La Cámara Gesell descartó un abuso y liberaron al estudiante de Jardín América
El joven de 19 años sospechado del abuso de una menor de 7 años en un colegio de Jardín América fue liberado hoy al mediodía por orden de la Justicia tras la declaración en Cámara Gesell de la presunta víctima, indicaron a El Territorio fuentes con acceso al expediente.
Según detallaron los voceros consultados, pese a su edad la menor “fue muy clara y sincera” y despejó todas las dudas sobre lo ocurrido. Al respecto, contó que estaba en hora de clases jugando con amigas cuando se cayó y golpeó la zona genital.
Dio características y detalles del lugar donde ocurrió, frente al aula, y mencionó que el corte se produjo con una madera filosa. Contó quienes fueron las personas que la asistieron, algo que terminó de sacar de escena al practicante de magisterio que estaba detenido desde el viernes pasado.
Más allá de sus palabras, las fuentes mencionaron que lo relatado es coincidente con todas las testimoniales recabadas hasta el momento como las del director, vicedirectora y maestra de grado. Como informó este medio, las autoridades habían presentado también los libros de guardia de esa jornada.
Otro de los testimonios de importancia para el esclarecimiento del caso lo aportó la madre de la criatura, quien previo a la indagatoria del sospechoso ayer, fue citada a prestar declaración testimonial ante el juez Manuel Balanda Gómez.
Según los voceros, la mujer que denunció el presunto abuso ante la Comisaría de la Mujer de la citada localidad aclaró que en ningún momento su hija le manifestó haber sufrido un ataque sexual por parte de algún integrante de la escuela o allegado a la institución.
La progenitora explicó que tomó conocimiento del hecho por parte de una docente y una directora de la escuela a la que asiste su hija, quienes el viernes por la tarde le informaron que la estudiante se había lastimado en el horario de educación física.
Contó que al llegar a la institución encontró a la pequeña sentada en una de las salas de la escuela con su ropa manchada con sangre y que más allá de estar nerviosa por la caída que tuvo instantes antes en ningún momento contó haber sufrido algún hecho de abuso.
Si bien la pequeña relató que tras el golpe que tuvo y que afectó sus partes íntimas fue asistida por docentes de la escuela, en ningún momento se quedó sola con alguna persona. También la mujer remarcó que en distintas oportunidades, incluso durante el traslado al hospital Madariaga de Posadas, consultó a la criatura sobre algún tipo de ataque y que la respuesta siempre fue la misma.
A su vez, reconoció que durante los estudios médicos, en donde a partir de los primeros exámenes no se podía descartar un posible caso de abuso, decidió radicar la denuncia ante dicha posibilidad.
Por otro lado, una serie de estudios complementarios hechos por ginecólogos intervinientes indicaron que no se detectaron indicadores de abuso con acceso en la estudiante.
Más allá de estos puntos, para los investigadores era clave en la continuidad del caso la declaración que la pequeña de en su entrevista en Cámara Gesell, algo que terminó por beneficiar al estudiante a quien sus compañeros habían beneficiado.
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