Miles de fieles en la celebración de San Cayetano con misas en el santuario de Posadas

Cada 7 de agosto, se conmemora el Día de San Cayetano. Todos los años miles de creyentes de todo el país concurren a sus santuarios, para celebrar la misa y pedirle por paz, pan y trabajo.
lunes 07 de agosto de 2023 | 8:56hs.
Miles de fieles en la celebración de San Cayetano con misas en el santuario de Posadas
Miles de fieles en la celebración de San Cayetano con misas en el santuario de Posadas

Miles de personas ingresaban esta mañana al Santuario de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers, para rendir homenaje, pedir y agradecer al “patrono del pan y del trabajo”. Como ocurre todos los años, una larga fila de fieles esperaban su turno para ingresar en las iglesias que veneran al santo en todo el país, en las que desde anoche se celebran vigilias con adoraciones y actos culturales. En el santuario de Posadas se llevarán a cabo misas durante toda la jornada en la parroquia ubicada en la chacra 103 del barrio Yacyretá en los siguientes horarios: 6; 7.30; 9; 10.30; 12; 13.30; 15; 17 (presidida por el obispo Juan Rubén Martínez); 18.30; 20 y la última a las 21.

“Junto a San Cayetano pedimos paz, pan, salud y trabajo”, es el lema elegido este año para honrar al santo. En la noche ayer domingo, comenzó la rememoración con una caravana de autos que partió de desde la iglesia para continuar por la avenida Blas Parera hasta Zapiola, luego Martín Fierro, Cabred, Costanera Sur, y culminó el recorrido en la parroquia. A su vez, a las 22 se festejó una Santa Misa de vigilia.

Cada 7 de agosto, se conmemora el Día de San Cayetano. Todos los años miles de creyentes de todo el país concurren a sus santuarios, para celebrar la misa y pedirle por paz, pan y trabajo. La Iglesia Católica designó esta fecha en Argentina y en el mundo para recordarlo a él y a sus milagros. La misma coincide con el día de su fallecimiento, aquel 7 de agosto de 1547 en Nápoles, Italia.

San Cayetano nació el 1 de octubre de 1480, estudió derecho en Padua y después se dedicó al orden sacerdotal. De ahí en más se lo conoció por su oración, caridad y entrega al prójimo. Él decía que "Dios lo había llamado a realizar una gran obra" así que se trasladó a Roma en 1506 y acompañó al Papa Julio II hasta su fallecimiento.

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