ARTE gestado en comunidad

Valiéndose del arte -la forma más empática y amable de transmitir, gestar y conservar la historia, el legado y la cultura de una comunidad- los espacios de teatro comunitario se sostienen en diferentes puntos de todo el país, representando a los vecinos y sus barrios desde hace ya varias décadas.

Constituidos y sostenidos colectivamente, estos espacios evidencian que la riqueza se halla en el convite y la unidad comunitaria. Tal como quedó demostrado en el 11° Encuentro de Teatro Comunitario que se viene celebrando desde hace algunos días y hasta el 29 de este mes con la comunidad de Catalinas Sur como anfitriona, del barrio de La Boca, de Caba, que extendió el festejo también a otros puntos en la provincia de Buenos Aires.

La Murga de la Estación dijo presente con una delegación posadeña.

El evento reúne a compañías teatreras que se sostienen comunitariamente de distintas partes del país y allá viajaron dos delegaciones de la Tierra Colorada, La Murga de la Estación, de Posadas; y la Murga del Monte, de Oberá. 

La apuesta de este año se lleva a cabo en el marco de los 40 años de la recuperación de la democracia, así como también el 40 aniversario de Catalinas Sur, sede oficial y grupo inspirador del teatro comunitario en la Argentina.

“Este encuentro lo resumiría como un abrazo necesario entre todos los que hacemos teatro comunitario. Durante estos días mostramos nuestras producciones, pudimos juntarnos a hablar y debatir especialmente sobre los 40 años de ‘democracia y utopía’, el lema de este año, que hace hincapié en la importancia de remarcar nuestro nacimiento en democracia, con todo lo que ello implica”, resumió Rodrigo Núñez, integrante del equipo de artística de la Murga de la Estación, en diálogo con El Territorio.

Presentación teatral de los Orilleros de la Cañada, de Córdoba. Foto: luciano ferreyra

Y enumeró: “como el derecho a poder juntarnos, a poder crear, a pensar y a trabajar por la construcción de un mundo mejor; siempre en comunidad y para la comunidad”.

En consonancia, Martín Dutra, también de la Murga posadeña, resaltó que el encuentro potencia “un espacio de formación para todos, y no sólo desde lo teatral, escénico o cultural; eso sí, obvio que se fortalece mucho. Pero también desde una idea en conjunto de cómo trabaja el teatro comunitario a través del rescate de la memoria, de la construcción colectiva de ideas dentro del imaginario, y de cómo todo eso se comunica a través del arte, en escena”.

La Murga de la Estación, próxima a cumplir 25 años de trayectoria, participó de conversatorios, talleres y charlas que se vienen desarrollando en el marco de este 11° encuentro, intercambiando experiencias y compartiendo también con el público diferentes propuestas. “A lo largo de estos años hemos comprobado que con nuestras propuestas estéticas, el teatro es de interés para toda la comunidad y no sólo para un grupo de entendidos. Y por eso conmemoramos el pasado y celebramos este presente que nos encuentra plenos de proyectos y como siempre apostando a que otro mundo es posible si somos capaces de imaginarlo”, resumieron.

Cupo lleno para Oberá

Por su parte, la comunidad murguera de la Capital del Monte también viajó a participar de la fiesta comunitaria. Con una delegación a cupo lleno, propuestas para el público y un abanico de opciones, el grupo participó -además de las charlas y debates- con tres obras, la Orquesta Comunitaria, la Compañía Teatrera y los Títeres Comunitarios.    

Para los integrantes de Oberá, “la experiencia fue de mucho aprendizaje. Compartimos  experiencias con colegas de todo el país”, manifestó Carina Spinozzi, directora artística de la Murga del Monte.

Además, brindó detalles sobre la importancia de estos encuentros: “Nos permiten visibilizar el poder de lo colectivo, así como también recibir una devolución artística de lo que gestamos en nuestra comunidad, desde otro lugar y con personas que hacen lo mismo que nosotros pero en otros territorios”.

El Catalinas Sur

En el barrio de La Bocas se encuentra el teatro comunitario Catalinas Sur, el grupo madre en Argentina, que este año cumple 40 años de actividad, el mismo año que comenzó la democracia en el país. Desde la organización aseguran que la propuesta empezó como una “utopía de recuperar espacios y ganarle al aparato represor del momento, y que todo fue ideado por un grupo de vecinos que necesitaban expresar lo que estaba sucediendo”.

Así se iniciaron en la actividad y fueron contagiando la impronta a otros puntos del país, tanto que hoy se cuentan más de 50 grupos, distribuidos en diferentes latitudes de Argentina.

“Los comienzos fueron previos a la democracia. El grupo de teatro comunitario se formó en la época de la Guerra de Malvinas, cuando decidimos recuperar la plaza para sanar lo que estaba roto por la dictadura, todavía en un momento de estado de sitio”, expresó Adhemar Bianchi, director artístico de Catalinas Sur, en una entrevista exclusiva con este medio.

Sobre el significado de la actividad manifestó que  “el teatro es un elemento de encuentro y transformación del concepto de individualismo, donde nos encontramos todos”. Por eso, nuestro comienzo se dio con las ganas de recuperar lo que se había perdido en la sociedad.  Así, con la fuerza del arte, “la comunidad recuperó espacios, derechos y lugares al reencontrarse, además entendió que con la fuerza comunitaria siempre se puede más”.