Un centenar de vecinos de Eldorado le dieron el último adiós a Munrra

Abrazados en el dolor y con mucha tristeza en el ambiente, más de un centenar de personas le brindaron esta tarde en el cementerio de Eldorado una sentida despedida a Ramón Munrra Vidal Aquino, el futbolista eldoradense de 38 años que falleció ahogado el último domingo en el río Paraná luego de que la lancha en la que retornaba al país junto a sus compañeros de equipo se diera vuelta en pleno viaje.

Camisetas de distintos equipos de fútbol en los que militó el deportista, sobre todo la de su último equipo; en Mayor Otaño y en donde supo cosechar muchísimas amistades dentro y fuera de la cancha, se destacaron entre las filas de personas que se acercaron durante la tarde de este jueves al cementerio del Kilómetro 3.

Uno de los que visiblemente estuvo afectado por la situación y que estuvo constantemente consolando a los suyos fue Don Ramón Vidal Aquino, padre de Munrra, quien posterior al sepelio dio unas breves palabras a este medio.

"Estoy muy agradecido porque se ve que mi hijo era muy querido por la cantidad de gente que vino a despedirse" comentó el hombre, quien además dijo estar "muy agradecido también con la gente de Paraguay que siempre dio una mano y vino todas las veces necesarias".

Cabe recordar que el cuerpo de Vidal Aquino fue encontrado el martes por la mañana, luego de dos días de intensa búsqueda por el Paraná. Los rescatistas recuperaron el cuerpo en un sector frente a la localidad de Montecarlo y así se puso fin a la angustiante tarea de búsqueda de efectivos policiales de Paraguay y nuestro país, a las que se sumaron familiares y amigos del futbolista.

Sus restos llegaron a la ciudad cerca de las 16 de hoy, luego de los respectivos trámites con las autoridades del vecino país. Ahora Munrra ya descansa en paz, en medio de la tristeza que invade a sus seres queridos que lo recordarán más allá de su talento como la pelota por ser una excelente persona.

Desenlace mortal
El hallazgo se produjo pasado este mediodía del martes, aguas abajo de donde ocurrió el siniestro, es decir, casi a la altura de Montecarlo, aunque en aguas paraguayas. Eso refuerza la hipótesis principal que marca que el deportista fue arrastrado por la corriente, y que no sabía nadar.

Sus amigos, quienes viajaban con él y que, si pudieron sortear el accidente, pudieron llegar hasta la orilla y finalmente se pusieron a salvo con ayuda de algunos lancheros que estaban en la zona portuaria.

Tal como viene publicando El Territorio, Munrra y varios compañeros futbolistas habían ido a Mayor Otaño el pasado domingo temprano para jugar un partido en horas de la tarde, algo habitual en la Capital del Trabajo ya que los jugadores cobran un buen dinero por ello. Esta vez, sin embargo, parece que se trató de un amistoso de pretemporada.

La vuelta se hizo tarde y por eso el accidente ocurrió de noche. Los misioneros le habrían pedido al lanchero que hiciera dos viajes porque eran muchos para volver, y este al parecer se negó. El río crecido y las fuertes corrientes hicieron lo demás.

Munrra habría intentado agarrarse de un amigo, pero éste no logró ponerlo a salvo debido a la desesperación que tenía la víctima. El resto de los tripulantes, como pudo llegó hasta la orilla, pero él fue llevado por la corriente, y desde ese momento era buscado por fuerzas de seguridad del vecino país.

En las redes sociales circuló un video de varios jugadores (entre ellos la víctima) yendo al vecino país en una canoa de madera motorizada, y sin chalecos salvavidas.

Los sobrevivientes llegaron cerca de las 1 de la madrugada del lunes a Eldorado, agotados y angustiados por la tragedia que les tocó vivir.