San Pedro: apuestan a la inclusión a partir de los talleres de oficios

Por medio de un trabajo mancomunado entre el Centro de Formación Profesional Nº 26, la Fundación Mírame y la escuela especial Nº19 de San Pedro, personas con discapacidad pueden acceder a una formación técnica en oficio. La primera propuesta se concretó durante el ciclo lectivo en curso, ocasión en la que trece alumnos desde los 16 años exploraron distintas habilidades con el curso “Auxiliar de Cocina”. Destacan la iniciativa como exitosa y el año próximo se dictará el mismo oficio.

Se trata de una propuesta que la Fundación Mírame lo gestó en el 2018, cuando comenzaron las gestiones para tornar el sueño una realidad. Fue una necesidad ya que las personas con discapacidad que culminan la etapa escolar no cuentan con espacios de formación de acuerdo a sus requerimientos, por ende, se ven imposibilitados de insertarse en el ámbito laboral o adquirir conocimientos en algún área de su preferencia que les permita llevar adelante algún tipo de emprendimiento propio.

Mediante las gestiones realizadas ante las autoridades del Centro de Formación Profesional Nº 26, la propuesta pudo llevarse a la práctica el año pasado tras la firma de un convenio entre ambas instituciones. Este año lograron el contrato de una docente en educación especial que posee una especialización en gastronomía por lo que el curso “Auxiliar en Cocina” fue elegido para dar el puntapié inicial de la valiosa iniciativa. La propuesta, dirigida a personas con discapacidad, se dicta en el sector de cocina que cuenta la mencionada Fundación de lunes a viernes durante la tarde.

Aprender oficios les da una posibilidad de inserción laboral.

Asimismo, firmaron un convenio con la Escuela Especial Nº 19, que es de suma importancia para el proyecto.

“El año pasado pudimos finalmente firmar el convenio para que más de diez jóvenes y adultos con discapacidad tengan la posibilidad de una salida laboral. La escuela especial Nº 19, transmite la propuesta para que los alumnos que estén por egresar puedan participar y una vez egresados continuar con esta formación. Hablamos de tres entidades trabajando en red, para nosotros es un orgullo”, indicó Alejandra Molina, desde la Fundación Mírame.

Para el Centro de Formación Profesional Nº 26, ser los pioneros a nivel provincial en incursionar la inclusión en este nivel educativo, y brindar una formación académica en oficios de gestión pública, representa un logro sumamente comprometedor.

“Siempre pensamos en ver cómo integrar a personas con discapacidad que tengan la intención de formarse y así poder integrarse al mundo laboral. Estamos muy contentos con los primeros resultados, la aceptación fue muy buena lo que nos motiva a seguir con este trabajo de manera conjunta con las demás instituciones que forman parte del convenio”, señaló por su parte, Rodrigo Rodríguez, actual director del CFP 26.

La formación técnica tiene como finalidad transmitir a los alumnos los conocimientos necesarios para que puedan desenvolverse de manera autónoma en las actividades del día a día como también estar capacitados para cumplir un puesto laboral. Este año los alumnos que formaron parte de la matrícula cuentan con discapacidad física y motriz en edades de 16 a 30 años.

El principal hincapié durante el trayecto de formación tuvo que ver con cuestiones relacionadas a la autonomía, higiene personal, cuidado de los utensilios y el orden en la cocina. “La idea es que ellos puedan manipular y conocer las funciones de cada utensilio e identificar los alimentos, manejar las proporciones, diferenciar los tipos de cortes para los vegetales, saber para qué se usa cada tipo de harina, las funciones de los ingredientes. Utilicé estrategias para que puedan entender, se usó mucho soporte en video, imágenes, recetas guiadas”, detalló sobre el trabajo en aula la docente de educación especial Camila Álvez.

Las habilidades y conocimientos adquiridos durante los meses de formación fueron expuestos en un evento realizado hace semanas atrás, en el cual los alumnos presentaron la preparación de distintos platos. Cada uno tuvo la libertad de trabajar con el tipo de preparación que más les guste.

“Desde principio hasta fin de año se logró muchísimo, ellos pudieron encontrar el gusto por la cocina e identificar qué les gustaba más hacer. Una experiencia muy buena, algo novedoso, un impulso a la inclusión que se da desde el CFP Nº 26”, concluyó la docente.