Brad Pitt y una conmovedora búsqueda en el espacio

Un viaje de ciencia ficción protagonizado por Brad Pitt, Tommy Lee Jones, Donald Sutherland y otras grandes figuras llega a la pantalla gigante. 

El astronauta Roy McBride (Brad Pitt) viaja por los bordes exteriores del sistema solar para encontrar a su padre desaparecido 20 años atrás en una misión sin retorno a Neptuno. En tanto, en su propio viaje, Roy desentrañará un misterio que amenaza la supervivencia de nuestro planeta y descubrirá secretos no sólo de por qué fracasó la misión de su padre, sino que desafían la naturaleza de la existencia humana y nuestro lugar en el cosmos.

 En este contexto nos sitúa su director y guionista James Gray, quien con un puñado de imágenes nos sitúa en un futuro distópico donde empieza a tomar cuerpo Ad Astra: una poética que propone a las estrellas como límite y frontera de lo humano que desmiente aquella promesa de felicidad del progreso y realiza una crítica muy fuerte a la carrera de colonización del espacio exterior. Brillante narrador lleno de ideas formales, Gray aprovecha los efectos visuales y el aporte del excepcional DF Hoyte Van Hoytema (Criatura de la noche, El topo, Ella, Interestelar, Dunquerke) no para regodearse (como la inmensa mayoría de sus colegas) sino para usarlas en función de las búsquedas dramáticas, teniendo en cuenta que no sólo la acción en el espacio crea suspenso sino que también el eje se centra en una conflictiva relación padre-hijo. 

Así, tal como la crítica señala, Pitt se erige como un intérprete fenomenal y suma virtuosismo a su carrera, que lejos de haber comenzado como galán hoy, a los 55 años reluce con madurez. Más teniendo en cuenta que días atrás la gran pantalla también lo catapultó con su interpretación de Cliff Booth en Había una vez... en Hollywood, de Quentin Tarantino.

Ahora, sin el sombrero de cowboy y con el casco de astronauta puesto, llegará a los corazones como un atribulado y conmovido Roy McBride.