La construcción de una clínica y bioterio se frenó en noviembre

Siguen paralizadas las obras del parque El Puma en Candelaria

La reserva no abre al público desde el inicio de la pandemia. Por refacciones, el seguro no cubre la entrada de turistas. No hay respuestas sobre la continuidad
miércoles 07 de junio de 2023 | 6:04hs.
Siguen paralizadas las obras del parque El Puma en Candelaria
Siguen paralizadas las obras del parque El Puma en Candelaria

El Parque Ecológico El Puma de Candelaria, que depende del Ministerio de Ecología, se encuentra con la construcción paralizada desde hace meses. Las obras cesaron desde el pasado noviembre dentro del predio cercano al arroyo Garupá. En los trabajos se contemplaba dotar al lugar de mayor infraestructura.

Desde el inicio de la pandemia de Covid-19 la institución cerró sus puertas al público. Pero el trabajo continuó adentro, con un plantel de profesionales y guardaparques que tienen como objetivo la preservación de la fauna autóctona.

Según se detalló, debido a las refacciones el seguro no cubre la entrada de turistas. En tanto, consultados por El Territorio, desde la dirección del parque y la Subsecretaría de Ecología dijeron que la infraestructura no depende de ellos sino de la Dirección General de Arquitectura de Misiones, quien no emitió respuestas a este medio sobre la continuidad o motivo de cese de la construcción.

El Puma es un centro de rehabilitación de animales silvestres. Los ejemplares llegan allí heridos por haber sido atropellados por vehículos, por haber sido sometidos al mascotismo o por quemaduras sufridas en incendios forestales. Además hay situaciones en las que llegan lesionados por ataques de seres humanos o también por perros. A estos casos hay que sumarles aquellos que son rescatados tras haber sido hallados en zonas residenciales, de esparcimiento o de producción.

El trabajo y cuidado dentro del predio sigue normalmente por parte de alrededor de 20 trabajadores que esperan que las obras paralizadas se reactiven. Esa demora hace que se retrase la apertura a los turistas que llegaban al lugar, que de a poco se había comenzado a convertir en un punto turístico en el Sur misionero.

Por otra parte, este suceso genera que los animales no accedan a un mejor bienestar que estaba previsto con las construcciones. Entre las obras iniciadas se encuentra una clínica, un área de cuarentena en donde se entrena al animal para devolverlo a la naturaleza, un bioterio y un lugar de exposición para los que no pueden regresar a su hábitat, como las  aves que pierden un ala.

Mientras tanto, puertas adentro de El Puma, la rehabilitación sigue normalmente así como los cuidados diarios hacia los animales. “No tienen mucho espacio para practicar vuelo”, dijo un trabajador del lugar al hacer mención que las jaulas no son óptimas, situación que mejoraría con las nuevas obras.

Por otra parte, la falta de dinero para mantenimiento hace que muchos de los empleados tengan que hacerlo por su cuenta. El cortado de pasto es una de las tareas señaladas.

A consecuencia, turistas y vecinos siguen sin poder visitar y conocer a los más de 20 animales que están allí actualmente.

Rehabilitación

La misión fundamental del equipo profesional de la institución es rehabilitarlos. A los que están en condiciones se los libera a su hábitat en un tiempo relativamente corto. Pero hay casos en que por lesiones severas que presentan o sus secuelas o porque no vuelven a retomar sus hábitos originales, quedan alojados en el predio.

La reserva no recibe visitas de turistas desde hace más de tres años.

Por lo general, aquellas especies que sufrieron de mascotismo son entregadas de manera voluntaria al parque. En la mayoría de los casos, como no se trata de mascotas, terminan mordiendo o arañando a quienes los tienen cautivos, motivo por el cual lo entregan.

Hay casos en los que la rehabilitación se da con mayor rapidez. Sin embargo, los especialistas se encontraron con situaciones en las que el proceso puede llevar meses y hasta años, porque al ejemplar le cuesta volver a ser un animal silvestre: debe reaprender a comer solo, a cazar, a esconderse, a buscar refugio y a convivir con sus pares.

En una entrevista reciente,  Marina Tassi, directora de El Puma profundizó acerca de la procedencia de los rescatados. “Generalmente nos llegan de manera voluntaria coatíes y monos caí. Cuando son chiquitos la gente los compra porque son buenitos pero al pasar el año los animales empiezan a tener otro tipo de comportamiento, propio de animales silvestres: muerden los cables, excavan, rompen las cosas y entonces ya no los quieren de mascota y terminan en el parque”, había contado.

La especialista  además en esa oportunidad había recalcado  que tener un animal silvestre como mascota nunca es una buena idea.

“Ellos no tienen el comportamiento ni están adaptados para vivir con un ser humano como un perro. Los animales silvestres necesitan del hábitat natural porque aparte del comportamiento agresivo que pueden llegar a desarrollar, a veces también tienen cierta deficiencia, porque cuando uno tiene un animal como mascota, la dieta que le brinda en la casa no es la misma que pueden encontrar en la naturaleza”, sostuvo esa vez. 

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