Por el caso aún hay un prófugo con pedido de captura internacional

Presuntos sicarios brasileños van a juicio por un homicidio narco en Posadas

David Wesley De Olivera (24) y Gabriel Guimaraes Da Silva (22), de Porto Alegre, están acusados de asesinar al kiosquero Cristian Javier Diaz.
miércoles 21 de febrero de 2024 | 9:30hs.
Presuntos sicarios brasileños van a juicio por un homicidio narco en Posadas
Presuntos sicarios brasileños van a juicio por un homicidio narco en Posadas

Dos presuntos sicarios brasileños van a juicio por el homicidio del kiosquero Cristian Javier Díaz, ocurrido en mayo del 2022 en Posadas. Se trata de David Wesley De Olivera (24) y Gabriel Guimaraes Da Silva (22), oriundos de Porto Alegre, quienes se encuentran detenidos a disposición del Servicio Penitenciario Provincial (SPP). Como informó oportunamente este medio, David Wesley es quien habría ejecutado el arma y está ligado a la temible organización criminal Bala Na Cara. El joven tiene varios antecedentes desde pequeño y según la denuncia de una novia en 2019 estuvo oculto y amenazado porque perdió una carga narco.

Según pudo reconstruir El Territorio en base a fuentes del caso, la elevación a instancia juicio fue firmada por el titular del Juzgado de Instrucción Siete, a cargo de Miguel Mattos, bajo la figura de homicidio doblemente calificado por el concurso premeditado de dos personas y alevosía.

Ahora el expediente será remitido a un Tribunal Penal de Posadas, que deberá establecer fecha de debate oral y público. No se descarta, de todas formas, la celebración de un juicio abreviado. La carátula se corresponde con el requerimiento del Ministerio Público Fiscal, luego de la oposición de la defensa pública de los implicados. En la indagatoria ambos habían sido imputados por homicidio agravado por el precio o promesa remuneratoria, algo que se mantuvo luego en la prisión preventiva.

Por el caso hay un tercer implicado sobre quien pesa un pedido de captura internacional, quien se cree había albergado a los extranjeros, dado las armas y llevado hasta el kiosco de Díaz, donde lo acribillaron de cinco disparos. Podría ser el autor intelectual. El crimen del kiosquero ocurrió el domingo 7 de mayo del 2022 en su casa ubicada en las esquinas de las 74 y 95 del barrio Yohasá. Según relató la mujer de la víctima, cerca de las 3 de la madrugada llamaron a la ventana de su despensa y el hombre salió a atenderlos. Entonces escuchó la ráfaga de disparos que lo dejaron sin vida en el negocio.

Fuentes de la investigación expresaron a El Territorio que la sospecha es que en el kiosco de Díaz funcionaba una boca de expendio de estupefacientes y que la víctima actuaba en complicidad con su pareja, de 30 años, que fue quien llamó a la Policía y advirtió lo sucedido. Se cree que la mujer tuvo tiempo de deshacerse de la mercadería e incluso de hasta dos armas que estaban a mano de la ventana donde comercializaba la droga. Diaz, determinaron las pericias después, fue asesinado por un arma calibre 9 milímetros.

Las recorridas y levantamiento de testimonios por parte de la Dirección de Homicidios de la Policía de Misiones pudieron reconstruir rápidamente que dos personas habían sido vistas corriendo a la hora del crimen y habían subido a una Fiat Duna blanco. De esta manera, solicitaron las imágenes de una cámara de seguridad privada de la zona, que terminó por confirmar esa secuencia.

La comisión abocada al hecho pudo reconstruir, mediante un pedido de colaboración al 911, el camino del Duna, que se fue con dirección a la avenida Quaranta e ingresó al barrio Luis Piedrabuena. Nuevamente se desplegaron rastrillajes y posibles testigos, que dieron un resultado más que positivo el día 9. Se identificó una casa en las esquinas de las calles Montecarlo y Esteban Semilla, en la que - mediante tareas de vigilancia encubiertas - se pudo apreciar un coche con las características buscadas. Allí esperaron los pesquisas hasta que los dos detenidos salieron y tomaron un remís, que los llevó hasta la terminal.

Se cree que estaban prontos a huir nuevamente a Brasil. Con todo esto y la autorización judicial, se procedió a la detención de los brasileños y el allanamiento al búnker donde estaban alojados, donde incautaron el Duna. El vehículo tenía las mismas luces quemadas que las que se habían visto que no funcionaban en las cámaras de seguridad. La trama narco emergió entonces, debido a que más allá del perfil de Diaz se estableció que frente a ese mismo domicilio allanado Gendarmería Nacional había incautado un cargamento de 155 kilogramos marihuana meses antes, en octubre del año 2021, aunque sin detenidos.

Se trata de una carga de 155 kilos que estaba en un utilitario estacionado. Según la información oficial de la fuerza, una patrulla del Escuadrón 50 hacía rastrillajes cuando vieron la camioneta con vidrios bajos, que además emitía un fuerte olor característico de la droga. Por orden del Juzgado Federal de Posadas, se dispuso el traslado del vehículo a la unidad, donde los uniformados contaron seis bultos que contenían 85 paquetes con marihuana prensada y siete bolsas con cogollos.

Con todo esto, en un primero momento el juez Miguel Mattos se declaró incompetente y remitió las actuaciones al Juzgado Federal de Posadas, a cargo de a jueza Veronica Skanata, quien también rechazó la competencia. Finalmente ambos acusados serán juzgados por un tribunal posadeño.

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