Comunas del Sur y la experiencia del ropero solidario

En distintas localidades del Sur misionero varios sectores se dedican a ayudar a quienes menos tienen, más aún en esta época del año cuando las temperaturas bajan y son muchas personas las que necesitan abrigo.

En San Javier, desde la Secretaría de Desarrollo Comunitario, a cargo de Hilda Cabrera, se realizan colectas durante todo el año a través de la modalidad “ropero comunitario” que funciona en el Centro Integrador Comunitario y en el barrio Niño Jesús, uno de los más vulnerables del municipio donde funciona el segundo ropero.

Sobre su funcionamiento, El Territorio dialogó con Cabrera, quien dijo: “La verdad que destacamos tanto el apoyo del municipio como de la comunidad a la hora de ser solidarios y empáticos con otras personas. La gente en San Javier es muy solidaria y en estas cuestiones se nota eso”

Además agregó: “Quiero destacar que buscamos optimizar todo tipo de recurso, en conjunto con participantes activos de la sociedad que toman relevancia en momentos difíciles y realizan tareas silenciosas como ser mujeres que se capacitan para reciclar las ropas, entre otras cosas, y para ello se les brinda talleres de corte y confección que a su vez les sirve para sus propias familias”.

Asimismo, aseguró que los roperos están funcionando muy bien y es un canal importante para que la gente que necesita encuentre allí ropas de abrigo, zapatos e incluso no sólo llevándose algo sino que muchos dejan lo que ya no le sirve a sus hijos. Ese intercambio es muy importante porque genera un ida y vuelta permanente.

Mientras, en Santa Ana la movida es similar. Este medio dialogó con Yanin Torres, a cargo de la Secretaría de la Mujer, quien dijo que llevan adelante un ropero solidario donde se junta y reciclan ropas usadas que luego son donadas a personas de bajos recursos para cubrir sus necesidades de vestimenta.

“Diariamente trabajamos en la organización para buscar, recibir, seleccionar todo tipo de ropas que los vecinos nos donan, si alguna prenda necesita un botón, cierre o costura el taller de costura se pone en marcha para arreglar y entregar esa prenda en buen estado”, comentó.

Y añadió: “Ya comenzó el frío y pensamos en los niños que asisten a la escuela muy temprano y quizás les falta una campera, media, chaleco, el abrigo que sea. Es por ello que lanzamos una campaña para que aquella persona que tenga en sus casas prendas que ya no usan que nos acerque, ya que ocurre que muchas veces tenemos en nuestras casas guardadas ropas o mantas que no utilizamos mientras que para esas familias vulnerables les es muy útil. Trabajamos mucho con las escuelas ya que los docentes nos avisan cuando un niño o niña va con necesidades de abrigo y se les entrega lo necesario.

Reciben ropas, zapatos, frazadas, “no importa que tengan algún problema o estén descosidos, tenemos un equipo de mujeres solidarias que nos ayudan a reparar todo y así darle un buen destino”.

Mientras, en Candelaria, la nutricionista Mariana Russo implementó un ropero solidario en el frente de su local para así ayudar a quienes menos tienen.

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