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Un Regional record y con otro final polémico

Misiones tuvo 14 equipos en la última categoría del ascenso argentino, con Mitre como estandarte. Guaraní fue una decepción y el final fue, otra vez, con un arbitraje sospechoso
lunes 05 de febrero de 2024 | 17:48hs.

Cuando el torneo Regional empezó a tomar forma, en septiembre del 2023, Misiones tenía solamente siete equipos clasificados para el certamen. Pero el Consejo Federal abrió la jugada y empezó a repartir licencias deportivas. Por eso la tierra colorada tuvo 14 representantes en la última categoría del fútbol argentino, un record para la provincia.

Mitre, Guaraní, El Brete, La Picada, Candelaria, Rosamonte, Atlético Oberá, Central Iguazú, Mandiyú de Garuhapé, River de Villa Bonita, Nacional de Puerto Piray, Timbó, Atlético Posadas y Brown se inscribieron con distintos objetivos.

Para Mandiyú fue su presentación en un certamen nacional. Para Atlético Oberá la confirmación de un trabajo que lleva hace algunos años y que lo tuvo como gran animador de la Liga Obereña.

Timbó, Rosamonte, River (VB) y Nacional buscaron premiar a los jugadores que siempre los tienen como equipos protagonistas en Misiones, por nombrar algunos ejemplos.

Guaraní apareció como el gran candidato y fue la gran decepción. Central Iguazú empezó como uno más y dio la grata sorpresa, dejando en el camino justamente a la Franja.

El sábado 28 de octubre con un gran triunfo de Brown 5-3 ante El Brete en San Isidro, se puso en marcha el torneo Regional para los equipos de la tierra colorada, que tuvo a Mitre como el gran estandarte.

Miguel ‘Pico’ Salinas fue el elegido por el Auriazul. El DT siempre fue un bombero para Crucero y Guaraní. Cuando las papas quemaban o un entrenador dejaba su cargo, aparecía Pico. Al ex arquero le tocó armar su equipo, pedir jugadores y cumplió. El conjunto de Rocamora fue uno de los mejores del Regional.

De hecho, Mitre solamente perdió un partido de los 12 que jugó. La final ante Defensores de Formosa, manchada por la pésima actuación del árbitro Gustavo Benítez, no debe empañar el gran logro de Mitre y de Salinas, que logró potenciar jugadores y combinar la experiencia de Pinti Álvarez, Leo Morales, Richard Rodríguez, Beto Comes y Ulises Silveira, con las ganas de mostrarse de Iván Esquivel, Kevin Sarza, Gonzalo Melgarejo, Katriel Lukoski, pibes que piden pista y tienen con qué.

Mitre ganó de punta a punta su zona. Eliminó a La Picada y Rosamonte, sacó de combate a Brown con dos goleadas en octavos, chocó con Central Iguazú, la sorpresa misionera, y lo goleó en la ciudad de las Cataratas. Las lesiones complicaron la campaña, pero se las arregló para eliminar a Victoria de Curuzú Cuatiá (en una tarde que quedará para la historia con un gol de Pinti Álvarez en el último minuto) y luego sufrió, como muchos equipos misioneros, los malos arbitrajes.

Se le podrá reclamar a Mitre que en la ida no jugó a lo que solía jugar. Que no encontró fútbol. Es cierto, pero también hay que poner en la balanza que tuvo a varios titulares lesionados. Defensores de Formosa se llevó un 0-0 clave y en su provincia ganó 2-1, con muchas polémicas.

Dos penales a favor (ambos muy discutibles), una roja para Estigarribia que no fue, por un codazo sobre Esteban Klyniauk y una roja que sí fue, para Braian Domínguez. Dos amarillas por protestar en apenas 21 minutos. Al menos raro.

La campaña de los de Rocamora fue más que positiva desde los resultados, pero también desde lo institucional. Mitre confirmó que hace años trabaja para ser protagonista y que combina chicos salidos de la casa, refuerzos misioneros y algunos de afuera con una identidad y una manera de jugar al fútbol claras, más allá de quien sea el DT.

Decepción y sorpresa

Guaraní empezó, como en cada campaña, con la mente fija en volver al Federal A, ese torneo que dejó en marzo de 2018. Pasaron ya dos Mundiales, Argentina festejó en Qatar, pero la Franja sigue hundida en la última categoría del ascenso argentino.

Jonathan Schunke pegó la vuelta, pero una lesión lo sacó del torneo. Jugó apenas dos partidos. En el medio se supo que tenía todo arreglado para ser DT de la Reserva de Estudiantes.

“Le pagué un millón de pesos antes de venir”, tiró el presidente franjeado Patricio Vedoya, semanas después de la eliminación de los de Villa Sarita en la primera fase del torneo Regional. Sí, en la primera fase del torneo Regional. Un equipo que se armó para ascender y que fue una decepción.

Guaraní no llegó ni al 2024 y antes de fin de año ganó la Liga Posadeña con un plantel de muchos pibes que jugaron un gran fútbol. Surgen, entonces, la duda. ¿Si hubiesen jugado los pibes la historia hubiese sido diferente? Imposible saberlo, serán en todo caso confabulaciones. Lo que sí es cierto es que la Franja tiene una linda camada que deberá potenciar y saber cuidar, algo que no suele suceder mucho en Villa Sarita.

Esa zona 2 de la región Litoral Norte tenía a Nacional de Puerto Piray, un equipo siempre duro de roer y a Central Iguazú, único representante de la ciudad de las Cataratas y que sorprendió a propios y extraños.

El Naranja eliminó a Guaraní (le ganó ambos partidos), sacó a Nacional, dejó en octavos de final a Timbó en Jardín América tras un 3-3 electrizante y una definición por penales y le dio varios dolores de cabeza a Mitre, que resolvió la serie en la revancha.

Atlético Posadas fue el quinto misionero en octavos. Los dirigidos por Juan Eluchans alternaron buenos y malos resultados en la primera fase, pero les alcanzó para ser los mejores segundos de toda la región. En el primer mano a mano, el Deca parecía haber sacado una buena ventaja ante Puente Seco de Paso de los Libres, pero se durmió y en la revancha no pudo.

Buen certamen para los del barrio Tajamar, que poco a poco recuperan presencia en los torneos nacionales y ya le tomaron el gusto a esto de ser parte de los Regionales. Ahora, más allá de competir, Atlético Posadas tendrá que enfocar también sus esfuerzos en su infraestructura si pretende crecer a gran escala.

El torneo Regional terminó para los equipos misioneros. Con una imagen que no fue la de los poco más de cuatro meses de competencia. La policía rodeó al árbitro Gustavo Benítez para que ningún jugador de Mitre le pueda reclamar lo, en el mejor de los casos, mala actuación en Formosa.

Los equipos de la tierra colorada dieron espectáculo, se animaron a jugar de igual a igual en cualquier cancha y Mitre ilusionó a toda una provincia con el sueño de un segundo equipo en el torneo Federal A.

Será, ahora, tiempo de reflexionar y analizar, en lo colectivo y en lo particular. Cada club hará su balance de temporada, si rindió desde lo deportivo, lo institucional y lo económico para empezar las competencias locales y apuntar al Provincial, que dará una plaza para el próximo torneo Regional.

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