“La autopsia habla por sí sola”, argumentó la fiscal

En su alegato, la fiscal Estela Salguero detalló las gravísimas lesiones que padeció la víctima: “La autopsia habla por sí sola”, graficó en alusión a las fracturas de cráneo.

Valoró el aporte de María, la hermana de la acusada, ante quien espontáneamente contó dónde estaba sepultado el bebé.

Indicó que los acusados eran ladrones y muy violentos. “Una hermana dijo que eran tal para cual”, subrayó.

También señaló el aporte de una ex pareja de la mujer, quien la definió como muy violenta con él y su hijo, al que luego habría dado en adopción, sin que el padre sepa dónde se halla. En ese contexto, para la fiscal no hubo dudas sobre la autoría material del hecho y solicitó la máxima pena para ambos imputados. 

Por su parte, el defensor oficial de la mujer, Matías Olivera, hizo hincapié en el contexto de pobreza, violencia y drogas en que se desenvolvían los acusados.

“Para ella hubiera sido más fácil negar y no decir dónde estaba el cuerpo”, opinó como para resaltar la actitud de la madre.

“Fue imprudente al correr con el bebé en brazos y drogada, pero el resultado de muerte no fue buscado”, indicó, tras lo cual solicitó que sea condenada por homicidio culposo y ocultamiento de pruebas a una pena de seis años.

El imputado fue asistido por los defensores particulares Cristian Barán y Humberto Gales, quien tuvo a su cargo del alegato que se basó en la “relación tóxica” de la pareja.

“Mi cliente es el clásico perejil que se la lleva de arriba”, atacó para luego solicitar la absolución. El esfuerzo de las defensas resultó estéril, ya que el Tribunal impuso la máxima pena a los progenitores de la víctima. 

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