San Pedro: travesía en kayak, arroyo muy crecido y rescate gracias a la reserva Don Otto

Un grupo de amigos de San Pedro que se aventuró en una travesía por el Piray Guazú, compartió con El Territorio la experiencia a modo de poner en valor las áreas naturales privadas protegidas, en este caso en particular la reserva privada Don Otto, donde gracias a la gentileza de su propietario pudieron ser rescatados ya que les resultaba imposible y muy peligroso avanzar por la creciente del arroyo
martes 30 de enero de 2024 | 10:25hs.
San Pedro: travesía en kayak, arroyo muy crecido y rescate gracias a la reserva Don Otto
San Pedro: travesía en kayak, arroyo muy crecido y rescate gracias a la reserva Don Otto

El grupo de amigos comenzó la travesía el viernes desde un punto de bajada conocido como Bote Cué para remar por unos 50 kilómetros hasta su afluente con el arroyo Anta, donde estaba programado el rescate para el domingo entre el mediodía y la tarde, tiempo en el que estimaron completar el recorrido. Sin embargo, el arroyo tuvo una crecida que tornó no solo peligroso avanzar sino imposible llegar en el tiempo previsto.

Durante el primer día de kayaqueada, el caudal del arroyo los sorprendió, tratándose de un trayecto donde existen remansos, correderas, cascadas y salto, que debido al incrementó en su caudal lo torna peligroso. Con mucha precaución lograron avanzar, pero cada vez la situación se tornó más riesgosa, apenas encontraron un lugar donde hacer noche, por lo que el segundo día, decidieron encontrar un lugar donde parar y que puedan desde ese punto solicitar el rescate.

Casi a media mañana del sábado, llegaron a un punto donde a pocos metros del arroyo había un espacio parquizado, decidieron salir del agua con el objetivo de encontrar a alguna persona o una vía de comunicación para dar aviso a los rescatistas de que no llegarían el domingo al lugar previsto, teniendo en cuenta que, en este tipo de travesías o zonas, no existe ningún tipo de comunicación.

Dejaron el agua, y descubrieron que en el parquizado había un quincho, dos de ellos comenzaron a caminar en busca de encontrarse con alguna persona, en el área del quincho no había nadie, solo encontraron carteles con la valiosa información de que se trataba de la Reserva Natural Privada Selva Paranaense "Don Otto". Luego de un largo trayecto de caminata, llegaron hasta un campo, el cual recordaron haber visto desde el mapa.

Caminaron y caminaron desde las 10 hasta las 14:30 horas  por kilómetros muy dificultosos con la esperanza de encontrar algún cuidador hasta que llegaron a uno de los cerros más altos de la propiedad donde el teléfono recuperó señal, únicamente para realizar llamada común, casi como un milagro.

Uno de ellos logró comunicarse con un familiar en San Pedro, pasó las referencias y fue cuando comenzó el grandioso gesto de amabilidad, cordialidad y gentileza por parte del grupo de aventura Piray Jungle y el propietario de la reserva Privada Don Otto. El familiar logró ubicar primero a la gente de Piray Jungle, quienes organizan actividades como tracking o travesías en kayak en dicha reserva y facilitaron el contacto del dueño.

El dueño, Francisco Bemez de más de 80 años, no dudó un instante, en brindar asistencia para que los rescatistas puedan llegar con el vehículo al punto de rescate y evitar así que la situación se complique, genere drama y preocupación o incluso poner en riesgo sus vidas de tener que avanzar aún con el arroyo en condiciones turbulentas.

Como entre el monte y quienes lo respetan ocurren cosas muchas veces inexplicables, ya que solo hicieron esa única llamada entre el grupo de amigos y un familiar, cortaron la llamada con la total confianza de que para el otro día los irían a buscar, cuando no tenían idea de quienes eran los dueños, si era posible ubicarlos y si estarían disponibles para atender el imprevisto, y así fue como todo lo mágico del monte. 

Familiares desde San Pedro viajaron a Eldorado donde Francisco los esperaba cerca de las 8 de la mañana para guiar a los rescatistas y facilitar el ingreso a la reserva ya que para llegar hay que atravesar una propiedad privada, por lo que, de no ser por el gesto de este hombre no fuera posible hacer el rescate en ese punto, eso sí, para las 12 del mediodía debían estar de regreso porque Bemez tenía un compromiso.

Felizmente todo ocurrió bien, llegó a tiempo para su compromiso y el grupo de amigos a salvo se dirigió al balneario municipal Piray Guazú donde la familia los esperaban con ansias para compartir un almuerzo y luego si, regresar a casa.

El encuentro entre el grupo de amigos y Francisco fue una mezcla de sensaciones y emociones; donde pareciera que la misma pasión por la naturaleza se funcionará y fue lo que generó emoción, motivación y mucho alivio. "Cuando conocimos al dueño de la reserva sentimos que nos movía la misma pasión por la aventura, por la naturaleza. Nos pareció tan grandioso que este grupo de personas cuide y preserve el monte para que podamos disfrutar de lo que tanto nos gusta" valoró el grupo.

Francisco contó sus experiencias en el arroyo cuando el área era virgen, allá por los años 60, esto tornó el rescate enriquecedor con información valiosa para futuras travesías. Sin dudas no alcanzaron las palabras para agradecer. "Nos parece oportuno hacer llegar nuestro agradecimiento a don Francisco por su amabilidad y gentileza para con nosotros" expresaron.

En la travesía participaron Ferreira, Hovel Ferreira, Diego Lindao y Agustín Dos Santos. 

La reserva natural privada selva paranaense Don Otto, se ubica en Eldorado, a unos 13 kilómetros de la ruta provincial 17, cuenta con más de 300 hectáreas y fue creada en octubre del año 2008, está abierta para que, con reserva previa, quienes busquen un contacto con la naturaleza, puedan visitarla.

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