Ocho son corredoras y dos son choferes. Por ahora, un equipo es el que sale a la calle, compuesto por cuatro corredoras y la conductora del camión.

“Uno por ahora es suplente, el otro sale de esta base (Trincheras casi Rademacher) y nos turnamos por semana”, explicó a El Territorio Cristina Cuña, la chofer titular del equipo que por ahora cumple con la tarea de recolectar la basura en los barrios de Villa Sarita y Aguacates.

“Nos fueron ofreciendo el trabajo y yo acepté con gusto porque siempre manejé camiones”, destacó Cristina, que sabe que en un tiempo no muy lejano las zonas se ampliarán y empezarán a recorrer más barrios de Posadas.

Gabriela, Rocío, Karina, Liliana, Pamela, Zaira, Nahír, Lourdes y Johana, son las corredoras, pero las titulares, las que empezaron primero a ser entrenadas para el trabajo indispensable de juntar los residuos solidarios de la ciudad, son Rocío, Karina, Pamela y Zaira, siempre teniendo a Cristina al volante del camión.

Generalmente, cada bolsa contiene vidrios, papel y cartón y los restos orgánicos, como lo son los restos de comida, de jardinería, entre otros, lo que en peso, son la fracción mayoritaria en el conjunto de la basura. Pero también en las bolsas se ponen plásticos, textiles, metales, madera y escombros.

Arrancaron aplausos

Una de las chicas poco antes de partir de la base resaltó que en los primeros días de salir a la calle, “nos aplaudieron”, nos dijeron que “éramos valientes”, dijo y eso es lo que sienten las chicas que tienen entre los 20 y 30 años de edad. Chicas que en su mayoría tiene su propia familia y por ahora cumplen con la tarea durante turnos de cuatro horas corriendo por al menos dos barrios por jornada, de lunes a sábado.

¿Se vienen más?

Las chicas fueron aprendiendo el trabajo, conociendo los barrios, el nombre de las calles, gracias a la colaboración de Don Lorenzo, el hombre que las guía y las instruye en la tarea nada fácil de estar arriba de un camión y sin parar a correr por cada cuadra de los barrios.
Desde la base se explicó que por ahora un solo equipo es el que sale a la calle cada semana, pero una vez, en poco tiempo quizás, que el otro grupo de cuatro corredoras y la chofer estén listas, también salgan a la par. Y así, de esa manera, posiblemente se vayan formando más grupos de corredoras, una idea de igualdad de género poco aplicada en el resto del país.


Por Mauro Parrotta