Estudiantes llevaron música y recuerdos al Hogar Carmelina de Alem

El inicio del invierno trajo un particular calor dentro del hogar de adultos mayores “Carmelina” de Leandro N. Alem, un espacio dentro del hospital Samic que alberga a 24 personas que despojados de toda oportunidad - muchos de ellos en situación de abandono y calle- fueron acogidos por este hospicio. La tarde del martes, estudiantes del tercer año del profesorado de la Escuela Superior de Música (Esmu) visitaron el lugar llevando un espectáculo artístico con todos los condimentos de un gran recital.

 Pasadas las 16 horas ya los estudiantes guiados por la profesora Karina Alonso desplegaban sus equipos de sonido, instrumentos musicales y arreglos para montar un escenario en la sala de estar y comedor de los abuelos que primero tímidamente comenzaban a escuchar los acordes, pero con el paso de los minutos una atmósfera increíble llenó el lugar y cada uno de ellos pese a sus impedimentos físicos seguía el ritmo de un chamamé, guarañas o chotis con letras clásicas del folcklore que eran imposible no reconocer.

Así, las voces de los estudiantes hacían danzar a varios como fue el caso de Nacho y Leónidas que se animaron a seguir el ritmo al costado de su mesa donde compartían por esa hora una ronda de chipa cuerito hechas por las cuidadoras del lugar para compartir el momento junto a una taza de mate cocido para construir aún más el ambiente de tradición.

Las personas que trabajan en el lugar, guiados por la psicóloga Norma Varela y el enfermero Orlando Rodríguez, también son parte de los milagros que ahí ocurren hasta ver por ejemplo a Alicia, una de las mujeres que a diario acompañan a los internos bailar con Adolfo que en su silla de ruedas no se quería perder la oportunidad de danzar.

El recital de los estudiantes obedece a un proyecto anual de intervención artística que lo denominan “Recuerdos del Alma” mediante el cual van eligiendo lugares fuera de las escuela para llevar su arte y compartir música con quienes muchas veces o tiene la posibilidad de disfrutar  este tipo de espectáculos.

En ese sentido la docente Karina Alonso, que también es ex alumna de la ESMU, le dijo a el territorio que “venir a estos lugares es conectar al alumno fuera del aula con la comunidad a través de su arte que en este caso es la música en tanto la estudiante Taila Regis declaraba que “es la primera vez que hacemos una intervención fuera de Posadas y estamos muy emocionados, estar en este lugar es muy cálido para trasmitir y traer lo que nos representa como futuros docentes” destacaba la vocera del grupo.

Asimismo remataba Alonso que “ver a los abuelitos  que de la manera que podían con sus cuerpos o rostros seguir el ritmo ensancha el corazón, un mimo que hay que saber mirarlo y sentirlo” y remataba Regis que “nuestro repertorio está lleno de grandes éxitos para que ellos puedan rememorar viejos tiempos y por eso el nombre de nuestro proyecto” decía.

Sin lugar a dudas el calor se sintió dentro del hogar y apagó el invierno dentro de cada uno de los que estuvieron presentes que en su memora seguramente avizoró un momento, un tiempo de felicidad, un recuerdo del alma.