Buscan revalorizar la yerba cultivada de forma sustentable
Durante la mañana del último viernes, unas 100 personas, entre técnicos y productores, se reunieron en San Pedro para analizar distintas temáticas en torno a la yerba mate bajo la premisa de que toda intervención sea amigable con el medio ambiente y ello represente un valor agregado al momento de comercializar la materia prima.
El encuentro fue organizado por la sede regional del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) San Pedro, en el marco de los 30 años que cumple el programa Cambio Rural.Desde allí se impulsa la reconversión, es decir, salir de lo tradicional e incorporar alternativas, tendiendo a la conservación del suelo, la bioeconomía y la preservación del medio ambiente.
En esta oportunidad, la reconversión hizo referencia al cultivo de la yerba, una de las principales actividades económicas. Desde el Inta junto a elInstituto Nacional de la Agricultura Familiar, Campesina e Indígena (Inafci), el Instituto Nacional de la Yerba Mate (Inym) y el municipio trabajan en ese sentido. “La idea fue compartir con los productores un espacio de diálogo de saberes para ver un poco en qué momento estamos respecto a la producción de la yerba mate”, destacó Luis Grondona, a cargo de la extensión rural Inta San Pedro.
Los ejes del encuentro fueron el manejo de suelo y de las plantas a fin de conocer cuál es la realidad del productory en base a ello intervenir para lograr mayor productividad. Este trabajo impulsa a pensar al cultivo de yerba desde una perspectiva ambiental, donde si bien es importante la cantidad en kilogramos que se logra cosechar, la diferenciapasa por el cuidado al medio ambiente, lo que debería recibir un valor agregado.“Hay que ver como valorizamos esto en términos de precios, de ingresos que le pueda llegar al productor, que el valor ambiental cotice y nuestro producto tenga esa diferenciación”, planteó. Y agregó: “El productor sampedrino tiene conciencia conservacionista, el 80% de los yerbales cuentan con cobertura verde. Nuestro productor tiene incorporado esa cuestión de conservación, el tema es cómo valorizamos eso, que le signifique al productor un diferencial para mejorar su calidad de vida, ese sería el desafío”.
