En el interior del desierto de Taklimakan -el más grande de China- se está llevando a cabo una de las excavaciones más impresionantes de la última década. Se trata de un pozo que ya lleva 6 mil metros de profundidad en la corteza terrestre, y se espera que alcance un máximo de 11.100.

Los especialistas comenzaron la perforación con fines científicos, ya que tratarán de identificar recursos minerales y energéticos, al mismo tiempo que ayudarán a evaluar los riesgos de desastres medioambientales, como terremotos y erupciones volcánicas. Este proyecto representa la mayor excavación en la historia de China. Hasta el momento, el pozo más profundo excavado por el ser humano sigue siendo el pozo superprofundo de Kola, cerca de Murmansk, en el Ártico ruso, que fue iniciado por la Unión Soviética en 1970 y que alcanzó una profundidad de 12.262 metros. La cuenca del Tarim, en el sector donde se está realizando el estudio, es una de las áreas más difíciles de explorar debido a su duro entorno terrestre.