Pidieron que se declare la emergencia por la violencia contra las mujeres

viernes 25 de octubre de 2019 | 5:00hs.

Alumnos de distintas facultades, junto a integrantes de agrupaciones sociales y movimientos feministas marcharon ayer por la mañana por las calles del microcentro posadeño para alzar la voz y exigir el alto a los ataques violentos y los hechos de inseguridad que se vienen registrando en la capital provincial contra estudiantes y mujeres.

El punto de concentración que eligieron los manifestantes fue el Mástil, en la intersección de las avenidas Uruguay y Mitre. Desde allí, un centenar de personas partió puntualmente a las 9.30 con carteles y afiches con mensajes con las leyendas: “Vivas nos queremos”, o “De camino a casa quiero ser libre, no valiente”, con la clara consigna de visibilizar el problema de la violencia contra las mujeres.

A la marcha se sumaron una gran cantidad de vecinos que acompañaron y caminaron junto a los estudiantes por varios minutos por calle Junín hasta llegar a Bolívar, para seguir el recorrido rumbo hasta el edificio del Concejo Deliberante de Posadas, lugar donde finalizó minutos más tarde la movilización. En ese lugar, los presentes entregaron un petitorio dirigido a los ediles y en donde se solicitó que se declare de inmediato la emergencia contra la violencia contra las mujeres.

El pedido se basó fundamentalmente ante una serie de ataques y hechos de inseguridad que tuvieron como protagonista, tanto a mujeres como a estudiantes de distintas facultades de la capital provincial.

Y fundamentalmente ante el último episodio denunciado hace una semana por una estudiante de 19 años de la Facultad de Ciencias Exactas que dijo haber sido golpeada y manoseada por tres hombres cuando regresaba a su vivienda en el barrio El Palomar.

“Entendemos que se debe declarar la emergencia porque somos las mujeres las principales víctimas de una situación en donde se llevan nuestras vidas y necesitamos que las fuerzas policiales se capaciten y estén instruidas para contener a todas las víctimas”, sostuvo Andrea Dombroski, miembro del Movimiento Cepa y una de las organizadoras de la marcha.

Según argumentaron distintos estudiantes consultados por este medio, con la declaración de emergencia se pretende lograr la conformación de un equipo interdisciplinario que contenga los mecanismos legales, psicológicos y médicos, para que se pueda trabajar, de forma integral, en la contención, pero también en la prevención de hechos de violencia de cualquier tipo.

“Necesitamos campañas reales, necesitamos que la Ley de Educación Sexual Integral realmente se instrumente en todas las escuelas porque es una ley que pone en discusión la cuestión de la violencia intrafamiliar, donde se ha logrado detectar casos de violencia y de abuso gravísimos”, remarcó Silvina García del Movimiento Popular La Dignidad.

Además, el ministro de Gobierno, Marcelo Pérez, recibió a autoridades y alumnos de la Facultad de Ciencias Exactas, Químicas y Naturales de la Unam, con quienes se acordó un plan de trabajo para reforzar la seguridad en el ámbito universitario.

En la reunión se planteó ampliar el sistema de videovigilancia en el barrio El Palomar y en otros espacios que concentran gran cantidad de estudiantes, crear un Foro de Seguridad Estudiantil e implementar corredores seguros.

En Miguel Lanús solicitan más iluminación y seguridad

Acosta (medio) junto a los referentes vecinales Néstor Benítez y Fermín Torres.

Por Dennis Prieto fojacero@elterritorio.com.ar

En un amplio radio en los alrededores al Campus Universitario los vecinos están alerta. El aumento exponencial de los asaltos a casas, arrebatos en las calles y robos de motos y autos los mantiene en vilo. Las denuncias se acumulan, pero desde el Foro de Seguridad de Miguel Lanús sostienen que la presencia policial sigue siendo escasa.

“Son más de 4.000 estudiantes universitarios que viven en la zona, en su gran mayoría son gente del interior, que tienen una forma de vida confiada, y se encuentran con esta realidad y no saben qué hacer”, manifestó Carlos Aranda, presidente del Foro de Seguridad Vecinal de Miguel Lanús en diálogo con el programa Acá te lo contamos por Radioactiva.

A los asaltos a casas y comercios se sumó, con mucha frecuencia, el robo de vehículos en la calle a cualquier hora del día. “La inseguridad que estamos viviendo es mucha. Hay robos y arrebatos a toda hora, y el que pierde ya no recupera”, afirmó Aranda.

Días atrás, las autoridades de la Universidad Nacional de Misiones (Unam) pusieron de manifiesto la preocupación de la comunidad universitaria ante las reiteradas situaciones de violencia sufridas en la vía pública hacia estudiantes mujeres, en inmediaciones de distintas dependencias o unidades académicas de la institución.

En este sentido, pidieron con urgencia la necesidad de mejorar las condiciones de seguridad -como iluminación y vigilancia-.

Exigen respuesta inmediata

Los reclamos de la comunidad fueron elevados al Ministerio de Gobierno de la provincia, a través de una nota el pasado 10 de septiembre, pero recién el último martes funcionarios de la cartera de seguridad se acercaron a interiorizarse de la problemática.

Entre los proyectos que se propusieron al ministro Marcelo Pérez se destacan los pedidos para la creación de una mini brigada que dependa de la Seccional Décima, la provisión de más móviles para dicha dependencia, más recorridas a pie de uniformados en los distintos barrios que conforman Miguel Lanús, como así también la incorporación de mayor luminaria en la vía pública.

Según expuso Aranda, “en la comisaría son pocos efectivos, hacen un traslado de un detenido al juzgado, se llevan el vehículo y quedamos acéfalos, en ese interín pasan los delitos”. Y añadió: “El comando si llega pronto tarda una hora o a veces directamente no vienen, esto pone nervioso a los vecinos que ya no quieren hacer la denuncia”.

Ataques a estudiantes.

El pasado 10 de julio, Sara Sanabria debió asistir de urgencia a su hija de 18 años, que al salir de clases en horas de la tarde de la Comercio 8, fue atacada a golpes por un delincuente quien terminó quedándose con las pertenencias de la estudiante.

“Las casas están enrejadas y los delincuentes andan como si nada por la calle, y eso no es justo”, señaló Sanabria, quien además contó que desde ese día su hija no sale sola de su vivienda en el barrio A 3-2 por miedo a ser víctima de otro violento ataque.