Por los altos costos para comprar la ropa

Escuelas arman roperos y alivianan exigencias de uniformes

En varias instituciones apelaron a la solidaridad de los egresados para que donen lo que dejan o no se exija la vestimenta completa. Las técnicas son las más complicadas
sábado 16 de marzo de 2024 | 6:05hs.
Escuelas arman roperos y alivianan exigencias de uniformes
Escuelas arman roperos y alivianan exigencias de uniformes

La situación económica que desde hace años golpea en la sociedad se agudizó este 2024 con la aceleración de la inflación y las escuelas públicas y privadas lo notan de diversas formas. Una de ellas tiene que ver con la imposibilidad de los alumnos de poder cumplir con los uniformes e incluso los útiles escolares que le son solicitados; se ve más en los ingresantes que en caso de tener que comprar todo nuevo o por primera vez el gasto puede ascender hasta los $100.000.

Así, algo que antes era una realidad de los centros educativos de la periferia, ahora se observa en pleno centro de la ciudad de Posadas. A tal punto que varios establecimientos debieron crear roperos escolares o piden a los alumnos que egresan que donen los uniformes o guardapolvos para que los chicos de grados inferiores puedan usarlos.

Tal es el caso del CEP 4, donde, por ejemplo, apenas abrieron las puertas este año, pidieron vía redes sociales las donaciones de chombas, pantalones, polleras, zapatos o abrigos azules. Bajo el lema ‘Donalo si no lo usás, llevalo si lo necesitás’ decenas de chicos se sumaron a la iniciativa.

La Epet 44 de San Antonio también apeló a la solidaridad. Foto: FABIÁN ACOSTA

“En el mes de febrero sacamos un pedido solidario para aquellos que ya habían egresado de nuestra institución -o que en su defecto les había quedado chica la ropa- para que hicieran una donación a la escuela y poder facilitarle a aquellos chicos que no estaban en condiciones de reponer su uniforme o el ingresante de comprar”, contó a El Territorio Berta Quiroga, directora del CEP 4 en la capital misionera.

La respuesta fue inmediata y los llenó de satisfacción. “Nos donaron uniformes, mochilas, zapatos, zapatillas y estamos entregando a los padres o a los alumnos que vienen porque sabemos la situación en que están viviendo. Además de eso se mandó un comunicado para informar a los padres está en vigencia una resolución que habla de la posibilidad de aquellos que están imposibilitados de venir con el uniforme, que traigan guardapolvo blanco”, agregó.

De un escenario similar dio cuenta Teresa ‘Teté’ Moras, directora de la céntrica Escuela Nº 1 ‘Félix de Azara’, si bien dijo que los chicos cumplen con lo pedido, debieron crear un ropero escolar para reunir donaciones y ayudar a las familias que no pueden hacerlo.

“Debido al contexto económico se armó un ropero donde los alumnos que egresaron dejan sus remeras y las donan a sus compañeros. De todas maneras se aclara que los que no puedan traer el uniforme que no lo hagan, lo importante es que vengan a la escuela con lo que tengan”, señaló.

Algo parecido ocurre en la Comercio 18 que creó un espacio de donación para que los ex alumnos dejen la ropa que ya no usarán en manos de quienes siguen cursando.

Por su parte, Estela Sosa, directora de la Escuela 645, comentó que ellos siguen usando guardapolvo blanco, pero la institución de jornada extendida está inserta en un contexto de familias de escasos recursos.

“Nuestros alumnos todavía no están viniendo en su totalidad, no todos tienen los recursos económicos. Hay que buscarlos en las casas y ofrecerles útiles y guardapolvos que donan las maestras”, explicó Sosa.

Mientras, Gladys Ledesma, del Colegio Nº 1 Martín de Moussy, indicó que si bien cumplimentan la vestimenta, algunos llevan zapatillas en lugar de los zapatos que les son requeridos.

Las técnicas

La cuestión es aún más complicada en las escuelas técnicas, donde los chicos no sólo deben llevar la vestimenta para las clases regulares, sino que también una específica para los talleres, con tela tipo grafa y zapatos de seguridad para trabajar en las materias específicas de cada orientación, además de carpetas, tableros y otros materiales.

“En la escuela trabajamos con chicos de clase media hacia abajo. Se les piden tres uniformes, pero actualmente están solo con el de clase. Con respecto al taller no le estamos exigiendo porque la situación económica les impide a los padres poder comprar toda la vestimenta”, detalló Claudio Broemser, jefe de Taller de la Epet 25 de Campo Grande. Para educación física les permitieron ir con buzos o alguna ropa de tonalidad oscura.

“Con respecto a los útiles se nota que llegan con poco para poder trabajar con los profesores. Traen lo básico: birome, carpetas con hojas y quizás un lápiz y goma, no más que eso. Son muy pocos los que a lo mejor tienen la posibilidad de tener una cartuchera completa”, añadió el docente de la escuela que tiene una matrícula de 245 alumnos.

“Realmente estamos con muchas complicaciones porque los chicos crecen y la ropa del año pasado no le anda. Ahora se les dio plazo hasta fin de mes para que puedan tenerla porque al taller tienen que entrar con la vestimenta reglamentaria”, sostuvo por su lado Liliana Pacheco, de la Epet 37 ‘Benjamín Matienzo’.

De esta manera, ante la crisis económica, directivos y docentes de algunas escuelas técnicas buscan alternativas para que sus alumnos puedan contar con los uniformes institucionales y de seguridad para los talleres.

En el caso de la Epet 44 de San Antonio, por iniciativa institucional se inició una campaña de recolección de uniformes usados con el fin de crear un ropero social y así poder colaborar con las familias que menos tienen, pero que están apostando a la educación y formación profesional de sus hijos. También piden tableros y otros materiales para los talleres.

Rafael Golemba, docente de la institución, indicó a este medio: “La idea de armar un ropero social nació con el fin de ayudar a las familias que menos tienen, es triste ver chicos que entran a primer año y están únicamente con la carpeta y la birome, pero con todas la ganas de estudiar y formarse profesionalmente, entonces debemos ayudarlos y la verdad que la situación económica está muy complicada para todos, más aún teniendo en cuenta los recortes presupuestarios. Todavía no sabemos si vamos a recibir o no los recursos nacionales de ayuda escolar, que eran destinados para el tablero y el uniforme de nuestros alumnos, eso ayudaba mucho al chico que entraba a una escuela técnica, que es cara, pero nosotros la podemos hacer más barata y empezamos creando esto y esperamos tener buenos resultados”.

En Bernardo de Irigoyen también la Epet 26 se acomoda a la crisis para que sus estudiantes puedan seguir cursando.

Es así que la semana pasada, directivos y docentes informaron que debido a la situación económica, “los pedidos para compras de chombas quedan suspendidos. En su lugar se sugiere la adquisición de una remera lisa de color azul con cuello redondo y -aquellos que estén en posibilidad- la compra de camisa de grafa color azul”.

También se resolvió que los chicos puedan ir a clases de pantalón de jean azul o pantalón de grafa azul y zapatillas o zapatos negros.

Desde la institución aclararon a este matutino que debido al estado económico reinante se tomaron algunas medidas sobre la marcha para que los alumnos puedan continuar con sus estudios y su formación profesional, ya que las escuelas técnicas cuentan con su propia reglamentación y exigencias, más aún teniendo en cuenta que se trabaja en talleres y los alumnos están expuestos a riesgos y accidentes de trabajo, por lo tanto deben usar la vestimenta adecuada y zapatos de seguridad.


Los precios aumentaron más del 100%

Para entender el panorama hay que tener en cuenta que este año, en comparación con el anterior, los uniformes escolares tuvieron subas de hasta el 120%. Los guardapolvos blancos en Posadas oscilan entre los $10.000 y los $20.000 dependiendo de la calidad

y el tamaño.

Para las escuelas que usan uniformes, las chombas y camisas tienen un rango de precios que arranca en los $23.000, mientras que los pantalones de vestir y polleras cuestan $34.000 en promedio. Las remeras para educación física se sitúan en torno a los $14.000 y las camperas de abrigo pueden superar los $40.000.

Un zapato negro escolar cuesta más de $25.000 y los de seguridad que usan las técnicas pasan los $40.000. En tanto que la camisa de grafa más económica se consigue desde $15.000.

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