Con esfuerzo, familias siguen apostando al sector

sábado 14 de septiembre de 2024 | 6:04hs.

En Pozo Azul funcionan dos cooperativas que cuentan con cuenca lechera, una de ellas es la Cooperativa Agropecuaria y Forestal Polvorín y la otra, la Cooperativa Agrícola, Ganadera y de Servicios Azul. Entre ambas suman cerca de 15 familias que se dedican a la cría de vacas para la obtención de leche destinada a la elaboración de queso. Si bien socios y entidades hacen un enorme esfuerzo, resulta muy complicado sostener la actividad, por los altos costos de producción y la disminución de la cantidad de productores dedicados al tambo.

La Cooperativa de colonia Polvorín, en Pozo Azul, es la pionera en el departamento de San Pedro en dedicarse al rubro del tambo y contar con una sala de elaboración de quesos industrial, debidamente habilitada. Comenzó a producir hace más de cinco años cómo una actividad para diversificar las chacras y darle un valor agregado al trabajo de la mujer. Desde un principio, el producto elaborado fue aceptado con enorme demanda, en los municipios de San Pedro, Eldorado y Bernardo de Irigoyen.

La actividad

No obstante, la actividad decae con el correr de los años, principalmente porque muchas familias abandonan la actividad por varios motivos, donde la rentabilidad es la principal. En el 2022 la entidad contaba con 22 familias socias que entregaban leche, llegaban a procesar hasta tres mil litros de leche por semana, que equivalen a unos 300 kilos de queso. A la fecha, son siete las familias en actividad que provén de la materia prima, que ronda unos 780 litros por semana.

“La producción es muy baja, por varios factores, en especial las cuestiones climáticas y el desinterés de los vecinos. Con la poca producción no alcanzamos a cubrir la demanda en la colonia donde funcionamos, San Pedro, Irigoyen y Eldorado que son las localidades que generalmente se vende el producto”, manifestó Karina Ostapiuk, presidenta de la cooperativa.

Luego, hizo referencia a la mejoría en el valor del litro de leche y el esfuerzo que deben realizar para seguir adelante, haciéndole frente a altos costos como los servicios de energía, combustible para retirar la leche de la casa de los colonos y los insumos. “El precio del litro de leche al productor fue mejorando de acuerdo con las posibilidades que se tiene en la cooperativa, ya que no contamos con ningún subsidio de la provincia. El funcionamiento de la misma es netamente con la producción de la cuenca lechera”, remarcó Ostapiuk y agregó: “Pagamos $370 el litro de leche”. 

En cuanto a la  Cooperativa Agrícola, Ganadera y de Servicios Azul, la situación es igual, con notables bajas en la producción de leche y en consecuencia peligra la elaboración de quesos. “Son cuatro los productores que están en actividad a la fecha, dos han suspendido hasta que las vacas críen y vuelva a ordeñar, en total son seis que están en la cuenca. Está muy complicado, el combustible, los insumos, todo muy caro. Estamos solventando a puro pulmón y ojalá podremos levantar vuelo porque está muy tranquila la actividad ahora”, indicó por su parte Héctor Schimith, presidente de la cooperativa mencionada.

Pese a los desafíos

Entre tantas dificultades, existen familias que le hacen frente a los desafíos a fin de dar continuidad a un rubro que nació hace poco en el lugar. Tal es el caso de la familia de Sonia Rohden, que hace tres años decidió apostar a la cuenca lechera; particularmente a suministrar leche a la cooperativa de Polvorín, como alternativa para sustituir el cultivo de tabaco. Comenzaron con las vacas que tenían, pudieron mejorar y a la fecha están entre los socios que mayor cantidad de litros entregan.

“Comenzamos de cero prácticamente, ordeñaba  unos 15 litros de leche por día, la primera venta para la cooperativa fue el 13 de agosto de 2021, ahí entregué 41 litros, ahora llegamos a 200 y 250 litros cada dos días”, contó Rohden.

La productora cuenta con 12 vacas lecheras. En esta época del año, sólo cuatro están produciendo leche, debido a que las demás están a punto de parir. Esta situación se observa en varios tambos, siendo uno de los factores por los cuales, recién a mediados o fines de septiembre, el ordeñe vuelve a ser del 100%. “Ahora estamos sacando solamente 20 litros por día, porque además de las vacas que están por criar en invierno disminuye el pasto y baja la producción”, señaló la productora.

Según sostuvo, mejorar el tambo es el principal desafío de las familias, tanto en lo que respecta a la adquisición de vacas lecheras como ampliar el campo e implementar nuevas pasturas, que favorezcan la producción de leche y aseguren una alimentación nutritiva durante los meses más críticos, que suelen ser durante el invierno.


En cifras

780

Litros por semana llega a producir la Cooperativa Polvorín actualmente. Antes llegaban a producir tres mil litros de leche por semana.

Producción lechera busca sostenerse y enfrenta altos costos y condiciones climáticas

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