El locro en la ciudad: una excusa para reencontrarse y celebrar

El locro es el plato por excelencia para festejar las fechas patrias, surge del pueblo y siempre lo tiene como protagonista. Ayer, la conmemoración del 25 de Mayo no fue la excepción, en todos los barrios de la ciudad hubo una olla humeante desde temprano e interminables filas de personas con recipiente en mano para retirar las porciones al llegar el mediodía. El objetivo que unió a todos fue celebrar la primera edición del aniversario de la Revolución de Mayo luego del aislamiento por Covid-19, sin restricciones y en comunidad.

Se trata de una comida que atraviesa todas las clases sociales, es una tradición que está inculcada en lo más profundo de la identidad nacional.

En Posadas hubo diversas experiencias, mientras que en los barrios se llevó a cabo la representación más popular, en la Costanera distintos comercios ofrecieron la propuesta del tradicional manjar para disfrutarlo en la cercanía del río Paraná.

Por otra parte, en las facultades públicas de Humanidades y Ciencias Exactas se realizó una versión gratuita para compartir con el estudiantado y abierta para toda la comunidad.

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Edición gratuita en la Facultad de Ciencias Exactas Químicas y Naturales.

Muy temprano se arrancó con los preparativos, cuando se recibía el feriado nacional en la ciudad, muchos madrugaron para prender la olla y empezar con la cocción. Así lo indicó a El Territorio Carlos, vecino de la  zona de avenidas Santa Catalina y Alem: “Nosotros nos levantamos a las 5 de la mañana desde ahí empezamos con los preparativos, primero hicimos el fuego y después comenzamos a picar las verduras, porque esto se tiene que hacer despacio lleva mucho tiempo para que la carne y el maíz queden blandos. Acá el secreto es la paciencia”.

El paisaje de la ciudad en sus principales avenidas estuvo repleto de ollas herrumbradas dispuestas fuera de los hogares, y, como es tradición, los olores de la preparación invadieron cada parte de los barrios.

En cuanto al sabor distintivo que contagia a los comensales de todos los puntos de la ciudad se comentó: “Lo que no puede faltar es la carne, que por lo general es garrón, y el osobuco, que también al tener el caracú le da la consistencia. Después otro producto que agrega mucho sabor es el chorizo y los verdeos como la cebollita”, explicó Carlos.

Otro punto importante de esta edición especial de la fecha patria tiene que ver con que se llevó a cabo luego de la pandemia.

Al respecto, el encargado de cocinar el locro nos relató que en su barrio “la gente siempre ayuda y se solidariza, además de que le gusta como nosotros lo preparamos. Esta vez estoy viendo que hay mucha más gente que el año pasado a pesar de que la situación está difícil para todos. Y es una alegría ver que se sumen, casi todos llevan de a tres o cuatro porciones”.

El cocinero se dispone a servir las porciones al empezar el mediodía.

Lo económico es un factor a tener en cuenta que no está ajeno a la preparación, en tiempos de crisis, fuertemente marcados por los aumentos constantes en los alimentos, fijar el precio adecuado es un desafío para quienes se proponen realizar el locro.

También hay familias que se apañaron para realizar su propuesta del típico plato para generar unos ingresos extras.

Según el relevamiento hecho por este medio, el valor de la porción rondó los 500 pesos en promedio, esto depende en muchos casos de los ingredientes y el lugar en el que se los compra.

El locro fuera de los barrios

También hubo comercios que aprovecharon la ocasión para realizar su propuesta del anfitrión gastronómico de la jornada. Este fue el caso de la cervecería Beerlin, ubicada en el sector de la playa de El Brete, que a las 12 del mediodía empezó a distribuir las porciones de locro para los vecinos de la zona y también lo ofreció a sus clientes en las mesas del local junto con empanadas fritas.

Por otra parte, en la Facultad de Ciencias Exactas se congregó una gran cantidad de personas, en su mayoría estudiantes, para disfrutar del plato. Pero también en conmemoración del día patrio se organizó una variedad de actividades, como torneos de truco y mesas con emprendimientos de los estudiantes, que expusieron productos para la venta.

En este caso, el locro fue gratuito y estuvo organizado por el estudiantado. “Esta actividad la estamos organizando hace un mes, el fin es poder compartir con nuestros compañeros una porción de locro, por eso sacamos a la calle las mesas para disfrutar todos juntos. Para hacer el locro el comedor nos prestó las ollas y solicitamos a la Secretaría Estudiantil que nos ayude con la materia prima, contó con la solidaridad de varios sectores para poder llevarlo a cabo”, resaltó Rodrigo Elliz, estudiante de la Facultad de Ciencias Exactas.

Y agregó: “La pandemia nos dejó muy dolidos como estudiantes, nos alejó a todos los que formamos parte de la comunidad educativa de la facultad. Estas experiencias nos fortalecen y revinculan al mismo tiempo. También nos ayudan a conocernos entre nosotros y a los estudiantes de los primeros años, con los cuales prácticamente no pudimos intercambiar porque cursaron virtual".

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