2020-08-23
Peligrosa radicalización de ideas
Como oposición
Pero así como en la gestión de estos dirigentes hay diferencias, no ocurre lo mismo en la forma de hacer oposición, y hasta puede decirse que incurren en el mismo pecado o errores originales. Si uno repasa de manera breve los resultados de las elecciones, rápidamente podría concluir que el endurecimiento o radicalización extrema termina en la derrota o dispersión. Es lo que le había ocurrido a Cristina Kirchner, que siendo opositora en octubre de 2017 perdería las elecciones ante Cambiemos en la mayor parte del país. Entonces, hasta salió segunda como postulante a senadora nacional por la provincia de Buenos Aires y representó su primera derrota electoral después de 28 años consecutivos de victorias. Para entender tal escenario es importante tener presente al kirchnerismo, de Néstor Kirchner entre 2003 y 2007 y la actual vicepresidenta Cristina Fernández, cuando ejerció el máximo cargo nacional (2007-2015). Cuando el espacio gobernante o la oposición toman posturas muy duras, suele terminar generando rechazo en la sociedad; así, demuestran antecedentes electorales. Le ocurrió al kirchnerismo, cuando los resultados de las elecciones legislativas del 2009 parecieron querer poner freno a Cristina, en especial en las decisiones que se consideraban unilaterales en materia de políticas públicas. La popularidad de la entonces mandataria cayó drásticamente. Especialmente un año antes con aquel voto no positivo de Julio Cobos, en medio de la postura dura que había asumido el kirchnerismo respecto a la discusión por las retenciones con el campo. Además, el kirchnerismo aprendería de su propio error cuando en el 2015 perdió ante Mauricio Macri al presentarse a las elecciones con un candidato débil, como fue el caso de Daniel Scioli. Después se recuperaría. Quien mejor resumiría sería el propio Alberto Fernández, quien decía que con Cristina no alcanza y sin ella no se puede. Entendía que para las últimas elecciones Cristina generaría una gran masa de votantes, pero a su vez provocaba mucho rechazo. Lo que hizo Cristina entonces fue una magistral jugada, al adoptar un perfil bajo e impulsó la figura de Alberto Fernández, quien incluso antes de ser bendecido como candidato ya venía mencionando sus ideas, que sostiene en la actualidad. Es lo que hizo en una entrevista exclusiva con este diario, aun antes de ser candidato. Entonces -según quedó reflejado en la publicación del 28 de octubre de 2018- sin ser candidato ya hablaba de la necesidad de un modelo de país más integrado, un modelo económico más productivista y planteaba la necesidad institucional de recuperar una Justicia que se había puesto al servicio de Macri. Y es lo que efectivamente comenzó a hacer; es decir lo que había propuesto a los votantes. De esta manera, a fines del mes de julio presentaba Alberto Fernández el anunciado proyecto de reforma judicial.
Sin medir riesgos de contagios
Ahora la oposición agita la idea de evitar que ello avance, convocando como lo hizo el pasado 17 de agosto a una marcha en el país. Toda protesta es legítima, pero ésta resultó inoportuna porque se terminó violando el distanciamiento social y sin medirse el riesgo epidemiológico impuesto por la amenaza del coronavirus. El endurecimiento del discurso gana visibilidad con el acompañamiento de los medios contrarios al gobierno, pero pierde votos ciudadanos. El núcleo duro del macrismo, acompañó las movilizaciones y el banderazo planteando el rechazo a las medidas políticas tomadas en el marco de la pandemia por el coronavirus, contra el intento del gobierno de reformar la Justicia, protestas por la inflación, la caída de la economía y el aumento de la inseguridad y en rechazo de la extensión de la cuarentena, entre otras cuestiones. Como ya es su costumbre, a la distancia y por lo tanto sin ningún riesgo y mientras toma sus habituales y prologados descansos como lo hizo prácticamente en gran parte de su mandato, el ex presidente Mauricio Macri afirmó desde Zurich, Suiza, sentirse orgulloso de los miles de argentinos que salieron a concretar la protesta. En el país y, en línea con el sector más radicalizado del PRO, encabezado por Patricia Bullrich, adhirió a las protestas. Las críticas no se hicieron esperar desde el gobierno, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, a través de las redes observó la irresponsabilidad del ex presidente de fomentar y alentar una marcha en plena pandemia; similar postura en contra asumiría el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro.
Desde el Frente de Todos entienden que los sectores más radicalizados de Cambiemos nunca pudieron digerir la derrota y no terminan de entender que hay un gobierno que tiene un plan que fue avalado por el voto popular y ahora se está ejecutando, en respuesta a los votantes y no a los que habían elegido otro modelo que dejó al país endeudado y en la miseria.
Adaptabilidad
Adaptabilidad es un término que se refiere a la capacidad de adaptarse en tiempos tan difíciles como los actuales. En la renovación, según los dirigentes, es una palabra utilizada desde hace tiempo por Carlos Rovira y que ahora la usa para explicarles cómo actuar en la construcción política en estos momentos en que hay tensión en Buenos Aires por los grupos radicalizados de ambas veredas, cuando en Misiones no se percibe tal situación. Al contrario, sectores económicos y hasta la oposición entienden que nadie posee la fórmula única para salir ileso de esta pandemia y es necesario avanzar codo a codo buscando soluciones.
Por ello, según unas encuestas que estuvieron circulando por estos días, la población misionera entiende que se está administrando positivamente la Provincia este momento de incertidumbre. Están a la vista los resultados, en lo que han denominado una forma binaria de actuar atendiendo por igual la salud y la economía. Esto hizo que se lograra hacer funcionar casi en un 95% las actividades. A propósito de lo económico, Misiones continúa mostrando importantes signos de recuperación en medio de la pandemia. Esta semana, el sector de la forestoindustria dio a conocer la alta demanda que registran tanto en el mercado interno como externo.
Los pedidos se multiplican. Una situación similar se viene registrando en el sector de la construcción y el comercio particularmente en Misiones, de allí que empresarios están más en sintonía que nunca como ocurre con todos los sectores políticos de Misiones en solicitar a la Nación medidas excepcionales para la provincia por su situación de frontera.
En la Legislatura provincial se da una particularidad, así como el gobierno misionero se encuentra funcionando a pleno en esta pandemia, del mismo modo lo está haciendo el Legislativo. Muestra de ello es que el último jueves se aprobaron diez leyes e ingresaron medio centenar de comunicaciones y declaraciones. Entienden que de continuar de esta manera, batirían un récord de producción de leyes en plena pandemia. Sumado a que desde 2008 nunca se dejó de tener quórum.
Volviendo a los pedidos de un tratamiento diferencial para Misiones, tanto el sector político y económico como la Confederación Económica de Misiones, esperan hablar en los próximos días con el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas. En principio, se estarían definiendo una nueva fecha para concretar la videoconferencia con las autoridades de Misiones, porque no se podría concretar mañana por los cambios que se produjeron el último viernes, en medio del desplazamiento del cargo de Sergio Lanziani, que fue reemplazado en la Secretaría de Energía por el neuquino Darío Martínez, tras un pedido formulado por el propio Kulfas. Además, el gobierno anunció que la Secretaría quedará ahora bajo el ala del Ministerio de Economía.
En cuanto a la salida de Lanziani de la Secretaría de Energía, era un tema que venía madurando desde hace mucho tiempo. Tanto desde la Provincia como desde la Nación concluyeron que no supo adaptarse y trabajar en equipo como imaginaban ocurriría al llegar al cargo que ahora debió abandonar.
Desde las filas de la renovación le cuestionaron desde el minuto uno, porque apenas asumió pretendió diferenciarse y cortarse solo como dicen los chicos, hasta llegar a operar en contra del espacio que lo llevó a ese lugar.
Además, desde el partido gobernante vieron con malos ojos que intentara trascender solo en lo personal, sin aportar beneficios colectivos, como se espera de todo dirigente.
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