Salud Pública realiza operativos en la zona para identificar si hay más casos

Leishmaniasis: paciente crítico y encaran rastrillaje epidemiológico

El hombre de 34 años de Eldorado padece el cuadro más grave, “visceral” y está internado en el Samic. Presentó síntomas hace seis meses pero se automedicaba
martes 08 de noviembre de 2022 | 6:05hs.
Leishmaniasis: paciente crítico y encaran rastrillaje epidemiológico
Leishmaniasis: paciente crítico y encaran rastrillaje epidemiológico

El Ministerio de Salud de Misiones detectó el viernes un caso de leishmaniasis visceral en un hombre oriundo de Eldorado. Tras la confirmación del cuadro, considerado el más grave en su tipo, se disparó un protocolo de intervención que contempla búsqueda de pacientes sospechosos y control focal para eliminar el vector, es decir, el flebótomo que transmite la enfermedad. Asimismo, desde el nosocomio eldoradense advirtieron que el “estado del paciente es crítico”.

El paciente está en una sala de aislamiento con antibióticos empíricos y soporte transfusional según requerimiento. Karina Duranona, hematóloga que atiende el cuadro en cuestión, aseguró que se está llevando adelante el rastreo epidemiológico de la zona para tomar las medidas pertinentes. “Salud Pública se está encargando del aislamiento del área y de la verificación de los reservorios porque, en ambiente urbano, el reservorio es el perro”, dijo en diálogo con Acá te lo Contamos por Radioactiva 100.7.

En ese marco, recomendó “revisar las vacunas de los perros y los repelentes que hay para evitar infectarse y, si un perro presenta síntomas, consultar con un veterinario para tratar antes de que haya una infección en un humano”.

La enfermedad puede manifestarse en tres formas principales: cutánea, mucocutánea y visceral. La principal especie de flebótomo responsable en la transmisión es Lutzomyia y el reservorio en ambiente urbano es el perro.

A diferencia de los mosquitos que se reproducen en el agua estancada, los flebótomos se desarrollan en la materia orgánica y requiere de un ambiente oscuro, húmedo y fresco para reproducirse, como hojarasca, frutas, pastizales. Este insecto tiene su máxima actividad al atardecer y por la noche, cuando pica a los perros y a los humanos transmitiéndoles la enfermedad.

“Estoy desde hace seis años y es el primer caso que documento por un estudio de médula”, aseveró la hematóloga. Además, remarcó que “el paciente estaba en muy mal estado en general, como se estaba automedicando llegó con la enfermedad avanzada; el viernes comenzó el tratamiento y todavía no podemos ver una mejoría importante con la medicación porque no llevamos un período adecuado para evaluar el pronóstico”.

“Había comenzado hace seis meses con pérdida de peso, episodios febriles y automedicándose con ibuprofeno y bayaspirina. Ingresó por sangrado de mucosa y me avisaron para que lo venga a evaluar intentando descargar una leucemia aguda, principalmente por los síntomas”, explicó Duranona respecto al procedimiento que llevó a cabo al tiempo que indicó que “hice una punción de médula ósea para confirmar o descartar el cuadro y no me encontré con las células típicas de una leucemia aguda, sino que se ven dentro de las células unas inclusiones parasitarias compatibles con un cuadro de leishmaniasis visceral”.

Ante los resultados, ayer se solicitaron estudios complementarios con el serológico arrojando positivo. También se enviaron muestras al Laborarorio de Alta Complejidad de Misiones (Lacmi) para hacer una PCR de la médula ósea que terminaría de cerrar el círculo confirmatorio del diagnóstico.

“El día viernes se empezó un tratamiento específico con anfotericina, estando el paciente en estado crítico con anemia severa, plaquetopenia severa y los glóbulos blancos muy bajos; requiere soporte transfusional y antibióticos por el riesgo de una infección bacteriana”, detalló la especialista a cargo del caso.

Entre los síntomas a prestar atención distinguió, en primer lugar, la fiebre prolongada sin causa evidente que la justifique y por más de tres semanas. Los más frecuentes “se asocian habitualmente con mal estado general, pérdida de peso y con aumento del tamaño del hígado y del bazo”.

Duranona sostuvo que “en el laboratorio se ven otros indicios más sospechosos como la disminución del recuento de glóbulos blancos y las plaquetas, es decir anemia y, en base a eso, se realiza la punción de médula ósea y la PCR para cerrar todo el diagnóstico”.

Medidas de acción
En esa línea, desde la cartera sanitaria provincial emitieron un comunicado detallando las acciones a seguir. A lo largo de los años se han reportado casos de leishmaniasis, aunque predominantemente la forma de afectación cutánea. A partir de la notificación del caso sospechoso; se inició la intervención según el Manual de Normas y Procedimientos de Vigilancia y Control de Enfermedades de Notificación Obligatoria.

Las medidas ante casos y contactos refieren a control de personas o convivientes expuestos al mismo riesgo, es decir, detección de casos sospechosos mediante difusión y búsqueda activa; vigilancia de leishmaniasis canina para direccionar acciones de control canino; control vectorial.

“Ante la notificación de sospecha se realizan una serie de actividades que integran diversos sectores (Hospital, Zona Sanitaria, Área Programática, Saneamiento Ambiental, Control de Vectores) los cuales trabajan de manera articulada para llevar adelante las tareas de prevención y control de esta patología”, detalla el documento.

Asimismo, se despliegan medidas preventivas individuales y comunitarias como información, comunicación y educación a la población sobre el modo de transmisión y los métodos de prevención; protección personal (evitar horas y sitios de gran transmisión, entre otras); localizacion del foco y determinacion ciclo de transmisión local; y detección de casos sospechosos.

 

La enfermedad puede manifestarse en tres formas

Leishmaniasis cutánea
Es la forma más frecuente y produce, en las zonas expuestas del cuerpo, lesiones cutáneas, sobre todo ulcerosas. Aproximadamente el 95% de los casos se producen en las Américas, la cuenca del Mediterráneo, Oriente
Medio y Asia Central.

Leishmaniasis mucocutánea:
Este tipo de manifestación de la enfermedad produce lesiones a nivel de las membranas mucosas, las cuales conducen a la destrucción parcial o completa de las mucosas de la nariz, la boca y la garganta.

Leishmaniasis visceral:
Se trata de la forma más grave de la enfermedad y se caracteriza por episodios irregulares de fiebre, pérdida de peso, hepatoesplenomegalia y anemia.

 

El ciclo de la dolencia, desde la infección del flebótomo

La leishmaniasis visceral se registraba en trece países: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Paraguay, Nicaragua, Venezuela y Uruguay.

El ciclo comienza cuando el flebótomo se alimenta de un animal vertebrado infectado. La duración del ciclo en el flebótomo es de cuatro a siete días, luego del cual el mismo insecto será capaz de infectar a un individuo susceptible, permaneciendo infectante el resto de su vida (en el caso de los perros, que son los reservorios de la patología).

Los flebótomos pueden infectarse mientras haya parásitos circulantes en la sangre o en la piel del reservorio, independientemente de si este presenta o no síntomas de la enfermedad. La leishmaniasis no se transmite de persona a persona, ni a través de objetos.

El período de incubación intrínseca en el humano es de diez días a 24 meses (en promedio de 2 a 6 meses) luego de la picadura del vector, aunque se registran tiempos superiores y puede extenderse a varios años. En cuanto a los signos y síntomas, pueden variar desde pacientes asintomáticos hasta pacientes que presentan síndrome febril prolongado, hepatomegalia, esplenomegalia, adenomegalia, anemia y pérdida de peso.

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