Primera jornada del debate que se realiza en el Tribunal Oral Federal de Posadas

“Me dijeron que volvían de ver un auto que estaba a la venta”

En el juicio contra tres acusados por tráfico de marihuana, uno de los testigos complicó ayer la coartada de los imputados. El proceso continúa hoy con los alegatos de las partes
miércoles 20 de septiembre de 2023 | 9:45hs.
“Me dijeron que volvían de ver un auto que estaba a la venta”
“Me dijeron que volvían de ver un auto que estaba a la venta”

En el Tribunal Federal de Posadas comenzó ayer por la mañana el debate oral contra tres hombres que llegaron a la instancia imputados como coautores de tráfico de estupefacientes. Se trata de Félix Osvaldo Frete (68), Juan Manuel Frete (26) y Daniel Dos Santos Lourenzo (33), quienes están acusados de participar en el traslado de más de 91 kilos de marihuana, transportados en dos vehículos el 22 de abril de 2021 en la localidad de Caraguatay. Y que fueron descubiertos por efectivos de la Policía de Misiones durante un patrullaje de rutina.

 El tribunal unipersonal está a cargo del magistrado Manuel Jesús Moreira, quien ayer tuvo enfrente de forma presencial a los acusados Juan Manuel Frete y Dos Santos, mientras que Félix Frete siguió el enjuiciamiento vía videollamada desde el escuadrón de Iguazú, donde está detenido.

 En tanto que la fiscalía está a cargo de Vivian Barbosa y la defensa de los encartados en manos del abogado Dionisio López.

Este debate es un desprendimiento de otro proceso judicial que se realizó en diciembre del año pasado, en el marco del mismo hecho, y en el que fue condenado por juicio abreviado Federico Emiliano Barúa.

 En la apertura del enjuiciamiento los tres apuntados coincidieron en la decisión de dar su versión de los hechos ante las partes presentes.

En primer lugar, fue el turno de Félix Frete, quien mencionó que se dedicaba a hacer remís con su auto Chevrolet Corsa y que en ese contexto fue que terminaron detenidos.

 En su declaración relató también que viajaba junto a su hijo Juan Manuel, ya que después del viaje iban a ir hacia Posadas, porque él necesitaba hacerse chequeos en el Hospital Madariaga por tener una enfermedad.

 En esa línea, mencionó que cuando llegaron a Caraguatay, Dos Santos le pidió que se estacionaran al costado de la ruta 12, y en un determinado momento éste bajó del auto, habló con alguien de un auto y subió para ir a San José, pero que antes de volver hacia el camino de destino, fueron detenidos.

 Por otro lado, sin titubear, negó haberse fugado de la Policía que detuvo al otro automóvil involucrado, el cual era conducido por Barúa, acusación que se hace en la reconstrucción del hecho.

 A su vez, advirtió que a la hora de las pericias realizadas en el vehículo no hubo presencia de testigos circunstanciales, como lo hay en cada proceso de requisa.

 Minutos más tarde fue la oportunidad de declarar para Juan Manuel, hijo del hombre de 68 años. Mencionó que la ruta de viaje sería llevar a Dos Santos a la localidad de Dos de Mayo, quien pidió su servicio de remís cerca de las 21, siendo su padre el que manejaba.

 “Salimos con mi papá para buscarlo, y él nos dijo que nos iba a pagar 10 mil pesos en dos partes. 5 mil en Iguazú y la otra mitad en Dos de Mayo”.

 En ese contexto, al igual que su progenitor, el imputado manifestó que Dos Santos a la altura de Caraguatay “nos dijo que estacione al costado de la ruta 12 porque tenía que esperar a un conocido”, pero al pasar un tiempo y al no llegar esa persona, decidió irse del lugar para volver a Iguazú, mientras que los familiares comenzarían su rumbo hacia Posadas.

 Ante la consulta de la fiscal de dónde conocía a Dos Santos, Juan Manuel expresó que lo conocía hace dos meses y porque fue su remís particular en distintos viajes.

 Confesión del delito

 Luego, fue el turno del único de los detenidos que mencionó haber participado del delito. Dos Santos, de 33 años, en el momento de dar su versión indicó que esa noche se comunicó con Barúa por teléfono, para acordar encontrarse en Caraguatay, y que siendo las 23.30 llegaron al lugar de encuentro, donde estaba Barúa con un hombre identificado como Mario.

 A continuación, Dos Santos junto a los dos nombrados cargó la droga en el auto Citroen que era conducido por Barúa, y luego los tres imputados se fueron hacia Dos de Mayo, ya que “mi trabajo era tener que avisar si había control policial y después ir hasta Santa Rita junto con Barúa para entregar la droga”, manifestó, agregando que “cuando llegamos no había control y lo llamé a Barúa. Pero como no contestaba le pedí a Frete que me lleve a una parada para tomar un colectivo a Iguazú y ellos irse a Posadas”.

 Fue entonces que al volver de Dos de Mayo, a la altura de El Alcázar, el Corsa se cruzó con un móvil policial que los encerró en una calle angosta y al hacer señales de luces, Frete decidió parar el vehículo, siendo posteriormente detenidos.

 Por último, explicó que sólo él fue contratado de puntero por Mario, un ciudadano de nacionalidad paraguaya que conoció en Iguazú, mientras que los Frete no sabían que él estaba cometiendo el delito ni eran parte.

 Finalizadas las declaraciones de los tres imputados, comenzó la ronda de testigos, integrada por los policías involucrados en la detención de los dos vehículos utilizados para cometer el delito de transporte de marihuana.

 En total fueron seis los testigos que se presentaron al Tribunal Federal, siendo los cinco primeros los que reconstruyeron el hecho desde la detención del Citroen C4 al mando de Federico Barúa.

 Tanto el policía Federico Aquino como su compañero Gabriel Stolaruk, en ese orden, relataron el momento que vieron los vehículos salir de un camino terrado. Los testigos vieron desde un lugar estratégico, cómo los dos vehículos en cuestión salían del camino que es poco transcurrido. Por esto, y al notar que la suspensión de uno de los vehículos estaba baja sin tener pasajeros en la parte trasera, decidieron detener la marcha de los rodados, logrando hacerlo con el que iba al mando de Barúa.

 En ese contexto, le pidieron al ahora condenado que abra su baúl. Al hacerlo, pudieron divisar que había tres bultos grandes encintados que más tarde determinarían que se trataba de marihuana.

 Respecto del auto en el que iban los Frete y Dos Santos, los testigos mencionaron que estaban a una buena distancia para ver que detuvieron el primer vehículo.

 Una historia diferente

 Pero el testigo que aportó más detalles del hecho y que complicó la coartada que habían mencionado los tres imputados fue Gustavo Riquelme, el policía que detuvo la marcha del Chevrolet Corsa en el que iban los encartados.

 En su testimonio, mencionó que su labor ese 22 de abril fue que a raíz de recibir cerca de la 1 una llamada del entonces jefe de la UR III, Julio César Cabrera, quien le solicitó la búsqueda del Chevrolet con los tres ocupantes.

 Ante esto, comenzaron un cerrojo sobre la ruta 11, logrando cerca de las 2.30 detener la marcha del rodado rastreado, para pedir las documentaciones y preguntar qué estaban haciendo en la zona.

 La respuesta llamó la atención, ya que por primera vez se mencionó que “los tres coincidieron que regresaban de San Vicente, luego de ver un vehículo que estaba a la venta”.

 Respecto de dónde se estaban dirigiendo, los imputados habían dicho que se iban hacia su domicilio, ubicado en Iguazú. Algo que contradice lo contado por los imputados, quienes mencionaron que Juan Manuel y Félix Fretes se dirigían a Posadas.

 El testimonio de Riquelme fue el último de la jornada del debate que continuará en la mañana de hoy y que tiene a los Frete y Dos Santos como coautores de “tráfico de estupefacientes agravado, en la modalidad transporte”.

 Desde esta mañana se llevarán a cabo los alegatos y posiblemente se dicte sentencia.

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