El 17 de noviembre se cumple un año del crimen

El papá de Lucas González visitó la tumba por primera vez

El futbolista de Barracas Central fue asesinado de un balazo policial cuando salía de entrenar con tres amigos
domingo 13 de noviembre de 2022 | 6:03hs.
El papá de Lucas González visitó la tumba por primera vez
El papá de Lucas González visitó la tumba por primera vez

"Te vine a ver", fueron las palabras que Héctor "Peca" González expresó con un hilo de voz y entre lágrimas al visitar por primera la tumba de su hijo Lucas, el futbolista de Barracas Central asesinado de un balazo policial hace casi un año en ese barrio porteño, cuando salió de entrenar del club con tres amigos.

A días de cumplirse el primer aniversario del crimen, el jueves 17 de noviembre próximo, Héctor González (38) y Cintia López (36), padres de Lucas, junto al menor de sus hijos, Tiziano (9), visitaron el Cementerio Parque Iraola, de la localidad bonaerense de Hudson.

"Recuerdo que está cerca de un árbol", fue lo primero que dijo el papá de Lucas al entrar al predio y tratar de localizar la tumba que vio por última y única vez el día en el que fueron inhumados los restos de su hijo.

Con esa única referencia, y luego de unos minutos de caminar hasta un árbol que da un poco de sombra, la familia encontró la placa en la que se lee "Lucas Santiago González 22-5-2004 18-11-2021".

Héctor tomó la iniciativa: se acercó, se arrodilló, sacudió la tierra que había sobre el nombre Lucas en una placa y dejó caer sus primeras lágrimas. Unos metros atrás, su esposa y el más chico de sus hijos - Valentina, de 15 años, no fue- lo miraban conmovidos y esperaban para acercarse a colocar unas flores blancas junto a la lápida.

Tuvo que pasar un año para que "Peca" pudiera regresar al lugar donde descansan los restos del mayor de sus hijos, baleado por efectivos de una brigada de la Policía de la Ciudad cuando iba en un auto con tres amigos por Barracas, luego de entrenar en el club para el que jugaba.

A diferencia de "Peca", Cintia, mamá de Lucas, ya había visitado el cementerio el pasado 22 de mayo, cuando Lucas hubiera cumplido 18 años.

"Ver su nombre es muy duro. No lo traje al mundo para tenerlo acá. Lo cuidé tanto...Le enseñamos los valores, el respeto, cómo tiene que manejarse en la vida. Sin embargo...hizo todo bien...", dijo antes de volver a quebrarse en llanto.

Unos minutos después, hizo una promesa: mandar a hacer una placa con los escudos de Defensa y Justicia, club del que es hincha su familia, y de Barracas Central -"el último amor de Lucas", dijo-, junto a una pelota de fútbol, como símbolo de la pasión que lo unía a su hijo. 

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