Solicitud formal en la Cela de Alem
Intendentes de la zona Centro piden cambio de autoridades
La Cooperativa de Electricidad y Otros Servicios Públicos de Alem (Cela) es la prestataria del servicio de energía en nueve municipios de la zona y para el domingo 4 de agosto están convocados todos los socios divididos en nueve distritos para elegir 153 delegados quienes luego son convocados dentro de los 30 días siguientes a una asamblea general y ellos deberán elegir a tres nuevos consejeros para reemplazar, entre otros, a quien ocupa la presidencia, Juan Carlos Jungengel, reelecto por tres veces consecutivas completando así casi una década en cargo.
En ese sentido en un hecho que no posee precedentes los intendentes del área de concesión decidieron salir a pedir el cambio de rumbo y firmaron un documento mancomunado solicitado a los socios de la entidad “entre los que nos encontramos como municipalidades” que vayan a participar de las asambleas próximas.
De esta manera los jefes comunales de Alem, Matías Sebely; de Cerro Azul, Gaspar Dudek; de Almafuerte, Celia Smiack; de Dos Arroyos, Rosario Becker; de Mojón Grande, Adrián Solís; de Arroyo del Medio, Benito Da Silva; de Caá-Yarí, Gabriel Friedrich; y de Gobernador López, Rubén Golot, viendo el estancamiento de la Cela y que su actual presidente pretendería continuar en su cargo decidieron salir a respaldar públicamente la lista Celeste y Blanca que contiene entre sus filas a representantes de distintos estratos sociales y económicos que pretenden reencauzar los destinos de la cooperativa que tiene incidencia directa en un universo de más de 70.000 habitantes que dependen de ella para el suministro eléctrico.
Así los alcaldes expresan en su comunicado que “no es momento de mezquindades” y añaden su pedido y compromiso en los destinos de la Cela y llevarla “a un nuevo tiempo que nos permita acceder y realizar inversiones que permitirán ampliar el acceso de nuestros vecinos a los servicios públicos” dicen.
Según las leyes vigentes la puesta a consideración del balance general cerrado al 31de diciembre debía hacerse antes del 30 de abril, pero esto no sucedió y también ofuscó a los socios que no lograron tampoco reacciones al respecto desde la sindicatura de la Cela que debería haber velado por ello.
Una de las aristas más preocupantes es el abismal crecimiento del quebranto o el resultado negativo que arrojó el balance subiendo más de cuatro mil por ciento respecto al año anterior. Trasladado a números de 2022 la Cela cerró su ejercicio con un saldo negativo de poco más de 5 millones de pesos y al 31 de diciembre de 2023 el quebranto es de 221.841.139,26 pesos con un casi nulo crecimiento de socios o nuevas conexiones.