El TP de Oberá rechazó el pedido de excarcelación extraordinaria

Otro revés para los ex policías condenados en el caso Wasyluk

Tres afrontan prisión perpetua. Otros dos fueron condenados a 8 y 5 años. Los 5 ex policías se hallan en un pabellón exclusivo en la Unidad Penal VIII de Cerro Azul
jueves 07 de abril de 2022 | 3:30hs.
Otro revés para los ex policías condenados en el caso Wasyluk
Otro revés para los ex policías condenados en el caso Wasyluk

El Tribunal Penal Uno de Oberá no hizo lugar al pedido de excarcelación extraordinaria solicitada por las defensas de tres de los cinco ex policías condenados por el homicidio de Hugo Miguel Wasyluk (38), cuyo cadáver fue hallado en una celda de la Seccional Primera de Oberá en la madrugada del 27 de abril de 2011.

Las partes fueron notificadas el último martes de la resolución que lleva las firmas de Francisco Aguirre, presidente del TP Uno, y sus pares José Pablo Rivero y Jorge Villalba.

En esta oportunidad fueron rechazados los pedidos a favor del ex cabo Carlos Antonio Gómez -condenado a prisión perpetua por el delito de tortura seguida de muerte-, del ex oficial subayudante Jorge Antonio Heijo y del suboficial mayor Wilson Ricardo González, sentenciados a 8 y 5 años de prisión, respectivamente, por no evitar la tortura y encubrimiento.

Previamente, el mismo Tribunal ya había rechazado los planteos elevados por las defensas del ex sargento Pedro De Mattos y del ex agente Ricardo Javier Rodríguez, sobre quienes también pesa la máxima pena.

Actualmente los cinco ex policías cumplen sus respectivas condenas en la Unidad Penal VIII de Cerro Azul, donde la próxima semana está prevista la inauguración un pabellón exclusivo para ex policías.

Al respecto, un vocero del Servicio Penitenciario Provincial (SPP) explicó que el nuevo espacio surge de la necesidad de descomprimir el pabellón para ex integrantes de las fuerzas de seguridad existente en la cárcel de Loreto, ya que de las 16 plazas originales, en la actualidad hay 26 condenados.

Tortura y muerte

El 14 de diciembre del año pasado, tras ocho audiencias, el Tribunal Penal Uno de Oberá condenó a los asesinos de Hugo Miguel Wasyluk.

“Lo cierto y categórico, es que al momento de su detención Hugo Wasyluk no tenía las lesiones mortales que luego se comprobaron. Fue reducido por De Mattos, Gómez y Rodríguez con extrema violencia, le pegaron una golpiza, lo esposaron, lo tuvieron a su merced y lo torturaron desde su aprehensión en la ruta, pasando por su traslado a la Comisaria de Villa Bonita, luego al campito de los Médicos y Seccional Segunda, hasta su ingreso a las 21.45 a la Seccional Primera”, se detalla entre los fundamentos de la sentencia.

Se trata de un documento de 111 carillas que precisa las circunstancias probadas de la detención, tortura y calvario de un hombre que agonizó durante 27 horas, lapso entre su aprehensión por parte de efectivos de la Comisaría de Villa Bonita y el hallazgo de su cadáver en una de las celdas de la Seccional Primera de Oberá, a las 0.20 del 27 de abril de 2011.

Tuvieron que pasar diez años y ocho meses del hecho, pero finalmente De Mattos, Gómez y Rodríguez fueron condenados a la pena de prisión perpetua. Heijo y González, quienes completaron la comisión que detuvo a la víctima, recibieron 8 y 5 años de pena, respectivamente.

El duro castigo que le propinaron a Wasyluk fue corroborado por el informe de autopsia y la detallada descripción que realizó el forense Horacio Marín sobre las fotos del cadáver durante el juicio.

La sentencia suscripta por los jueces Aguirre, Rivero y Villalba también pone en duda de la existencia del cuchillo que supuestamente tenía Wasyluk.

“Si el cuchillo realmente lo portaba Hugo Wasyluk y si efectivamente lo usó contra ellos, no podremos saberlo, ya que esos hechos no fueron apreciados por los testigos y, en una de sus declaraciones, Rodríguez dice que Gómez y De Mattos se autolesionaron para justificar la golpiza”, se cita.

Y agrega: “Se configura así otro indicio independiente, la pretensión de fraguar un sumario paralelo contra Wasyluk, por resistencia a la autoridad, como mecanismo para justificar sus excesos, llegando incluso a autolesionarse. Desde un primer momento, el sumario de Villa Bonita argumentó que la víctima atacó a los policías con un cuchillo, por lo que tuvieron que extremar la fuerza. Pero nunca contaron que golpearon a Wasyluk estando esposado, como determinó la autopsia”.

En ese contexto, los magistrados no descartaron “un probable falso secuestro del cuchillo, ficción que emerge claramente de lo declarado por los testigos Mojsiuk en el debate y por el relato que al respecto formula el coimputado Rodríguez en su primera declaración”, en referencia a que acusó a De Mattos y a Gómez de “plantar” el arma y autolesionarse.

Rastros de la tortura

La autopsia constituye la prueba científica de los tormentos que padeció la víctima, al extremo que sufrió desgarros internos que causaron gran sangrado en distintos tiempos. Padeció una muerte horrenda ya que aspiró su propia materia fecal.

“Hugo Wasyluk estuvo todo el tiempo esposado, lo tuvieron boca abajo con un gran peso encima, el tatuaje que le quedó en el pecho es compatible claramente con el enrejillado de la carrocería de la camioneta de la Comisaria de Villa Bonita, y quienes permanecieron todo el tiempo con él sobre la misma fueron Gómez y Rodríguez, por lo tanto no cabe duda que son coautores del hecho junto a De Mattos”, se precisa en la sentencia.

El forense Marín explicó que la víctima no pudo defenderse y precisó el mecanismo necesario para causar las lesiones: al menos dos personas comprimieron su humanidad. “De ello se colige en forma clara y contundente como lo señaló el forense: durante toda la tortura estuvo esposado”, concluyó el Tribunal.


Siete policías fueron absueltos

Además de los cinco ex policías de Villa Bonita, también fueron juzgados siete policías que al momento del hecho prestaban servicio en la Seccional Primera, quienes resultaron absueltos por el beneficio de la duda.

Dicho fallo alcanzó a Miguel Ángel Espíndola, Carlos Ariel Lentini, Hugo Ariel Basaraba, Roxana Andrea Harasimezuk, Alejandro Fabián Núñez, Luis Alberto Silva y Gustavo Javier Fontana.   

“Negligencia, confianza en un certificado médico que luego se supo que era deficiente e incompleto, minimización de los indicios, desconocimiento de los golpes que el detenido había recibido antes de su ingreso, ausencia de un protocolo de actuación, apreciación de las novedades según el criterio personal, y otras justificaciones similares se escucharon durante el debate”, se lee en la sentencia.

Sin embargo, se aclara que “la parte acusadora no alcanzó a destruir el principio de inocencia, no logró probar la intención del personal de la Seccional Primera de perjudicar a Wasyluk, es decir el dolo de omitir intencionalmente sus deberes de cuidado, como exige la norma”.

En relación al médico policial José Orlando Morales, consideraron que la acción penal se hallaba extinguida porque hacía más de dos años que pasó a retiro.

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