Ñande Reko Rapyta (Nuestras raíces)

A Dios rogando y con el mazo dando

viernes 03 de noviembre de 2023 | 6:00hs.

N
uestro país, a partir de la Constitución de 1853, adoptó como forma de gobierno el sistema representativo, republicano y federal, es decir el pueblo gobierna a través de representantes elegidos por el voto, este método se basa en la división, control y equilibrio entre los tres poderes -Ejecutivo, Legislativo y Judicial-, cada provincia es autónoma, tiene su gobierno propio y todas forman parte de la nación argentina -una federación de provincias-.

Recién a partir de la implementación del voto universal, secreto y obligatorio -sólo autorizado para varones mayores de edad- en el año 1912, la Argentina ingresó a un período de cierta prolijidad institucional; sin embargo, un cuarto de siglo más tarde surgió una práctica -catalogada después como cívico/militar- que fue perfeccionándose a medida que lograba protagonismo, la conocemos como Golpe de Estado y se lo define como “la toma repentina e ilegal del poder político por parte de un sector o grupo social específico, violentando todas las normas y leyes constitucionales que regulan la transmisión institucional del mismo” básicamente, con una variada gama de acepciones, eufemismos, negaciones y hasta justificaciones.

Nuestro país tuvo seis interrupciones a las gestiones gubernamentales legítimamente conformadas, ellos se concretaron en los años 1930; 1943; 1955; 1962; 1966 y 1976.

Los cuatro primeros Golpes de Estado instituyeron dictaduras temporales y autoritarias que oficiaron como una especie de “prueba y error” sobre métodos aplicados y aplicables, en cualquier campo; en tanto en las dos últimas se implementó un tipo de gobierno más despótico, de carácter más estable y con clara violación a los derechos humanos; en particular en la última dictadura donde se estableció el Terrorismo de Estado.

Técnicamente, el Terrorismo de Estado se define como “el uso de prácticas ilícitas por parte del Gobierno de un Estado, con el fin de difundir terror en la población, cuyos objetivos difícilmente se conseguirían de manera legal”; algunos estudiosos determinaron que se caracteriza por atentar contra los derechos fundamentales de las personas, ir en contra de la vida y libertad del ser humano, producir terror de manera generalizada y continua, sostener en el tiempo esas prácticas, el uso indiscriminado de la violencia y con un fin o motivo propio del grupo que lo implementa desde el aparato estatal.

El primer Golpe de Estado en Argentina se concertó en el año 1930, derrocó al Presidente Hipólito Yrigoyen en su segundo mandato; hubo un intento de recuperación en 1932, ideado, planeado y organizado en Corrientes y Misiones por los hermanos Pomar pero fracasó; en esa ocasión para el Territorio Nacional de Misiones fue designado  Enrique Pilotto, un coronel del ejército que se había desempañado como jefe de la policía de Capital Federal, nombrado por Uriburu y con prestigio ganado mediante el centro de tortura que había implementado en dependencias ubicadas en Urquiza 556 en esa ciudad.

En 1943 se produjo el segundo Golpe de Estado, derrocó a Ramón Castillo, estaba en curso la Segunda Guerra Mundial, la justificación fue el carácter anticomunista de la asonada, que se apoyó en las autoridades de la Iglesia Católica para “devolver el espacio de poder en la educación especialmente” según declaraciones de sus protagonistas, en esta etapa surge Juan D. Perón como líder popular.

El tercer presidente de esta dictadura estuvo en Misiones, Edelmiro Farrell, el 5 de octubre de 1944 inauguró la primera Fiesta Nacional de la Yerba Mate, el primer Congreso Nacional del Tabaco y la Segunda Muestra del Trabajo Regional, en Posadas, ante un numeroso público; fue la primera vez que un presidente visitó el Territorio Nacional de Misiones. Arribó en tren.

Las tres actividades se realizaron en el Parque Paraguayo, donde hoy se encuentra la Cámara de Representantes de la provincia, para ello se acondicionó un enorme galpón existente que se utilizaba para ferias; fue una exposición de la producción misionera, se mostraron los productos agrícolas más importantes -yerba mate, tabaco, té, el tung, radmio y yute- y también el potencial forestal.

En 1955 se produjo el tercer Golpe Cívico-Militar, derrocó el segundo mandato de Juan D. Perón, se autodenominaron Revolución Libertadora, uno de sus actos de gobierno fue el dictado del Decreto de Ley N° 4.161/56 que prohibió toda referencia, uso, etcétera sobre el peronismo y sus líderes; de este instrumento legal se sirvieron para poner en duda la condición de provincia de Misiones, sancionada en diciembre de 1953; significó la designación de seis Interventores Federales -Juan Carlos Rocca y Adolfo Pomar, designados por el gobierno de facto; Pedro Rebollo, Julio Brouwer de Koning, César Napoleón Ayrault (después sería gobernador constitucional) y Francisco Luis Martos nombrados por el gobierno de Frondizi–.

Un dato significativo fue la sanción de la nueva Constitución de Misiones, el 21 de abril de 1958, en plena dictadura; es la que nos rige hasta la actualidad, reformas mediante; se autorizó la realización de elecciones provinciales en 1960.

El cuarto Golpe de Estado se produjo en 1962, destituyó al Presidente Frondizi; se designaron tres Interventores Federales en Misiones: Santa Cruz, Gueret y Luzuriaga.

En 1966 se derrocó al Presidente Illia, fue el quinto Golpe Cívico-Militar, se autodenominaron “Revolución Argentina”, con fuerte carácter anticomunista y fundamentalista católico, se la recuerda, entre otros hechos aberrantes, por la llamada Noche de los Bastones Largos, ocasión en que “grupos de tareas” de las Fuerzas Armadas ingresaron a cinco Facultades de la UBA, detuvieron a docentes y estudiantes -a quienes llevaron a los vehículos a golpes de bastones tácticos-, fue la primera vez que los uniformados se atrevieron a violar un establecimiento educativo universitario. En Misiones se nombraron tres Interventores sucesivos: Galeano, Montiel y Rossi.

El 24 de marzo de 1976 se produjo el último Golpe de Estado en nuestro país, autotitulado Proceso de Reorganización Nacional; en Misiones gobernaron seis Interventores: Beltrametti (detenido por crímenes de lesa humanidad, condenado varias veces, murió en 2016), Buteler (sospechado de cometer crímenes de lesa humanidad en Misiones), Poletti (acusado y detenido por crímenes de lesa humanidad), Di Fonzo (acusado y enjuiciado por desapariciones en Misiones), Paccagnini (juzgado en varias ocasiones, sentencias no firmes, murió en 2019) y Bayón (condenado por crímenes de lesa humanidad, falleció en 2017).

El 10 de diciembre de 1983 asumió como Presidente Constitucional Raúl Alfonsín, a la fecha se han cumplido los plazos democráticamente establecidos, con dos excepciones legítimas, la finalización del mandato del Alfonsín el 8 de julio de 1989 -seis meses antes del plazo de ley- y la renuncia del Presidente De La Rúa, el 20 de diciembre de 2001 a mitad de su mandato; en Misiones siete gobernadores constitucionales han cumplido sus períodos, con la única excepción en Ricardo Barrios Arrechea, que renunció tres meses antes de finalizar la gestión para asumir un ministerio nacional.

La libertad individual y la ciudadanía plena están garantizadas por la Constitución Nacional, los derechos y deberes que tenemos están regidos por leyes vigentes, cambiar algo de esto requiere poner en marcha los mecanismos de la democracia o… avasallarla, siempre depende de nosotros.

¡Hasta el próximo viernes!

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