Un gran legado que cobra protagonismo

miércoles 10 de octubre de 2018 | 5:00hs.
Un gran legado que cobra protagonismo
Un gran legado que cobra protagonismo
“Cada uno fue llegando y fue contando la historia de su familia”, detalló Ivana Pereyra, actual representante de los húngaros en Misiones.
De la Argentina, crisol de raíces, Misiones es uno de los máximos exponentes de la inmigración, de allí que albergue a la Fiesta Nacional del Inmigrante. A pesar de ello, la húngara es una colectividad que tiene muchos abanderados sin saberlo. Increíblemente, a partir de una investigación del antropólogo Mark Zonda que llegó al país el año pasado en búsqueda de descendientes húngaros, se descubrió en Corpus, principalmente, un gran polo de hijos de esta nación.
Koch, Toth, Nemeth, Tompos, Kerenyi, Sersing y Kulcsar fueron algunos de los apellidos que encontró en la zona y reconoció como coterráneos.
Así, desde ese puntapié inicial, se empezó en 2017 a gestar una colectividad húngara. Si bien el año pasado ya se hicieron presentes en la fiesta jardinense de Raíces (ver página 11) y este año por primera vez participaron del desfile de la Fiesta Nacional del Inmigrante, queda mucho por hacer y sus 60 integrantes rastrean a todo semejante que quiera sumarse a la divulgación de su cultura.
Aun siendo una colectividad pequeña, el 2018 los impulsó a redoblar la apuesta y es así que en Raíces se presentan como una casa más: con ballet propio, comidas típicas y hasta una soberana que compite por el trono provincial.
En tanto, en el país, se estima que la inmigración húngara comenzó fuertemente a partir de la Primera Guerra Mundial. Sin embargo ya tuvo su representante en la expedición de Magallanes en 1520 y grandes exponentes en la etapa jesuita de la región como Ferenc Limp, László Orosz, Fülöp Ferder, Ferenc Szerdahelyi y Zsigmond Asperger, médico que marcó un hito en la medicina nacional con el uso de la herboristería. Entre célebres artistas, teólogos y militares, el más conocido es quizás, Ladislao Biró (László József Biró), a quien inevitablemente honoramos día a día cuando llamamos ‘birome’ al bolígrafo.
Tal como explicó Ivana Pereyra, quien se calzó la corona de esta colectividad (en su ascendencia se destaca el apellido Koch); se creía que la mayoría de los descendientes húngaros se encontraba en Buenos Aires, Chaco y Mendoza pero la sorpresa tuvo su foco en Corpus y alrededores. “Fue un impacto muy grande” graficó, al detallar el momento en el que muchas familias descubrieron su origen. “En mi familia tenemos una variedad de  polacos, alemanes...en una reunión nos dimos cuenta de que nuestro apellido es húngaro y fue un impacto. Lo vivimos así y las demás familias también” agregó.
Además, alentó que la misión del grupo es que “Misiones sepa que hay una colectividad húngara y que está activa”. Con respecto a las características que definen a esta nacionalidad, explicó que la música es muy festiva y alegre, y la relacionó como si fuese una especie de combinación entre las danzas tradicionales de Italia y Rusia. Entre los platos típicos se encontrará el gulash en el centro de la escena, masas dulces y vino caliente. Por sobre todo destacó la calidez de su gente, estandarte con el que buscan hacer crecer el grupo y su cultura en la provincia.
Con una delegación aún pequeña, los húngaros buscan acrecentar su presencia en la provincia.
Ivana Pereyra es la representante de la corona húngara misionera.