Mujeres que unen sabiduría y artes
Siendo la mujer el centro del evento como aquella que trabaja la madre tierra y es capaz de crear gracias a ella, el evento Mujeres Tierra Roja convocó este fin de semana a varios emprendimientos abocados a la producción natural, incentivando la cosecha local.
Además, el diverso cronograma de charlas y talleres estuvo orientado a diferentes temas como alimentación saludable, conservación de flora y fauna; sin olvidar las artes como la cerámica o cestería que recuerda las raíces del pueblo mbya guaraní.
Mujeres Tierra Roja celebró su quinta edición en el Jardín Botánico “Alberto Roth” el fin de semana con mujeres que llenaron hileras de carpas de stands. Llenaron de color el parque y siempre predispuestas, exhibieron y dieron muestras de sus productos de origen natural. Cada una con su propia impronta, sonrieron al enseñar sus obras y explicaron su arte detalladamente a todo aquel interesado/a deseoso de conocer más acerca de su elaboración.
La fundadora del evento, Miuki Madelaire, se mostró sumamente contenta ya que “lo más importante que nosotros estamos transmitiendo acá es paz al mundo y esta unión de pueblos” aludiendo a las distintas disertantes que vinieron desde países vecinos. “Unidos por esta misma tierra colorada, esta madre tierra que tenemos acá y es roja” marcó resaltando atributos de compartir y generar vínculos entre los pueblos.
Visualizó a la mujer como la tierra dando cuenta de que “da vida y protege y eso es nuestra madre tierra, eso es la naturaleza”.
La inauguración del espacio el sábado tuvo al coro de niños mbya de San Ignacio como protagonista en escena y un homenaje a quien da nombre al parque, Don Alberto Roth, uno de los primeros naturalistas cuya preocupación fue la conservación del suelo misionero. En esa línea, sus nietos, bisnietos y hasta tataranietos recibieron una distinción. También la muralista Valeria Garibotti pintó en vivo la representación de “una mujer, que es como una especie de planta, que nace y echa sus raíces, deja su semilla y se vuelve a reproducir” explicó dibujando la tan conocida silueta de la mujer en multicolores.
Compartiendo saberes naturales
Con el cronograma repleto de charlas y talleres, el recinto se llenó, por ejemplo para escuchar a la farmacéutica y laboratorista Silvina Ortega exponer que el “alimento sea tu medicamento”. Partiendo desde la prevención de la enfermedad, explicó cómo utilizar la biomasa de la banana verde (que no es consumida por muchas personas) para reemplazar ciertos alimentos preparados con conservantes o gluten.
Detalló que la biomasa se extrae cocinando a la banana sin romper ni sacar la cáscara lavada previamente. Se cocina hasta que quede una especie de pasta sin sabor, que puede ser utilizada en cualquier preparación de comidas.
De tierra y barro
Algunas mesas se llenaron de artesanías de cerámica y barro como cuencos o vasijas que llevan impresos el estilo de nuestros pueblos originarios. Para seguir dejando una impronta misionera, varios de ellos comenzaron a utilizar el barro ñaú, característico de la zona y abundante en la provincia.
Entre ellos, el Taller de Cerámica Municipal Ñai’uavyky, que funcionaba hasta hace poco en el municipio de Corpus, emprendía esta travesía buscando el barro en las orillas del río, juntando con palas aquello que les servirá como materia prima. Tras un proceso de limpieza manual para sacar las impurezas, el barro está listo para usarse. Una de sus representantes, Lucia, incluso se dispuso a moldear en vivo piezas pequeñas.
Hasta pequeños telares fueron parte de los stands de artesanos. Foto: Natalia Guerrero
El barro como materia prima del arte y como unión con la tierra. Foto: Natalia Guerrero
Distintas artes se presentaron en vivo, como la muralista Valeria Garibotti. Foto: Natalia Guerrero
Entre mujeres también comenzó a implementar el barro ñaú a sus producciones y centra su taller en esta técnica. Entre los nuevos productos que tienen proyectados están collares moldeados como la vasija guaraní original o japepó.
Por otra parte, como dueña y productora de la marca Del Iguazú Té de Misiones, Silvia destacó su orgullo por sus productos y promocionó una experiencia turística en su secadero en Colonia Alberdi que incluye recorridos por las plantaciones, degustaciones y la oportunidad de crear té personalizado. El emprendimiento comenzó como un proyecto familiar hace más de doce años y se convirtió hace tres años en uno de los productores principales del mercado. Además de sus exquisitas hebras de té y saquitos de infusión reutilizables, llamó la atención con sus blends zodiacales. Explicó que esta serie fue creada en colaboración con una astróloga que adaptó las características de cada signo a una mezcla de té, utilizando ingredientes cuidadosamente seleccionados para lograr un equilibrio único.
Distintos emprendimientos y marcas ya establecidas en el mercado misionero dijeron presente como Raiza Experiencias Saludables con sus productos elaborados en base a hortalizas hidropónicas, Ñambi Yuyos (que exhibieron sus coloridos blends para mate y té), Prana Selva -con sus productos de cosmética natural y su nueva línea de ecoglitter que grandes y chicos celebraron- y muchos otros.
Gastronomía sustentable, arte, espacio de bienestar con yoga, meditación, tecnología, lugar para las infancias, vida al aire libre y conexión.
Dos días vibrando en sororidad que la tierra festejó a puro sol y buen clima se desplegaron en el Jardín Botánico. Anoche para el cierre a puro arte, entre hadas y bailarinas, actuaban el Conjunto de Cámara de la Unam y Takuareté.
