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Alertan que se derretirá sector de la Antártida en las próximas décadas

Un nuevo estudio actualiza datos de informes anteriores, que señalaban que el fenómeno se daría en miles de años; el cambio climático, la causa
martes 12 de abril de 2016 | 12:30hs.
Alertan que se derretirá sector de la Antártida en las próximas décadas
Alertan que se derretirá sector de la Antártida en las próximas décadas

Hace medio siglo que los climatólogos catalogan el casquete polar del sector occidental de la Antártida como una especie de espada de Damocles que pende sobre la civilización. Estiman que ese vasto manto de hielo, más grande que México, podría derretirse por el cambio climático, lo que provocaría que los niveles de los océanos se eleven 3,5 metros o más. Los investigadores suponen que el fenómeno tardaría cientos o miles de años en producirse, aunque un nuevo estudio plantea que el escenario se daría mucho antes de lo previsto.

 

Según un informe publicado hace unas semanas en la revista Nature, la emisión sostenida de gases de efecto invernadero podría desencadenar la desintegración de esa capa polar en las próximas décadas. Para fines de este siglo, la cantidad de agua que se liberaría a los océanos haría subir el nivel de los mares casi un metro.

 

El estudio reveló que, sumado al derretimiento del hielo en otras regiones, el ascenso total de las aguas podría ser para 2100 de entre 1,5 y 1,8 metros. La cifra duplica el aumento que hace apenas tres años informó un panel de especialistas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y es tan alta que quizá genere una profunda crisis humanitaria.

 

 

El efecto en el largo plazo sería el hundimiento de las costas de todo el mundo y de muchas grandes ciudades. En el peor de los escenarios pronosticados, por ejemplo, las chances de Nueva York de sobrevivir otros 400 años parecen muy remotas. Miami, Nueva Orleans, Londres, Venecia, Shanghai, Hong Kong y Sydney correrían la misma suerte. En principio, sería posible construir defensas costeras para proteger las ciudades más densamente pobladas.

 

 

Varios especialistas que no participaron del estudio destacaron su relevancia. Y hasta lo catalogaron como un "hito científico". Pero, aun así, estiman que no es determinante. En una entrevista concedida hace un par de semanas, DeConto relató los años de trabajo frustrante. El modelo computarizado que diseñaron logró explicar de manera sofisticada el comportamiento actual de la capa de hielo, aunque falló al analizar el pasado.

 

En la simulación, por ejemplo, salvo que se elevaran las temperaturas mundiales a extremos poco realistas, el hielo no se derretía como para hacer subir las aguas al mismo nivel que alcanzaron en eras geológicas anteriores, cuando la atmósfera o el océano eran más cálidos.

 

"Sabíamos que nos faltaba algo", confesó DeConto. Ahí apareció el especialista en glaciaciones de la Universidad Estatal de Pensilvania, Richard B. Alley, con una recomendación: que los científicos consideraran lo que ocurriría si el aumento de la temperatura afectara a las vastas plataformas de hielo flotante que son barrera de contención del casquete polar. Si se perdiera esa protección, lo más probable sería la formación de gigantescos riscos de hielo. Para Alley, serían tan altos que en algunos puntos se volverían inestables. Además, el calentamiento de la atmósfera probablemente aceleraría el derretimiento de su superficie durante el verano, debilitándolos aún más.

 

Alley presupone que el resultado podría ser una veloz contracción del casquete polar por el desprendimiento de los riscos, que caerían al mar.

 

 

Tarde o temprano, también las partes altas, vulnerables y más frías del casquete polar del sector oriental comenzarían a colapsar en 2500. Así, se registraría un aumento de 14 metros en el nivel de los mares, junto con la llegada de agua de otras partes del planeta.

 

Con un esfuerzo real y constante para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero, se podría salvar la Antártida. De este modo, el informe no permite llegar a la conclusión, como lo hacen otros, de que la desintegración gradual de la Antártida es irreversible.