Vecinos suman quejas por lugares “tomados” que impiden estacionar

La intervención del municipio para lograr liberar los estacionamientos denominados exclusivos o de privilegio motivaron la reacción inmediata de los posadeños, que se muestran decididos a apuntar los distintos escenarios irregulares, especialmente en el microcentro de la ciudad, en donde poder estacionar los vehículos es una verdadera misión imposible.

Desde la propia secretaría del gobierno municipal se admitió que existen demasiados lugares públicos y privados que no tienen autorización ni se ajustan a la ordenanza vigente, por lo que se adelantó que ante esa situación cada vez más irregular, en los próximos días será obligatorio el reempadronamiento de todos los espacios de estacionamiento que existan en la ciudad.

Pero no sólo la situación caótica para estacionar se sucede dentro de las cuatro avenidas de Posadas. Los lectores, mediante la página web de El Territorio, se mostraron enojados por las reiteradas violaciones a las prohibiciones de estacionar en los carriles para los ciclistas, como por ejemplo aseguran, ocurre en la avenida de mano única, Francisco de Haro.

“Se les otorgará entre 20 a 30 días para la inscripción de los frentistas”, había dicho el propio secretario de Gobierno, José Moglia, quien aseguró que de ajustarse a la ordenanza vigente, autorizarán a que sigan estacionando en esos espacios, utilizados no sólo por dependencias públicas sino privadas como clínicas, obras sociales, entre otros.

Es que los funcionarios de tránsito y transporte lograron detectar que algunos carteles de estacionamientos exclusivos fueron colocados sin autorización municipal y otros violando las normativas.

La decisión de hacer respetar los espacios libres y los lugares en donde sí el municipio colocó prohibiciones o restricciones para el estacionamiento, derivó en que ahora haya una grúa municipal haciendo guardia en los horarios pico en el microcentro.

Es que en esos 100 metros, hay espacios exclusivos para motos, para taxis, al menos cuatro contenedores de basura y sólo quedan lugares para menos de diez automóviles. Una cuadra antes, además, entre las calles La Rioja y Córdoba, se debería revisar los carteles en donde se advierte que es exclusivo el espacio para el descenso y ascenso de turistas. Y para delimitar o marcar ese territorio, también se dispuso la colocación de los ya odiados conos anaranjados, acción que está prohibido por el municipio.

Sobre la calle La Rioja, entre Félix de Azara y Colón, se suceden dos casos muy particulares. Sobre la vereda sur, funciona un dependencia de la Justicia Federal cuya entrada es un garaje.

“Entonces pusieron un cartel en la propiedad vecina, que es una clínica oftalmológica y un policía federal cuida para que estacione el jefe de la dependencia”, aseguró el lector Luis Linares.

“Entonces los pacientes tienen que bajar, con problemas de visión, en doble fila y allí sí se justificaría un cartel, aunque sólo por algunos minutos”, sugirió el posadeño.

Casi frente a ese escenario, sobre la vereda norte de La Rioja, un frentista decidió delimitar el espacio para estacionar, colocando otro de los famosos conos en la calle y como si fuera poco, además, colocó un carrito de supermercado. Toda una originalidad posadeña.