Ante la inasistencia de los testigos, juicio oral contra dos brasileños podría suspenderse

martes 23 de junio de 2020 | 3:00hs.
Ante la inasistencia de los testigos, juicio oral contra dos brasileños podría suspenderse
Ante la inasistencia de los testigos, juicio oral contra dos brasileños podría suspenderse
Agustín Mazo

Por Agustín Mazo fojacero@elterritorio.com.ar

Con la lectura de los elementos acusatorios recolectados durante la etapa de instrucción de la causa a los dos imputados que tiene el caso, aunque sin la presencia de los tres primeros testigos, arrancó ayer por la mañana el primer debate oral en medio de la flexibilización de la cuarentena, en el edificio del Tribunal Penal Uno de Eldorado. Todo esto en el marco del feroz asesinato de un trabajador rural de Bernardo de Irigoyen.  
Tanto Luis Da Silva Zanella (22), como Rogerio Da Silva Vargas (20), ambos de nacionalidad brasileña, son juzgados por “homicidio calificado y resistencia a la autoridad”, ya que de acuerdo a las pruebas en su contra, a finales de julio de 2017, habrían planificado junto a un tercer implicado que continúa prófugo el robo de armas y dinero en efectivo a Ángel “Marreco” Márquez (59). 
Este último se desempeñaba como cuidador de una chacra en una zona rural del paraje Dos Hermanas y murió como consecuencia de múltiples lesiones cortantes en distintas partes del cuerpo. 
Según pudo averiguar este matutino por fuentes judiciales, el debate comenzó minutos después de las 9 bajo la supervisión de los magistrados Atilio León (quien preside el tribuna), Lyda Gallardo y Eduardo Jourdan, como juez subrogante.
En tanto, el Ministerio Público Fiscal estuvo representado por Federico Rodríguez y la defensa de los encartados a cargo de la Defensora Oficial Ana María Mayerhoefer. 
En primera instancia, y gracias a la colaboración de un perito traductor de la Unidad Regional III de Policía, se procedió a la lectura del auto de elevación a juicio a los dos imputados. Aunque el primer inconveniente en el debate se generó a la hora de llamar a los testigos citados para la primera jornada. 
De acuerdo a las fuentes consultadas, tres personas consideradas clave para reconstruir el caso, y que al parecer estarían en Brasil, no se presentaron a declarar ante el tribunal. 
Es por eso que de común acuerdo entre las partes se decidió pasar a un cuarto intermedio para hoy, en donde también se espera que se tomen testimoniales a otros testigos solicitados con anterioridad. 
Aunque en el caso de repetirse la ausencia, el fiscal del tribunal adelantó ayer su intención se solicitar a los jueces la suspensión del juicio por el lapso de 10 días, hasta tanto se pueda garantizar la comparecencia de estas personas ante el tribunal. 

Testimonios clave
Durante la jornada de ayer se esperaba poder escuchar los relatos de un testigo considerado clave para el caso. Se trata de un joven que al momento del asesinato era menor de edad y que vive en cercanías al lugar del hecho. 
A partir de las investigaciones hechas por el magistrado Roberto Saldaña, como titular del Juzgado de Instrucción Uno de Eldorado, se logró establecer que este adolescente mantuvo contacto directo con los presuntos homicidas, tanto las horas previas como momentos posteriores al hecho.
Según consta en el expediente, los dos brasileños se presentaron cerca de las 15 del viernes 28 de julio a la chacra en donde vivía el testigo junto a su madre. 
Durante la reunión los tres compartieron una ronda de caipirinhas y en un momento determinado de la charla el menor fue consultado por sus visitantes si su vecino “Marreco” Márquez tenía armas y dinero en efectivo en su propiedad. 
El chico respondió que sí sabía de la existencia de varias armas que guardaba el cuidador dentro de la morada de sus patrones, aunque negó saber si éste tenía dinero en el lugar.
Horas más tarde, cuando el testigo ya dormía en casa de su tío, escuchó el llamado que venía de la ventana. Y al salir se encontró nuevamente con los dos jóvenes, aunque en esta oportunidad llegaron acompañados de otro muchacho a quien no supo identificar. 
Sobre este segundo encuentro el testigo contó que fue Da Silva quien le pidió que guardara un cuchillo tipo puñal y un machete. Incluso amenazó al menor con matarlo a él y a su madre si la policía se enteraba del favor. Acto seguido los tres jóvenes escaparon y el menor no volvió a verlos más por el pueblo. 
Más allá de este testimonio, para ayer estaba previsto que declare el dueño de la chacra donde fue ultimado la víctima y otro familiar más de este último. Según los voceros, los dos imputados también habrían trabajo para el agricultor, meses antes del crimen.

Desesperado intento de escape al Brasil

Márquez fue ultimado entre las 19 y las 22 del viernes 28 de julio, en Colonia Itatí.
A media mañana del sábado 29 de julio de 2017, el cuerpo de Ángel Márquez (59) fue hallado por el dueño de la propiedad que cuidaba la víctima en Colonia Itatí, ubicada a unos 20 kilómetros de Bernardo de Irigoyen y cerca de la ruta provincial 18.
La víctima presentaba el rostro desfigurado, además de visibles lesiones con arma blanca en los pies y otras partes del cuerpo.
La autopsia realizada horas más tarde en la Morgue Judicial determinó que Márquez recibió al menos 12 cortes en el rostro, otros 11 en la espalda y misma cantidad de estocadas en el estómago. 
Por el caso se dio intervención a todas las dependencias policiales de la Unidad Regional XII para que se logre identificar a los agresores. 
Fue así que cerca de la medianoche de ese mismo sábado, en cercanías a la Aduana de Bernardo de Irigoyen, dos efectivos del Comando Radioeléctrico sorprendieron a dos jóvenes intentando esconderse en una zona de montes, próxima a la frontera con Brasil. 
Pero al intentar reducir a estos dos, recibieron una tenaz resistencia por parte de los desconocidos. Aunque con apoyo de otros uniformados, el dúo finalmente fue detenido y trasladado a la comisaría local. 
Ya en sede policial se constató que se trataría de los dos presuntos atacantes del cuidador y de inmediato quedaron en la mira de la Justicia. Según trascendió, los brasileños habrían pagado a un vecino para que los llevara en auto hasta  la zona de frontera.