Tokio dio un nuevo paso en el sueño del ascenso

Difícil no soñar. No pensar en algo grande. En algo más grande que lo conseguido hasta ahora.

En una noche que seguramente será recordada por mucho tiempo, Tokio protagonizó un espectáculo descomunal dentro y fuera de la cancha, venció a Provincial de Rosario 84-63 y se quedó con el primer punto de la serie de las semifinales de la Liga Federal de básquet.

La llave no está resuelta ni mucho menos, porque el Japonés ahora deberá buscar la clasificación en Santa Fe, nada más y nada menos, pero si repite la actuación de ayer, el sueño de tener a un equipo posadeño en la segunda categoría del básquet nacional lejos está de ser una utopía.

El inicio del primer cuarto mostró a dos equipos ansiosos, apurados y por momentos más erráticos de lo que acostumbran sus números.

En ese contexto las defensas le ganaron a las ofensivas. Los arrestos individuales tuvieron más preponderancia que los sistemas colectivos y el encuentro naufragó en un mar de incertidumbre.

Santiago González convirtió 19 puntos y fue una de las figuras de la noche.

El conjunto rosarino demostró que lo suyo no es el juego perimetral (al menos anoche) y fue más agresivo con sus penetraciones que con sus lanzamientos externos (un triple en 8 intentos).

Tokio, por su lado, fue la contracara. Le costó lastimar en el juego interior y sacó rédito de tercera dimensión, con cinco triples sobre ocho intentos.

Vicente Garello (7 puntos) y Alejandro Etorre (6) fueron las principales vías al gol de Provincial, mientras que el Japonés tuvo un goleo repartido en sus hombres de más experiencia: Núñez (9), González (6) y Tabbia (5).

El 25-20 a favor de Tokio marcó la paridad en el juego, y también la estrategia de uno y otro a la hora de atacar el aro de enfrente.

Tras el encuentro hubo tiempo para firmar pelotas y sacarse fotos.

Llamativamente el equipo visitante no supo -o no pudo- sacar provecho del experimentado Adrián Boccia, ineludible figura del básquet argentino con varios títulos en Liga Nacional, casi 10 años en ligas europeas y con pasado también en la selección.

El ex base de Boca y Peñarol, entre otros, en esa primera parte no aportó demasiado en ataque y sufrió más de lo esperado en el uno contra uno.

El equipo de Ponissi siguió lastimando con sendas bombas de González y Núñez, con buenas decisiones de Tabbia en el trapecio y así llegó a sacar una considerable ventaja de 17 puntos (39-22) promediando el segundo segmento, que luego llegó a ser de 22 (44-22).

Tokio mostró un altísimo porcentaje de efectividad en triples, Provincial evidentemente no tomó nota al respecto y lo pagó de la peor manera en el primer tiempo.

Ponissi tuvo palabras justas en los momentos clave. fotos: Joaquín Galiano

Tokio también se hizo fuerte a partir de un gran engranaje defensivo que el rival nunca supo desarticular.

La ventaja le permitió a Ponissi oxigenar al plantel y darle rodaje a los relevos, sobre todo pensando en llegar entero a la segunda mitad.

El Oriental ganó el segundo parcial 25-14 y tomó una distancia de 16 (50-34) de cara al desenlace.

La tónica del juego no cambió en el reinicio de las acciones. Santiago González tomó mayor protagonismo en el dueño de casa (totalizó el juego con 20 rebotes) y Aen la visita drián Boccia, consciente de su rol preponderante en el plantel, se puso el equipo al hombro para intentar torcer la historia esquiva.

La defensa oriental no bajó en intensidad y Provincial, pese a buscar de todas las formas posibles, no supo cómo dañar con sus incursiones ofensivas.

El golpe por golpe del tercer cuarto terminó 16-16, con lo que Tokio se fue al último descanso manteniendo la diferencia de 16 (66-50).

En los últimos 10 minutos de juego el banco local se acopló correctamente al circuito colectivo y también ofreció respuestas en Flores y Viana, mientras que los relevos de Lalima no ofrecieron garantías como para torcer el rumbo del partido.

Con el triunfo en el bolsillo Tokio terminó jugando con un quinteto inusual que se sumó a la gran fiesta que se vivió en el Templo.

El sueño del ascenso está cada vez más cerca y nadie se quiere despertar.